Rogelio García Espinosa *
A propósito de los comentarios vertidos hace algunos días por el Sr. Alejandro Navarro, presidente municipal de Guanajuato y publicados en algunos medios, en el sentido de que la administración municipal solicitaría “… parte de los recursos que se ahorrará este año el Festival Internacional Cervantino (FIC), siendo virtual y de sólo cinco días…” Me permito compartir con ustedes algunas reflexiones:
Es un comentario ampliamente generalizado por muchos guanajuatenses, mexicanos de otras entidades federativas y extranjeros que tradicionalmente acuden al festival, el que, poco a poco, ha perdido el rumbo para lo cual fue creado y en algunos casos, el nivel de calidad de sus actividades deja mucho que desear. Atendiendo a lo anterior y así como se va a solicitar la recuperación de algún porcentaje económico, se debería de exigir también, un replanteamiento en cuanto a la vocación del Festival y de la cantidad y calidad de los eventos que en las calles, callejones, plazas, museos y teatros de la ciudad se presentan.
Se comenta con insistencia que en la actualidad y al interior del FIC, no hay un horizonte claro en cuanto a sus metas y no se distingue ya lo que se entiende por cultura. Con la única intención de clarificar un poco mis reflexiones, adoptaré una de las definiciones que al respecto han surgido y es, de alguna manera, con la que más me identifico; me refiero a la que nos presenta Guillermo Bonfil Batalla y donde señala que cultura:
“Es el conjunto de símbolos, valores, actitudes, habilidades, conocimientos, formas de comunicación, organización social y bienes materiales que hacen posible la vida en una sociedad determinada y le permiten transformarse y reproducirse como tal de una generación a las siguientes”
Tomando como marco de referencia lo anterior, la cultura entonces no son únicamente los espectáculos, no niego que forman una parte sustantiva de la construcción cultural, pero, no, la cultura no son sólo los espectáculos, vamos, la cultura desde mi punto de vista es lo que nos permite vivir mejor en sociedad y me parece que en ese sentido, el FIC no está contribuyendo mucho para lograr esos propósitos.
En pocas palabras, Cultura no es únicamente lo que oímos, vemos y aplaudimos, Cultura es, en gran medida, lo que aprendemos de los demás y si retrocedemos en el tiempo hasta el siglo XVI, Bartolomé de las Casas, considerado ya como uno de los primeros en reconocer y defender la racionalidad del indígena y la validez de sus productos culturales y reconocido también, como uno de los precursores de la antropología contemporánea, mencionaba que nadie nace sabiendo y que, por lo tanto, era necesario enseñar y aprender. En las últimas ediciones del FIC, las actividades sólo se han considerado en cuanto a la abundancia de estas y se atarragan y atiborran las calles, plazas, teatros y espacios expositivos de una impresionante cantidad de eventos, sin preocuparse en la mayoría de las veces, por la calidad de estos. No se construye entre ellos, un engranaje temático o una coherente definición de objetivos que efectivamente, les permita a los guanajuatenses y por qué no decirlo, a los mexicanos que tradicionalmente acuden al festival, vivir armónicamente en sociedad.
Obviamente, algunas de las actividades y espectáculos que se presentan son de muy buena calidad, reconocidos y aplaudidos a nivel nacional e internacional, pero, desgraciadamente son los menos y en su mayoría, son espectáculos cotidianos que se pueden presentar en cualquier día de la semana y en cualquier lugar, pero, no son actividades diseñadas o preparadas por el FIC para que éste, pueda cumplir cabalmente con sus propósitos que como hemos mencionado, deberían de estar orientados a elevar la calidad de vida y el nivel de convivencia social en todas sus expresiones.
Me parece que no debería de ser únicamente el dinero, lo que, atendiendo a sus preocupaciones el municipio debería de solicitar, pareciera ser entonces que lo único que importa es el dinero. No está mal que el municipio trate de conseguir financiamientos para atender las necesidades que un festival de esta naturaleza genera, pero, es responsabilidad en primera instancia del presidente municipal y del ayuntamiento, no únicamente la búsqueda del dinero, sino todo lo que sucede en el terruño guanajuatense. Señor Presidente Municipal y miembros del cabildo, me parece que es el momento oportuno para que ustedes, como parte sustantiva del Festival, aprovechando que por esta situación de contingencia no se llevará a cabo esta edición y con el ánimo de estimular y mejorar esa calidad de vida y la armónica convivencia social, se preocuparan un poco más no sólo por las formas, (dinero), sino por el fondo del problema que, sin lugar a duda, en mucho se centra en la dispersión conceptual que el FIC ahora presenta.
Quiero destacar que no estoy en contra del Festival y que reconozco la importancia que para México y para Guanajuato ha tenido y representa, pero, los que hemos vivido, participado y acompañado al FIC en todos estos años, vemos con tristeza y preocupación que, a la Fiesta del Espíritu, se le ha empequeñecido el Espíritu.
* Dr. Pensamiento Español e Iberoamericano por la
Universidad Autónoma de Madrid, España.
Patrimonialista, Museólogo y Museógrafo.
