Otro de los productos que se utilizó frecuentemente como referencia para la economía y el comercio, fueron las arcillas; elemento natural que se obtiene en bancos específicos y de características distintas cada uno.
Se utilizaba para moldear una infinidad de productos y artefactos, que eran utilizados a diario o para uso suntuario. Hoy en día, gracias a la tecnología, podemos saber el lugar exacto de donde fue extraída la arcilla, y eso, para los fines de la investigación arqueológica, es una excelente forma de inferir las redes comerciales en uso, y el flujo que por ellas se mantenía. Y créanme, hay un infinidad de caminos que recorrían desde lo que hoy es el sur de los EEUU, hasta Sudamérica; en algunos casos por las costas del Océano Pacífico, del Mar Caribe y del Océano Atlántico.
Esta actividad económica supone una capa social nutrida, que se dedicaba a este proceso de una forma muy especializada, y eso lo tenemos a la vista en todas esas piezas que podemos encontrar en los sitios donde se lleva a cabo investigación arqueológica. Los artesanos eran un estrato social muy importante en las sociedades mesoamericanas, ya que ellos le iban dando forma a la identidad de cada población gracias a los diseños únicos que moldearon con esa arcilla.
Otro elemento muy preciado son los restos óseos, de cualquier animal, incluido el humano. Con ellos se logran hacer artefactos de uso diario, y otros de uso ritual que son verdaderas obras de arte.
El tallado de este tipo de material es una tarea muy especializada, y lo vamos a notar en las siguientes imágenes que denotan esa finura en el trabajo del artesano que está dedicado en cuerpo y alma a esta actividad. El comercio de estos invaluables objetos se dio por todo Mesoamérica, pero en algunas regiones es evidente que el uso es meramente ritual, y se observa sobre todo en contextos funerarios.
El comercio de las plantas sagradas también fue una actividad preponderante, dada la cosmovisión de estas poblaciones. Mencionaré tres de ellas que fueron muy importantes, y que formaban parte de sus rituales sagrados: el maguey, el nopal, el peyote y algunos hongos.
Su importancia alimentaria y su categoría en el ámbito religioso, las convirtieron en plantas que servían para incidir en el comercio.
Continuaremos con esta serie “Economía y Comercio en Mesoamérica”; esperando que cada semana se interese más en el mundo Mesoamericano.
Estimado lector, espero sus comentarios al correo que viene más abajo. Nos leemos la próxima semana, que #HablemosDeArqueolgía.
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