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jueves, marzo 28, 2024

CAPÍTULO 28.- La Religión entre los antiguos mexicanos. Segunda parte.

Como ya lo mencioné la semana pasada, los cuatro elementos (Tierra, Viento, Fuego y Agua), estarán siempre presentes en la cosmovisión del grupo que analizaré en las próximas semanas.

Los Cuatro Elementos.

Tierra.- La Tierra, desde siempre, ha sido un elemento sagrado, ya que de ese espacio se extrae el suministro diario para poder alimentarnos. Es un ente físico, porque podemos tocarlo, verlo, pero también es la Madre que provee la manutención para las sociedades agrícolas del México Antiguo. Hoy, ese concepto se ha ido perdiendo debido a que las sociedades actuales que se dedicaban a la agricultura, han ido abandonando esa práctica, por diversos motivos que no son tema de este artículo, pero que podrían ser tratados en alguna otra ocasión.

La Madre Tierra, está representada por Coatlicue, la de la falda de serpientes, que ya en un artículo anterior traté, pero con énfasis en lo estético de una parte del monolito y no como hoy la describo en este texto.

Hay otras entidades que van a interactuar con la Coatlicue en el plano terrenal, el Tlalticpac, y son, entre otras: Tlaltecuhtli, Tlazolteotl, Cinteotl, Mayahuel, Xipe-Totec.

Viento.- El viento, como elemento de la naturaleza, es benéfico, porque una de sus funciones, es llevar en su manto, semillas que van a polinizar a otros lugares. También contribuye a refrescar algunos sitios, trayendo brisa, o simplemente el aire que nos abanica. Mueve las hojas de los árboles, para que con ese vaivén se fortalezcan y puedan permanecer en las ramas.

El representante de ese Viento, es Quetzalcoatl, uno de los cuatro hijos de Ometeotl, la Dualidad Creadora (si requiere más referencias de esto último, le recomiendo revisar la misma liga que dejé arriba). En la representación que se hace en la lámina 23 del Códice Borbónico, acerca de este personaje, lo vemos portando una máscara que es un pico de ave (pato), lo cual le da el nombre de Ehecatl-Quetzalcoatl (Quetzalcoatl  Viento). Tiene en su ajuar muchísimos elementos que no describiré en esta ocasión, pero sí prometo que en alguna otra lo haré.

Fuego.– El Fuego Eterno, el Sol. Sin el Sol, muchos de los procesos que dan vida en el Planeta a los seres vivos, no podrían llevarse a cabo. Por ejemplo, la fotosíntesis, tan importante en el proceso de crecimiento de las plantas, para poder concebir comestibles para la manutención de las distintas especies que poblamos La Tierra.

El Sol (Tonatiuh), el que está ahí, siempre presente, vistiendo con sus magníficos rayos; calentándonos, iluminando el día, y por la noche, permite que la Luna (Metztli), nos regale algo de la luz que recibe de él, aún en la fase de luna nueva.

Xiuhtecuhtli, es el que representa al Sol, y era festejado cada cincuenta y dos años, en la ceremonia del Fuego Nuevo. La parte femenina de este personaje es Xantico, que es la que va a conservar el Calor de Hogar.

Huitzilopochtli, el guía de los nahuas, durante su travesía a la tierra prometida, es elevado al rango de Sol, pero también es el Águila, aquella que les indicó el lugar sagrado donde deberían erigir su ciudad. Huitzilopochtli, el Colibrí Izquierdo, le augura a su pueblo que van a sufrir muchas adversidades, pero que de ellas van a crecer y en algún momento, ser los más fuertes, y dominarán a muchos pueblos.

Agua.- Otro elemento vital para la supervivencia de las especies, es el Agua. Hoy sabemos que en otros planetas no existe el elemento, y eso no permite muchos de los procesos que hoy tenemos en nuestro Planeta Tierra.

El representante del Agua, y muchos de sus procesos, es Tlaloc, que también es el regente del Tlalocan, espacio donde llega la gente que fallece por alguna causa relacionada con el elemento agua. La dualidad de Tlaloc es Chalchihuitlicue (la de la falda de jade), que será la representante de los mares, ríos y lagos, entre otras.

Ambos, son colaboradores de Quetzalcotl, que es apoyado por la parte femenina, y Tezcatlipoca, que será ayudado por la parte masculina, en el momento de crear las Eras o Soles, con las que los nahuas validan su estadía en este mundo. Para ampliar el conocimiento de este tema, consultar el siguiente artículo incluido en esta sección.

Como ya vimos, los cuatro elementos van a interactuar en todo momento para mantener los procesos vitales y de esa forma darle sustento a todas las especies.

La sofisticación con la que los nahuas ven estos procesos queda plasmada en muchísimas imágenes que dan cuenta de ello, y en ocasiones son muy complicadas de analizar. El ejemplo son algunas de las que les mostré hoy. (Continuará)

Estimado lector, espero sus comentarios al correo que viene más abajo. Nos leeremos la próxima semana, que #HablemosDeArqueolgía.

NOTA: Todo lo aquí expresado, es producto de investigaciones formales, realizadas por varios profesionales, principalmente de la arqueología, así como de otras áreas académicas formales, con el afán de complementar el conocimiento aquí vertido. Las imágenes mostradas son extraídas, en su mayoría, de la revista Arqueología Mexicana y otras, tomadas del internet.

Los hipervínculos que aparecen son, normalmente, artículos de mi autoría o referencias necesarias para ampliar el tema.

CORREO: arqueolobocarlín@gmail.com

#HablemosDeArqueologíaCarlín

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Luis Humberto Carlín Vargas
Luis Humberto Carlín Vargas
Arqueólogo egresado de la Escuela Nacional de Antropología e Historia (ENAH). Coordinador General del Proyecto Cultural León Prehispánico (PCPAC). Coordinador Académico de los Diplomados de Arqueología e Historia de México (DAeHM). Ingeniero en Sistemas. Músico. Correo electrónico: luishumberto.carlin@pcleonprehispanico.com

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