La colitis, también llamada “Síndrome de Intestino Irritable”, es un padecimiento que tiene como característica diversas alteraciones, tales como dolor o malestar abdominal, flatulencia, diarrea o estreñimiento, que se presentan muchas veces después de comer y sin un sentido aparente. Dicho padecimiento puede llegar a ser tan incapacitante, que impide al individuo trabajar o realizar sus labores con normalidad. Generalmente es más común en las mujeres y no hay un tratamiento único y está relacionado con el estrés.
Los pacientes con este síndrome acostumbran a eliminar alimentos de su dieta, y pensar que con esto ya estarán mejor, sin embargo, con posterioridad se dan cuenta que era otro alimento el que les ocasionaba malestar, y así continúan modificando su dieta creando confusión respecto a qué alimentos comer, o incluso llegando al punto de tener miedo de comer.
Son varios los factores que influyen en este padecimiento, pues no solamente la comida es la causante, también se puede deber a una disbiosis, que es una alteración en las bacterias normales que viven en nuestro intestino. Asimismo, puede estar relacionada con una inflamación intestinal persistente de bajo grado, alteraciones inmunes, un intestino permeable, mala absorción de diferentes alimentos desde lácteos, grasas, azúcares y; por supuesto, el estrés, la ansiedad y la depresión.
Es importante, siempre descartar la posibilidad de padecer enfermedades diferentes como enfermedad celiaca (relacionada con el gluten), enfermedad de CROHN o CUCI, que son enfermedades bien definidas, aunque con algunos síntomas parecidos, pero en estos casos se tienen estudios puntuales que las distinguen.
En cuanto a la alimentación, existe una dieta bien estudiada que se llama FODMAP, es una abreviatura compuesta por las palabras fermentable, oligosacáridos, disacáridos, monosacáridos y polioles, que son hidratos de carbono fácilmente fermentables por algunas de las bacterias intestinales.
La dieta baja en FODMAP es una herramienta que consiste en la eliminación de alimentos puntuales que contienen estos elementos causantes de la fermentación e inflamación en el intestino. Algunos de los alimentos que se deben eliminar de la dieta, y que generalmente comemos cuando nos sentimos mal, son manzanas, peras, té de manzanilla, así como otros que podemos o no sospechar que nos inflaman, tales como leche, champiñones, salsa de tomate, arroz integral y alimentos muy altos en fibra. Pero incluye muchos otros alimentos que sí podemos comer de todos los grupos de alimento. Es importante destacar, que poco a poco podremos reintroducir a la dieta algunos de los alimentos que se excluyeron en un inicio.
Claro que siempre se debe individualizar la dieta, acudiendo a un experto. No se deben excluir grupos de alimentos por completo, ya que se puede llegar a tener deficiencias de vitaminas o minerales. A veces entendemos que si hay que excluir la fructuosa, entonces no se deben comer frutas, pero la fructuosa está en cantidades variables en diferentes frutas, por lo que hay algunas que no nos causan inflamación. También se trata de la fructuosa de manera pura, como la encontramos en el comercio como sustituto de azúcar.
Otros alimentos que se deben limitar son los que tienen alto contenido en grasas, reducir la cafeína, el alcohol, sustitutos de azúcar, embutidos y dietas procesadas. También es una dieta que no debe mantenerse por tiempos prolongados, debido a que tiene carencias de algunos nutrimentos. Esta dieta se debe seguir durante los periodos agudos de la sintomatología que ya mencionamos.
Otro apoyo muy importante es poder gestionar el estrés y la ansiedad, y se ha demostrado que el ejercicio ayuda ampliamente a disminuir estos padecimientos. De igual manera, podemos apoyarnos con la realización de ejercicios de respiración consciente y meditación.
Si tu padeces colitis o tienes sospecha de padecerla, recuerda que ésta se debe a muchos factores y, antes de empezar a eliminar alimentos de tu dieta, debes acudir a un experto que te asesore sobre qué alimentos debes suspender mientras disminuye la sintomatología; asimismo apóyate con diversas prácticas tales como la meditación y ejercicios de respiración, que reduzcan tus niveles de estrés.
Referencias:
- Halmos E et al. Una dieta baja en FODMAP disminuye los síntomas del síndrome del intestino irritable.Gastroenterlology. 2014; 2: 42-49.
- Carmona Sánchez R. et al. Consenso Mexicanos sobre el síndrome de intestino irritable. Revista de Gastroenterología de México. 2016; 81: 149-167.
Nutrióloga Carol Rodríguez Fitz
Miembro del Colegio de Nutriólogos de León
Licenciada en Nutrición y Ciencia de los Alimentos
Maestra Nutrición Clínica
Consultoría en Nutrición Clínica en Hospital Ángeles León.
