¿Cómo la conocí? Te platico…
Un día, estando en alguna de las clases de nuestra formación en Tanatología, cuando de pronto escuché un “ruidito” inconfundible… sin embargo, mi mente se sentía confundida porque no lograba asociar ese sonido con el ambiente.
Así que empecé a buscar hasta que identifiqué de dónde provenía. ¡Era Ana Laura sacando su leche usando un extractor eléctrico!
Nuestras clases eran desde muy temprano hasta la noche por lo que era necesario extraerla para evitar molestias, obstrucciones o mastitis. Entonces, se cubría con una discreta mantita mientras seguía tomando notas y prestando atención al profesor. La mayoría de nuestros compañeros ni cuenta se daban.
Fue una sorpresa muy agradable. No pude evitar sonreír y sentir calorcito de alegría en el corazón.
Aún más después de saber que Ana Laura es ginecóloga, que tenía jornadas de trabajo muy demandantes y aún así, tener la determinación de mantener su lactancia exclusiva y seguirse preparando, en este caso, en un área tan sensible como la Tanatología, muestra de su profesionalidad y humanismo.
Soy testigo de cómo acompaña a sus pacientes para que tengan el parto que desean o la cesárea humanizada que merecen. La he visto referir a asesoría a las mamás que tienen alguna dificultad para amamantar para que logren la lactancia que anhelan.
Más allá de todo lo que yo pueda platicarte, es mejor su propio testimonio:
“Con mi primer hijo tuve lactancia por 1 año y medio. Tras 3 meses “de descanso”, llegó mi segundo bebé, al que he amamantado hasta el día de hoy, 2 años, 8 meses…
Hace un mes, aproximadamente, tuve una mastitis y no pude darle por 3 días.
Sentí un dolor que no puedo describir, no solo físico sino del corazón.
¿Cómo es que ya no le daría su lechita? ¿Cómo es que se iba a terminar así sin más esta etapa?
Bendito Dios, me recupere y volvió a pedirla. Entonces decidí que quería grabar no sólo en mi mente, sino de alguna forma esta maravillosa a etapa. Se me ocurrió hacer una sesión de fotos.
odas me parecieron maravillosas imágenes donde creo que captan todo lo que siento… y quiero compartirlas con ustedes.
Sé que me entenderán quienes tuvieron la oportunidad de vivir una lactancia.
A quienes no pudieron hacerlo por la razón que sea, quisiera decirles que no pasa nada, más no duden en promoverla, en verdad es el mejor regalo a un hijo…
Quienes están empezando, quiero decirles que los primeros meses pueden ser complicados (¡son una chinga, jajaja, literal!), pues a veces la lactancia no es solo instinto, se tiene que aprender. Mas, no desistan, confíen en su cuerpo, fue hecho para ello. Lleven un día a la vez y tómense muchas fotos para que vivan en su memoria, como ahora este estudio con mi hijo será testigo de nuestra historia”.
Para mí, es un privilegio y gozo ver como Ana Laura conjunta perfectamente su ser mamá, ginecóloga, tanatóloga y lactivista en tan pocas palabras.
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