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miércoles, abril 24, 2024

Conocer lo que se siente en carne propia

Una alumna que estudia en Filosofía y Letras  de la Universidad de Guanajuato, me platico algo que  vivió que me parece digno de compartir: tomó su camión para ir a clases rumbo a Valenciana, en el camino se dio cuenta que un joven se subió al camión, su apariencia era desaliñada, tatuado y con una sudadera oscura con la capucha puesta, al ver pasar a este joven por el pasillo del camión, se dio cuenta que el tipo la miró, en ese momento, me cuenta la alumna, comenzó a sentir en su pecho y en la parte alta de su estómago una sensación de temor y nerviosismo en sus piernas, el joven se sentó unas dos hileras atrás de ella y al lado, en un ángulo que la alumna percibió que podría estar mirándola de manera lateral durante el trayecto, en el camino esta joven dice haberse sentido a cada momento más y más insegura, comenzó a recordar e imaginar  las historias de terror, violencia y abuso que por un lado  sí que suceden, aunque también son magnificadas a través del amarillismo en redes sociales y medios de comunicación.

Al llegar al lugar donde tenía que bajarse, se apresuró para salir del camión, se bajó y miró de reojo hacia donde estaba este joven y advirtió que el tipo la miraba y bajaba rápidamente detrás de ella, la alumna se vio prontamente alcanzada por el chico  el cual le hablo fuerte “Oye amiga”, “se te olvidó tu computadora” e inmediatamente le dio su laptop -que ante su temor había dejado olvidada en el asiento-  regresando el joven a la misma velocidad al camión con la que se había bajado.

La alumna se quedó muda, miró su laptop y volvió su vista al joven que ya se encontraba tomando nuevamente su lugar en el camión, dándose cuenta de que el tipo ya no volteo en ningún momento para mirarla.

Lo último que la alumna comentó sobre su relato fue “lo que desafortunadamente no pude, es darle por lo menos las gracias”.

Si bien, es claro que es necesario en algunos momentos y lugares estar atentos y despiertos, hay otras veces que, sin una causa concreta a nuestro alrededor, nos encontramos temerosos y angustiados, sólo basta un pensamiento, un recuerdo o imaginar una situación adversa, para sentirnos inmediatamente tensos y contraídos en nuestro pecho y estómago, y con un sentimiento amenazante o de enojo,  si vamos por la vida con esta tensión  no podremos distinguir entre otras cosas,  lo que es una amenaza real de una imaginaria producto de nuestra propia inseguridad.

Hay una premisa fundamental que hay que recordar: para poder cambiar los estados de miedo, tristeza e ira, que tanto nos rondan, necesitamos conocerlos y aceptarlos tal como son, no como quisiéramos que fueran. El confiar en poner más nuestra atención en las sensaciones que sentimos es fundamental para poder conocernos a nosotros mismos, profundizar en ello para luego reflexionar y comenzar a distinguir, si estas sensaciones vienen de las experiencias y recuerdos de situaciones difíciles que hemos vivido, o de realidades concretas que están pasando alrededor, nos permitirá ser más dueños de nosotros mismos.

Conocer lo que sucede en la propia carne, nos hace aliados de nosotros mismos, desconocerlo nos coloca a la deriva y en riesgo de traicionarnos una y otra vez, poniéndonos tensos cuando toca disfrutar, pasivos cuando toca actuar, débiles cuando corresponde poner límites, indiferentes cuando hay que solidarizarse y a la defensiva cuando hay que abrirse y amar.

Y como toda nuestra vida la seguiremos pasando en nuestro propio cuerpo, es decir en nuestra propia carne, no habrá otra mejor inversión que el conocer lo que en nosotros sucede, reflexionar, ser solidarios con nosotros mismos para poder también ampliar nuestra percepción y dejar de hacer generalizaciones que no son adecuadas:  no todas las personas vestidas de cholos son delincuentes.

Ricardo Solórzano Zínser
Ricardo Solórzano Zínser
Psicólogo egresado de la Universidad Autónoma Metropolitana, con estudios de Maestría en Psicoterapia Gestalt en el Instituto de Terapia Gestalt Región Occidente. Se dedica a la atención psicoterapeutica, es facilitador de proceso de desarrollo humano en instituciones gubernamentales, no gubernamentales y docente en el Departamento de Educación de la Universidad de Guanajuato impartiendo en la Maestría en Desarrollo Docente, y en el Departamento de Matemáticas de esta misma institución.

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