- Publicidad -
viernes, mayo 9, 2025

Entre mentiras y verdades

A los abogados y a los psicoterapeutas no les importa que el cliente les confiese la verdad acerca de los detalles relacionados con las causas del asunto que están tratando, la diferencia es que para los abogados lo importante es hacer creer que la versión del cliente parezca verdad y para los psicoterapeutas lo importante es que el consultante tome conciencia de que su mentira es una verdad deseada.

Cuando los abogados en sus litigios requieren fortalecer y sustentar el caso y solicitan el apoyo de un peritaje psicológico, el psicólogo, que generalmente se desempeña aparte en la consulta como psicoterapeuta, se enfrenta ante el dilema ético de subordinar la compleja verdad: la que envuelve a los agredidos y agresores, a los ofensores y víctimas, a los astutos e ingenuos, reducir la complicada realidad del agresor que ha sido agredido y del agredido que ha sido agresor, al sustento de pruebas lo mejor posible planteadas para igualarlas con la versión del abogado y del cliente.

Al abogado, sin importarle mayormente que la versión del cliente se trate de una mentira o de una verdad a medias, no es de su interés entender que la mentira es un deseo que encubre la realidad y la motivación del cliente. En los conflictos de pareja, puede tratarse de odio desatendido que se expresa en el deseo de quitarle los hijos a la madre, sin importar  corromper el lastimado ánimo de los pequeños y contagiarlos de animadversión e incluso produciéndoles daño para vicariamente afectar a la madre, o cuando se trata de divorcios, herencias, incapacitaciones, etc., esgrimir por una u otra de las partes un énfasis que distorsiona y sesga la realidad hacia la versión que los favorezca, dando por resultado el expediente convincente para el juez.

El deseo de que las cosas sean de una manera distinta a lo que son, nos lleva a crear versiones tan diversas de la realidad como seres humanos existen, muchas de estas pueden ser ingenuas y tiernas, una niña que con la boca manchada de chocolate dice no haberlos probado, también puede haber mentiras perversas, malévolas y sofisticadas, como la afirmación del expresidente norteamericano Donald Trump “tengo a la gente más leal, podría pararme en mitad de la Quinta Avenida y disparar a gente y no perdería votantes”. La niña en su deseo de no ser regañada por haber sacado los chocolates del “cajón secreto” y comérselos, en su inocente rostro muestra la verdad de la mentira, a Trump le importa que las personas imaginen un escenario en el que lo perciban disparando a gente en la Quinta Avenida y posteriormente los ciudadanos saliendo a votar a su favor, la mentira deseada: “aun matando no perderé votantes” muchos norteamericanos la hacen suya, votaron por él, y la mentira deseada se convierte en realidad, fue electo.

Así como no hay peor ciego que el que no quiere ver, no hay peor mentiroso que el que no quiere conocer la verdad, no me refiero a la verdad con “V”, que seguramente no existe, ¿quién sin adherencias religiosas o totalitarias podría considerar tener la Verdad?, se trata de verdades más cercanas y simples.

Varios siglos de años atrás se planteó una máxima, se atribuyó a Sócrates, aunque seguramente fue expresada mucho antes de que este filósofo viviera: “conócete a ti mismo”, tremendo brete para la humanidad actual en la que la prioridad y la distracción es conocer a los otros, en que el interés está en lo que comunican los demás y el propósito es obtener el agrado de los otros ante lo que uno trasmite, no importa si es en una red ampliada como YouTube, Facebook, TikTok o por medio de los mensajes de WattsApp, la ansiedad latente está presente ante la espera de que la respuesta sea en anuencia y agrado.

En este modelo sabemos que el criterio de las personas influyentes son el referente a seguir y reproducir, el sueño es tener muchos seguidores, ¿verdad?, de manera que el marco de referencia “conócete a ti mismo” ha pasado a “conoce a los demás”, “conoce lo que los demás conocen y sigue lo que ellos siguen para obtener aceptación”, sumemos likes. El parámetro de referencia de aceptación no puede ser el Yo, porque el sujeto no existe como un ente sólido en cuanto a su dimensión interna y real en conocimiento de sí, nuestra atención está dirigida hacia afuera de nosotros, no aparecemos más que como un eco y una sombra del modelo externo, así, al no haber autoconocimiento en cuanto a lo que sentimos y pensamos en nuestro propio, único e irrepetible ser, paradójicamente sufrimos entre otros motivos de soledad. Tampoco puede haber verdad, solo remedos de la versión de verdad de los demás, nos encontramos vacíos y solos de no encontrarnos con nosotros mismos.

Una volteadita hacia sí mismo de manera más frecuente no estaría nada mal, desde allí es más fácil saber donde ir porque no hay mejor lugar a donde ir que cuando sabemos dónde estamos. Se ha dicho y dicho bien, que una persona valiente es la que se atreve a vivir siendo leal a su corazón, dar un brinco para adentro sin necesidad de moverse ni un centímetro, respirar tranquilos y sentir es el aprendizaje natural de los mamíferos, recordemos: nosotros los seres humanos seguimos siendo mamíferos y nuestra naturaleza inherente también se nutre del amor y el contacto ahora y aquí. No es posible la armonía personal ni social hasta que demos ese brinco cuántico hacia dentro, regresemos a casa como lo hacíamos cuando éramos lactantes y maternales, y desde allí salir al encuentro con los demás, ahora con la conciencia de ser, más en silencio interior y menos en verborrea mental, para esto no necesitaríamos estudiar en universidades.

Ricardo Solórzano Zínser
Ricardo Solórzano Zínser
Psicólogo egresado de la Universidad Autónoma Metropolitana, con estudios de Maestría en Psicoterapia Gestalt en el Instituto de Terapia Gestalt Región Occidente. Se dedica a la atención psicoterapeutica, es facilitador de proceso de desarrollo humano en instituciones gubernamentales, no gubernamentales y docente en el Departamento de Educación de la Universidad de Guanajuato impartiendo en la Maestría en Desarrollo Docente, y en el Departamento de Matemáticas de esta misma institución.

ÚLTIMAS NOTICIAS

ÚLTIMAS NOTICIAS

LO MÁS LEÍDO