- Publicidad -
jueves, marzo 28, 2024

Tu destino es hacer crecer tu dinero

Así justamente aparece un anuncio en los pasillos de espera en el aeropuerto de la CDMX.

Para dimensionar esta frase, consideremos dos ámbitos de vida: El primero es cuantitativo, la llamada esperanza de vida, que en nuestro país es de unos 79.5 años de vida para las mujeres, por unos 74.7 para los hombres. El segundo aspecto, el cualitativo, referido a la calidad con que vivimos la propia vida. Definir la calidad de vida tiene su complejidad ya que es un concepto sumamente subjetivo, podríamos distinguir algunos indicadores: salud, seguridad, vivienda, acceso a servicios básicos, transporte, relaciones de amistad, familia y comunidad, educación, productividad y autoestima, e incluso inteligencia emocional, espiritualidad y religión.

Ustedes y yo hemos oído hablar una y otra vez del modelo neoliberal, justamente podríamos patentizar el espíritu de éste modelo con la frase: “Tu destino es hacer crecer tu dinero”, la que trae consigo implícitos otros mensajes que normalizan posturas realmente perversas y denigrantes, como aquella que fue dicha en un encuentro de jóvenes narcodelincuentes con el entonces presidente Felipe Calderón -aquel que recordaremos como el presidente que priorizó la guerra contra los carteles de la droga como la principal estrategia para afrontar este conflicto-. Uno de los jóvenes le dijo al presidente: “Prefiero vivir tres años de rey que treinta de wuey”, refiriéndose al trabajo que su propio padre, ya jubilado, habrá hecho durante treinta años, recibiendo un mínimo salario y una pensión raquítica.

Esta frase, que por cierto fue convertida en el credo por los carteles de la droga para reclutar jóvenes en pobreza y ninis, ilustra el drama humano en el que vivimos, como lo decía José Saramago: El principal poder en la actualidad es el dinero.

No pretendo soslayar la importancia de la economía, el propósito es que dimensionemos que el dinero es un medio que cuando se convierte en un fin, no hay escrúpulo que se respete, al grado de pasar incluso por la vida de alguien más sin sentir el menor de los remordimientos.

Mucho hay que revertir, empecemos por regresar a lo básico, pero ¿qué es lo básico? Como esta es una pregunta que su respuesta es difícil de generalizar, daré una opinión desde mi relativo punto de vista. Iniciemos por considerar que una de las partes fundamentales con las que se nutre esta boca voraz del dinero como principal valor en la vida, es cumpliendo el llamado sueño americano, que nos tiene vendida la idea del consumo sin parar, estableciendo el qué, el dónde, el cuándo y el cómo consumir. “Consumo luego existo”; esta forma de vida por supuesto es una esclavitud, ya que para muchos el no poder adquirir productos o servicios que son plenamente postergable y superfluos, les coloca en una condición de angustia y ansiedad de gran magnitud. Aquí no hay distancia entre el político que ha tomado su cargo como un medio para hacerse rico, el empresario que carece de miramientos para considerar las consecuencias sociales y ecológicas en sus proyectos de engrandecimiento, la joven que quiere su nuevo teléfono celular, o el joven que pretende vivir como rey participando del crimen organizado.

No es posible pretender mejor calidad de vida, si no tengo claridad sobre cómo he acabado por creerme que para ser exitoso y estar satisfecho se requiere no parar de consumir, y entender que esto no forma parte de las cosas más importantes de la vida, las simples y esenciales: como tomar agua, comer una torta y aprecia tu compañía; generar una forma de relación de colaboración mas que de poder y ansiedad, en la que los principales cómplices son la familia, los amigos, la comunidad de vecinos, los compañeros de trabajo y quien se deje.

Ricardo Solórzano Zínser
Ricardo Solórzano Zínser
Psicólogo egresado de la Universidad Autónoma Metropolitana, con estudios de Maestría en Psicoterapia Gestalt en el Instituto de Terapia Gestalt Región Occidente. Se dedica a la atención psicoterapeutica, es facilitador de proceso de desarrollo humano en instituciones gubernamentales, no gubernamentales y docente en el Departamento de Educación de la Universidad de Guanajuato impartiendo en la Maestría en Desarrollo Docente, y en el Departamento de Matemáticas de esta misma institución.

ÚLTIMAS NOTICIAS

ÚLTIMAS NOTICIAS

LO MÁS LEÍDO