- Publicidad -
viernes, marzo 29, 2024

La Bruja

Por: Deusdedit Diez de Sollano Valderrama*

 

20160522-bruja1

El terror domina gran parte de nuestra vida, esa es la razón por la que nos sentimos apegados a él de manera instantánea. No necesitamos ir muy lejos para pensar en esta sensación, después de todo nuestra vida diaria está rodeada de situaciones que nos hacen erizar el alma. Pero si lo hacemos, es decir, que vaya más allá de nuestras capacidades de razonamiento, nos captura su misterio, las razones por las que existe y obvio: la idea de que nuestro pellejo no está a salvo.

Esto en el cine representa una de las aventuras más complicadas de presenciar. El género existe desde la concepción del séptimo arte y ha evolucionado de manera constante, es razonable que aquel Frankenstein de 1931 no les dé pavor a los jóvenes pero sí la idea de que un fantasma ronde por sus redes sociales. Porque eso trata de hacer el género, vivir con nosotros y encontrar las nuevas ideas que nos desagradan, ponernos a prueba.

¿Odio lo que se ha convertido en estos años? Pues, un poco. Ahora es más barato y vuelve al cinéfilo un ser precoz que no tiene la paciencia de presenciar lo que se llama generar tensión. No por ello quiero decir que todas las películas de horror modernas sean horrendas, pero me he dado cuenta de que aquellas que terminan por ser de mi agrado son las que se vuelven una ventana hacia el estilo y temas de otras épocas.

Ahí donde La Bruja entra.

William (Ralph Ineson) reniega de su pueblo que tacha de falsos cristianos, mientras otros lo ven como un hombre enfermo que predica mal la palabra de Dios. Es por ello que vive alejado de la sociedad junto a su familia, su esposa Katherine (Kate Dickie), su hija mayor Thomasin (Anya Taylor-Joy), Caleb (Harvey Scrimshaw), los gemelos Mercy y Jonas (Ellie Grainger y Lucas Dawson) y el nuevo miembro de la familia Samuel.

Buscando una vida que le agrade al señor creador.
Buscando una vida que le agrade al señor creador.

Una tarde, mientras Thomasin juega con Samuel este de la nada desaparece. La desaparición del bebé afecta a toda la familia que ve con desagrado a la hija mayor y comienzan a sospechar sobre quién o qué se llevó al niño, pues según los gemelos, la cabra negra de la familia dice que fue una bruja.

20160522-bruja3

Debemos de hablar sobre el elefante en la habitación y que se ha vuelto el enemigo de la película: la publicidad. Publicidad que ha mencionado que La Bruja es la mejor película de terror de nuestros tiempos, esas son palabras mayores que terminan decepcionando a la audiencia por la idea moderna de terror. La ópera prima de Roger Egger carece de “jump scares” y “found footage” pero si el que pagó el boleto del cine es el adecuado encontrará una gran película.

Egger basándose en el folclor clásico de las brujas y los cuentos de hadas decide montar una película de suspenso en donde una familia comienza a resquebrajarse por la desconfianza y los valores que tratan de predicar. Tratándose de una familia aislada por la sociedad y en busca de la conquista de un terreno desconocido su situación resulta ser bastante lastimera, y le pega a la audiencia porque a pesar de vivir en extremo con la religión y las viejas costumbres, no son malas personas.

Usa los elementos sobrenaturales de tal manera que no son fáciles de apreciar y aparecen de manera imponente como un bosque de ramas retorcidas sin fin. Es decir: el horror está allá afuera, latente, y es lo que va a terminar de destrozar a esta familia, sin embargo espera con cautela para poder atacar de manera visceral e inesperada.

Así mismo pone a tela de juicio la forma de vida tradicional de las mujeres y hombres de la época con los personajes de Thomasin y Caleb, interpretados por Anya Taylor-Joy y Harvey Scrimshaw respectivamente. Thomasin tiene un aspecto virginal y sufre de la desgracia de ser mujer en la época, en donde tiene la misma utilidad que el ganado, mientras que Caleb es un puberto que de manera punzante comienza a apreciar el juguetón pecho de su hermana -lo cual es entendible si tomamos en cuenta de que es una familia sin vecinos- pero nunca de una manera agresiva, más bien confundido y debatiéndose sobre las enseñanzas de su padre y lo que siente.

Este par reformula uno de los elementos tradicionales que encontramos en los cuentos de hadas, del cómo sus familias piensan en deshacerse de ellos y su entrada al enigmático bosque.
Este par reformula uno de los elementos tradicionales que encontramos en los cuentos de hadas, del cómo sus familias piensan en deshacerse de ellos y su entrada al enigmático bosque.

El otro detalle fascinante de la película, es su aspecto visual. Roger Egger y el cinefotógrafo Jarin Blaschke deciden deliberadamente que el formato de su película sea el de 1:66:1. Esto le da una apariencia de cuadro pequeño al filme que nos recuerda a los clásicos de Universal o de películas de antes de los años 50, aunque el efecto hubiese sido aún más cautivante si se hubiese filmado con rollo y no de manera digital. Y el trabajo de Blaschke, que también se estrena como su primer largometraje es increíble; usa luz natural de tal manera que las escenas se debaten entre una luz platinada y de cobre. Los movimientos de la cámara son calmados o inexistentes, acercamientos sutiles y las tomas son tan largas que permite a uno apreciar las actuaciones de los personajes sin perder algún detalle.

Los realizadores han mencionado que no tienen en sí una inspiración para el aspecto visual del filme, pero es innegable que al verla lo primero que pasa por tu cabeza son las pinturas negras de Goya.
Los realizadores han mencionado que no tienen en sí una inspiración para el aspecto visual del filme, pero es innegable que al verla lo primero que pasa por tu cabeza son las pinturas negras de Goya.

El otro elemento esencial es la música, en donde el trabajo de Mark Korven es incómodo a más no poder, no es disfrutable fuera de la película a menos de que quieras escuchas cánticos de aquelarres y unos violines chirriones, pero para la película logran su cometido de hacernos sentir incómodos, de que algo está mirando a los personajes.

The Witch (Original Soudtrack Album) en Spotify

Para ser la primera película de Egger resulta agradable el resultado, pues ha comprobado ser un cineasta capaz de realizar películas que resuenan por su agudeza tanto visual como de contenido. Quizás el gran pecado de La Bruja bajo la idea popular es que efectivamente “no espanta”. Pero opta por dejar incómoda a la audiencia que comienza a analizar si lo que le sucedió a la familia fue por su ineptitud, por orgullo, o quizás la razón vaya más allá del concepto lógico y con miedo comprobemos de que a veces… a veces el mal puede más.

 

*Deusdedit Diez de Sollano Valderrama es comunicólogo, amante de todas las artes y experto en crear debates que no son nada útiles. Lleva su vida sobre un concepto numérico sin sentido y encuentra inspiración en cosas minúsculas, a veces colecciona cosas para recordar quién es.
Facebook de Deusdedit Diez de Sollano
@Tidedsued

ÚLTIMAS NOTICIAS

ÚLTIMAS NOTICIAS

LO MÁS LEÍDO