“Paw, enfurecido siempre contra el Nuevo Mundo, llama bárbaros y salvajes a todos los americanos, y los reputa inferiores en sagacidad e industria a los más groseros y rudos pueblos del Antiguo Continente”.
Así inicia Clavijero, expulsado de la Nueva España por Carlos III en 1767, este capítulo del extraordinario libro “Historia Antigua de México”, escrito desde el exilio, entre 1767 y 1781, y al parecer publicado en 1781.
Más abajo dejo la liga de la biografía de este personaje, que como criollo tenía sentimientos novohispanos muy encontrados hacia la Corona Española.
En gran medida el Siglo XVIII, abrió las puertas para muchos movimientos sociales en la América colonizada, que iniciarían a principios del Siglo XIX.
El principal motivo para hacer la recomendación de este libro, es el gran trabajo que hace Clavijero con respecto a las costumbres y modo de vida de los indígenas mexicanos del Siglo XVI, en el momento del contacto, y defendiendo a capa y espada, que no eran para nada lo que aseguraban gente, como Paw, que afirmaban las cosas sin conocer en persona todo lo que Clavijero vivió como parte importante de la educación de frente a los indígenas. La defensa va desde los aspectos económicos, tecnológicos, de la fabricación de navíos, de las letras, de las artes, de la religión, entre otras muchas cosas.
Coincido con muchos de mis colegas, que debería ser una lectura OBLIGADA para todos los mexicanos, pero sobre todo para los que en la actualidad, siguen pensando que los indígenas carecían de una “alta cultura”, tal y como se presumían los europeos que llegaron a conquistar América.
Nada más lejano de la realidad, simplemente eran dos culturas distintas, con dos cosmovisiones y elementos distintos. No pueden existir culturas superiores o inferiores, solamente diferentes, y todas son valiosas para entender el desarrollo de la humanidad, con los aciertos y deficiencias, que caracterizan a nuestra especie.
Clavijero sentó las bases de un patriotismo novohispano con miras a la emancipación de la Corona para ser un país independiente, que él proponía se le llamase Mejico. El descubrimiento de dos piezas claves en la cosmovisión indígena, La Piedra del Sol y La Coatlicue, pocos años después de su muerte en Bolonia (1787), reafirman las ideas pro indígenas y de independencia y lo cual sería motivo de otro análisis en esta columna a personajes como León y Gama, Sigüenza y Góngora y Alzate, novohispanos ilustrados, que se encargaron de un estudio muy amplio de estos importantes iconos indígenas.
Las ideas legadas por Clavijero desde el S XVIII son el parte aguas ideológico para consolidar el movimiento independentista encabezado, inicialmente por Primo Verdad en 1808 y continuado por Hidalgo en 1810, y que culminó con una malograda independencia en 1821, y la base para iniciar un imperio impuesto por uno de los personajes más nefastos de la Historia de México: Agustín de Iturbide.
Así que no me queda más que invitarlo a leer esta gran obra, de un jesuita novohispano ilustrado, que defendió el lugar que lo vio nacer en calidad de criollo, en una Nueva España, permeada por un clasismo exacerbado, como pocos se han visto en la historia mundial.
Estimado lector(a), después que tenga oportunidad de leer esta obra, espero su comentario y la dirección de su correo electrónico al final del análisis, de esa forma podremos compartir las sensaciones que le provocó esta recomendación.
Dejo la liga de la biografía de Francisco Xavier Clavijero, para que pueda saber más de este gran personaje.
El siguiente libro para compartir será la “Visión de los vencidos”, del emérito investigador Miguel León-Portilla, que hace un relato de los acontecimientos, unos pocos años de la llegada de los europeos a tierras de lo que hoy es México, concretamente a la Cuenca de México y hasta después de la conquista, todo esto a través de un sinfín de documentos analizados