Hay diferentes tipos de lucha, al menos cinco, entre ellos, los más famosos son: la grecorromana, el yudo y de contrallaves, también conocida como lucha libre, que en México representa uno de los deportes más populares, se practica en arenas de todo el país.
Aquí en León teníamos la famosa Arena Isabel y actualmente hay varios rings itinerantes.
Entre los grandes íconos de la lucha libre en México tenemos al Santo, al Rayo de Jalisco, Blue Demon, que son además enormes ídolos del pancracio. Y también otros ejemplos como El Solitario y el Perro Aguayo, ellos cinco formaron parte de la época de oro de este deporte.
Estos luchadores fueron extraordinarios deportistas que fueron además grandes maestros que enseñaron su técnica a las nuevas generaciones: su forma de brincar, de volar, de realizar llaves como la “hurracarrana”, la “Tapatía”, la “Cegadora” o la “Mística”.
La Tapatía, por ejemplo, es cuando ya inmovilizado el luchador por la parte de atrás, le pegan en las corvas y le hacen presión ahí para poderlo rendir, doblándole los brazos hacia atrás.
Y todos los luchadores usan la patada llamada “La Filomena”, que es doblar por la parte de atrás y golpear en las costillas y en el estómago para poder rendir a los luchadores en la lona (el piso).
El Santo, El Rayo de Jalisco, Blue Demon, El Solitario y el Perro Aguayo, varios de ellos por lo menos, les enseñaron a sus hijos sus diferentes técnicas de lucha y a su vez, sus hijos están enseñando a los nietos el amor por el deporte del pancracio.
Pese a que muchas personas aseguran que la lucha libre es puro espectáculo, puro show y que los deportistas fingen los golpes, desde mi punto de vista creo que no lo es tanto, porque a veces sí se lesionan y cuando se lesionan no pueden luchar.
La lucha libre es un deporte de contacto, donde los participantes se pueden lastimar pero no deben hacer alarde de sus capacidades como luchadores, porque las lesiones sí están a la orden del día.
Ha habido veces que a pesar de sus lesiones físicas, luchan aunque los comisionados no les dan permiso de subir al ring hasta que no se alivien de sus respectivas lesiones, por ejemplo, el caso de Octagón, tenía el brazo luxado y las autoridades correspondientes del área médica lo checaron, lo han llevado en camilla, para revisarlo tras los golpes, que incluso son en partes lumbares, por el uso de objetos como palos y sillas, para golpearse y pueden lastimarse de verdad.
De ahí la importancia de tener equipo y personal médico capacitado durante las funciones.
Ojalá que las diferentes arenas ya tengan todo lo necesario para asegurar que los luchadores serán atendidos en caso de necesitar atención tras sus patadas, sus llaves, con todo y la precaución que tienen.
Esto relativo al caso de la muerte del luchador conocido como Hijo del Perro Aguayo, en marzo de 2015, en la arena de Tijuana, tras pelear con Rey Misterio.
Todos los luchadores se unieron y fueron a su velorio, ya que el medio luchístico es muy unido cuando un compañero está en desgracia como en el caso de Pedro Aguayo Jr.
Las empresas
Las dos empresas principales de la Lucha Libre Mexicana son el Consejo Mundial de Lucha Libre, una empresa nacional que tiene más de 60 años de creación y que lleva el espectáculo de manera profesional para que la gente o las personas que les gusta la lucha libre se diviertan. La segunda empresa es la AAA (Triple A), una corporación muy importante a nivel nacional que tiene la posibilidad de cubrir todo el país con funciones de este tipo de deporte-espectáculo.
Algunos exponentes
Atlantis es el creador de la “Atlántida”, una llave similar a la Mística, donde castigan el brazo, cruzándolo y por medio de la presión que se hace, el que la recibe debe rendirse.
También está el grupo de luchadores que constaba de tres hermanos, “El Brazo de Oro” “El Brazo de Plata” y “El Brazo” (quien ya murió).
El Pirata Morgan y Conan son dos ejemplos de cómo lo robusto se puede usar también para luchar: imponen al rival solo de verlos, por el peso.
Luchadores “exóticos”
Hay otro tipo de luchadores, llamado “exótico”, que suelen aparecer a veces en funciones mixtas. Suelen haber combinaciones de un luchador famoso como el Hijo del Santo, con el exótico Pimpinela, que hacen equipo contra, por ejemplo El Pirata Morgan y Polvo de Estrellas.
La participación de los exóticos lleva verdadera diversión para el público, porque cada golpe que dan les causa un montón de risa pero el golpe que reciben, un montón de dolor, ahí sí es evidente que es puro show, en el que hasta los réferis participan.
Los réferis
Uno de los más famosos es “El Hijo del Tirantes”, que a veces reciben besos, hasta en la boca, de los luchadores exóticos. Ellos se enojan y los avientan “con desprecio” como para provocar las risas del público.
Es bien conocido que, dentro del mismo espectáculo, que los rudos “compran” a los réferis, que terminan casi siempre dando como ganadores a éstos frente a los técnicos.
La lucha femenil
Hay grandes exponentes en la lucha libre para mujeres, está Lolita, quién siempre se viste como “becaria sexy”, está Martha Villalobos, que usa su peso para rendir a sus rivales, Marcela es otra luchadora técnica muy dada a dar golpes de mano en la cara y en el pecho con los cuales derriba en la lona.
También hay otra del bando de los rudos que es Goya Kong, de estilo un poco más femenino, igual de fuertes pero sutiles, por así decirlo.
Además, son famosas las hermanas Fabi y Mari Apache, hijas del Apache. Los golpes de Fabi Apache son un poco más rudos; y aunque ella es técnica, es dura y “broncuda” en su forma de golpear y responder, así como de provocar a su rival. Utiliza también técnicas de yudo y de grecorromana.
En cuanto a Mari Apache, es una luchadora muy fuerte y aguerrida, aunque ella no es tanto de provocar, sino de defenderse; da golpes de pecho y sabe aplicar la mayoría de llaves anteriormente descritas.
Y para las luchadoras es poco más complicado porque tienen dos papeles: el de deportistas profesionales y madres de familia.
La lucha libre es un deporte que divierte a las personas que lo ven por televisión y en vivo, es un deporte que agrada a mucho público a nivel general y tiene mucho sacrificio porque los participantes son profesionales: tienen que entrenar cuatro o cinco veces a día, ponerse a dieta y cada ocho días salen a dar su máximo esfuerzo.
* Juan Pablo García Gollaz es fanático de la música, escritor de vivencias, participante y medallista en las Olimpiadas Especiales en el deporte adaptado de “bochas” y de carrera en silla de ruedas.
