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martes, abril 23, 2024

La reforma en el PAN

Después de meses de una gran expectativa sobre la renovación del Partido Acción Nacional, la semana pasada este instituto político llevó a cabo  su 17ª Asamblea Nacional Extraordinaria para poner en la mesa de la discusión una reforma de sus estatutos que se veía “light”, a pesar de que con mucha antelación se constituyó una comisión en el Consejo Nacional que promovió una “amplia consulta entre la militancia y la ciudadanía”, como si nada hubiera pasado a pesar de la derrota sufrida en las elecciones federales pasadas, no se veía que la reforma contuviera algún ingrediente que  hiciera terminar con los intereses de grupos y los cacicazgos que han postrado al PAN en los últimos años. Sin embargo, para sorpresa de muchos y ante la mirada atónita y desencajada de sus dirigentes nacionales que hasta ese momento parecían tener todo controlado, a la hora de votar en lo particular las reservas a numerosos artículos, el Senador Javier Corral Jurado, oriundo de Chihuahua, presentó a la asamblea una propuesta de reforma que nadie esperaba, que no estaba en el script, y que fue aprobada por una abrumadora y jubilosa mayoría de sus 9, 300 delegados: la Asamblea resolvió otorgar a todos los militantes del partido el derecho a elegir de manera directa por voto libre, universal y secreto a los Presidentes de los Comités Directivos Municipales, Estatales y del Comité Ejecutivo Nacional, y a sus comités. Se trata de una de las reformas más importantes que se han realizado en las últimas décadas y constituye  un giro trascendental para iniciar la recuperación política y la rehabilitación moral de Acción Nacional, tras la mayúscula derrota electoral sufrida el año pasado. El cambio supone una nueva época, y sin duda, un estrujamiento a las élites, grupos y cacicazgos que se han enquistado en las estructuras del partido en todo el país.

El PAN debe volver a ser un partido democrático, con principios y valores éticos, que vuelva a despertar las conciencias de la gente y que no pierda la vocación de Bien común que siempre había tenido. Una escuela de democracia ciudadana. Puedo afirmar que el PAN ganó elecciones porque la gente, que estaba harta del PRI, vio en Acción Nacional la esperanza de tener un México mejor, dirigido por gente más honesta y sin apego a los intereses que durante décadas frenaron el desarrollo de nuestro país. Puedo afirmar también, que durante los primeros gobiernos, el PAN tuvo una misión de trabajo literalmente consagrada al servicio de los ciudadanos y a promover su participación en la vida pública, lo digo porque soy testigo pleno de ello, por eso volvió a ganar elecciones, sin embargo, con el tiempo, el interés de permanencia en poder de una militancia burocratizada generó una casta que dejó de luchar por la gente para centrarse sólo en su sobrevivencia laboral.  La vida del Partido giró desde el año 2000 en torno al ejercicio del poder público y fue perdiendo su esencia democrática y ciudadana hasta que a partir del 2006 el proceso de deterioro interno se fue agravando con la indebida e inmoral intromisión de actores del gobierno, en muchos lugares donde el PAN gobernaba, en la vida interna del partido generando un estado de descomposición cultural muy grave que trajo como consecuencia la pérdida de credibilidad de la gente sobre el partido que otrora había sido su esperanza. El círculo perverso se fue convirtiendo en una espiral creciente al impulso de grupos de poder enfrentados entre sí continuamente y se fueron sustituyendo los valores de la vocación de servicio y del humanismo por la regla no escrita que empezó a dictar en las contiendas internas que “el que gana, gana todo y el que pierde, pierde todo” asumiendo irresponsablemente que siempre iba a tener el voto mayoritario de la ciudadanía. Hay que decir, sin embargo, que las ideas básicas que representan los anhelos de los panistas siguen intactas. Las ideas libertarias y republicanas, que descansan en la noción de la eminente dignidad de la persona humana, siguen teniendo validez y no han tenido caducidad. Ha sido lo adjetivo, lo procedimental, lo que se ha votado. No para destruir el partido sino para reencauzarlo a su ideal democrático. El partido requiere regresar a su voluntad ciudadana individual que es la suma de todos en un momento dado. El partido quiere regresar a la democracia interna, real y efectiva y no a la parálisis y a la falta de circulación de sus directivos y de sus órganos. No quiere ser un partido corporativo ni de elites o cuadros que solo ven por su interés. Acción Nacional quiere renovar su vida interna para seguir siendo el partido defensor de la democracia, la persona humana, y la libertad. Por el bien de México.

 

Correo electrónico: ricardo.torres@iideha.mx

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Ricardo Torres Origel
Ricardo Torres Origel
Director General del Instituto Iberoamericano de Desarrollo Humano y Alta Dirección, S.C. www.iideha.edu.mx Facebook.com/Ricardo Torres Origel Twitter @torresorigel ricardo.torres@iideha.edu.mx

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