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domingo, abril 27, 2025

La vergonzosa historia de Aunt Jemima

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Yo creo que muchos de nosotros hemos visto a nuestros padres preparar el desayuno y de manera directa no podemos dejar de asociar estos momentos con colores, olores, sabores, lugares, y por supuesto: marcas. Entre las figuras que uno siempre puede reconocer, está la de la mujer de color que aparece en la caja de la masa para hot cakes, su nombre y figura aparece en waffles, en jarabe de maple… siempre con una sonrisa que parece intuir la delicia de los panecillos que sólo se pueden lograr con su receta. Su nombre es Aunt Jemima y es una figura que a pesar de su aparente felicidad, remarca un episodio triste e incómodo dentro de la historia de Estados Unidos que ha traspasado barreras internacionales.

En un principio, el personaje de Aunt Jemima aludía a la caracterización de un sinnúmero de estereotipos raciales creados por los norteamericanos en shows de variedad. Estos se ataviavan de pintura negra y exageraban rasgos físicos de afroamericanos para interpretar personajes habitualmente flojos, fáciles de espantar, ineptos e ignorantes… y sobre todo felices con estas percepciones, hombres y mujeres que estaban cómodas con su posición socio cultural. De ahí aparece uno de los personajes más prevalecientes siglos después: el de la nana, o Mammy. La percepción de la Mammy es siempre una mujer gorda,, de edad media, piel de tono oscuro y de nulo deseo sexual, dominada por gente blanca que permite que esta esté presente en sus hogares, sirviéndoles de comer a sus hijos y con una sonrisa en el rostro. Esta visión de la Mammy servía para consolidar los servicios y estilo de vida de la gente negra que, si podía esforzarse y ser complacientes llegarían a esa posición., posición con la que se econtraban felices. Aunado a esto estaba la noción de ser una figura repudiable para los esclavistas blancos, que consolidaba la idea de que estos no eran compatibles con la gente de color, amén de si las mujeres de las que eran dueños terminaban siendo las esclavas sexuales de sus amos, procreando hijos mestizos de los cuales no tenían oblligaciones ni sentido paternal.

Quizás el ejemplo más famoso que uno pueda identificar, sea el de Mammy, interpretada por Hattie McDaniel para “Lo que el viento se llevó” (1939) de Victor Fleming.

La figura de la Mammy fue una que para Chris Rutt Charles Underwood tenía potencial, después de todo dentro de esta realidad representaba el calor hogareño que muchas personas podían identificar. Esto fue particularmente una decisión de parte de Rutt, quien tras visitar un show de atracciones quedó fascinado con el personaje de Mammy que vio, llamado Aunt Jemima. El nombre de Aunt Jemima no se originaba en el show que Rutt vio, sino en una canción folclórica afroamericana popularizada por Billy Kersands, figura notoria dentro de este tipo de espectáculos, porque a diferencia de los habituales hombres blancos que interpretaban personajes negros, Kersands era un afroamericano.  Así, Aunt Jemima fue la figura presente en su producto: una mezcla de harina para panqués que sólo necesitaba agua, la idea a pesar de ser novedosa, no tuvo éxito y en 1890 el dúo vendió el negocio a Davis Milling Company.

Bajo la producción de la nueva compañía, se comenzó a trabajar en una campaña bastante inusual para su época, porque Davis Milling Company decidió que el personaje de Aunt Jemima sería uno de carne real, uno que las personas podrían conocer, y de paso constatar el gran sabor de sus panqueques: la compañia encontraría a su figura central no en un hombre ataviado en blackface como lo fueran las Aunt Jemima del pasado, sino en una mujer llamada Nancy Green.

Green nació como esclava en Kentucky durante 1834, pero tras la proclamación de emancipación aprobada en 1863, Green y su familia -junto con otros esclavos- se moverían a Chicago, en donde su vida no sería tan diferente a la que tuvo antes, trabajando como ayudante del hogar para la familia Walker. Estos animaron a Green de querer interpretar a Aunt Jemima tras ver un anunció que buscaba a la verdadera mujer tras los panqués, y Green ganaría la audición a la edad de 56 años.

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La nueva Aunt Jemima aparecería al público en la Feria mundial de Chicago de 1893, y la empresa no escatimó en la presentación, construyendo el barril más grande de harina del mundo para que la gente fuera a visitar el stand, sólo para encontrar a Aunt Jemima en medio de todo, cantando, cocinando panqueques y contando historias de su juventud en el viejo sur, al que uno podía acceder a través de estos relatos de negros agradecidos con la gente que los esclavizó, en donde no existían las tragedias que los esclavos llevaron consigo tras huir del infierno, en donde vivía Aunt Jemima, esclava del coronel Higbee, y a quien la compañía compró la receta de sus deliciosos hot cakes por unas barras de oro, hot cakes que ahora la gente podría llevar al hogar por unos cuantos centavos. La gente se volvió loca por el suceso, y Aunt Jemima vendió cerca de 50, 000 cajas de harina durante el transcurso de la feria, la cual hizo que Green recibiera una medalla por su trabajo. A partir de entonces, Green firmaria un contrato de por vida para la compaía, y se embarcaría en un tour nacional que trataba de lo mismo. La publicidad de Aunt Jemima funcionaba a tal grado, que cerca de 120 millones de cajas se vendían al año e inspirados por el éxito Davis Milling Compañy se bautizaría como The Aunt Jemima Mills Company.

A partir de entonces, los esfuerzos para hacer popular la imagen de Nancy Green se plantearon a través de una imagen que no abandonaba los intentos de mostrar a Aunt Jemima como un personaje grotesco que recordaba a su origen como la interpretación de un hombre blanco, una caricatura de la figura de Green.

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Aunt Jemima, what took you so long? – Pieces of History

La figura de Nancy era lo importante para una caja de harina sin gracia, a tal grado de que esta siguió siendo la imagen de Aunt Jemima posterior a su muerte en 1923. Tres años después la compañía sería comprada por Quaker, los cuales revitalizaron la imagen de Nancy, porque esta ya no podía asistir a eventos por obvias razones. La nueva Aunt Jemima sería Anna Robbinson, quien tuvo una campaña “revisionista”. Robbinson es diferente a Green, es una mujer para la que se aprovecha su peso y tono de piel, termina siendo la idealización de la Mammy, y de paso la idealización de respecto a la esclavitud. En el mundo de Aunt Jemima, la mascota recuerda su poder ejercido a través de sus postres, algo que ni siquiera los blancos pudieron obtener, por lo tanto, comprar Aunt Jemima era viajar a este mundo inconsecuente.

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El impacto de Aunt Jemima era tan notorio durante la primera mitad del siglo XX, que aparecía en todo tipo de material, particularmente en un programa de radio que duró 12 años al aire, en donde Aunt Jemima en esta ocasión interpretada por Tess Gardella una mujer de otra minoría: una italoamericana que se ganó la vida interpretando mujeres negras y que no era la excepción aquí, llevando a tiempos modernos el modelo de entretenimiento insulso del pasado.

El impacto de Aunt Jemima terninaría de manera abrupta durante las décadas de los años 50’s y 60’s, décadas en donde los movimientos sociales son el dá a día, y en donde si antes ya existían quejas por el personaje de retratar una visión falsa del esclavismo, ahora era demasiado grotesca para la gente que intentaba defender su valía en la sociedad. Para contrarrestar esto, Quaker intentó hacer cosas que no resolvían nada: Aunt Jemima abandonó su tono oscuro de piel y bajó de peso… la imagen de la mujer esclava estaba presente, pero ahora la publicidad ya no se encargó de recordar los campos de plantío sureños, además de quedar muda.

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Esto fue contraproducente, porque Quaker lejos de abandonar la figura, la trasladaba a un contexto del cual muchos defensores de la libertad social, veían revelado su pasado con sus madres trabajando con la misma noción de Aunt Jemima. La empresa comienza a recibir miles de quejas, y para 1967 Quaker cancela los anuncios televisivos de Aunt Jemima, además de quitar el nombre del producto en los restaurantes de Disneylandia.

La decadencia de Aunt Jemima llega a pasar por dos décadas, cuando en 1989 activistas en contra de la imagen protestan a tal grado de que Quaker responde… cambiando una vez más a Aunt Jemima de una manera tan floja: a la mujer le quitan el paliacate, adelgaza un poco más, y adquiere pelo rizado y aretes.

Two renditions of the Aunt Jemima icon · Race and Resistance: Then ...

Al hacer esto, también hacen una declaración, justificando que:

Reposicionamos a Aunt Jemima como una abuela trabajadora y de color.

Lo que básicamente representa la noción de la Mammy. Sin seguir entendiendo qué es lo que están haciendo mal, Aunt Jemima consigue que Gladys Knight sea la nueva cara de Jemima, sirviéndole hot cakes a sus nietos. Este comercial sigue intentando normalizar el asunto de Jemima  como una mujer servicial, y si bien las aspiraciones de modernizarla no son tan mal intencionadas, Quaker actúa demasiado lento en el asunto y nunca ha apoyado a los movimientos sociales que incomodan con su producto.

https://www.youtube.com/watch?v=B1zmnWUKe50

 

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