¿Por qué no debemos utilizar los regalos, a Santa Claus o los Reyes Magos para que las infancias “se porten bien”?
En ocasiones, las personas cuidadoras pueden llegar a sentirse frustrados al querer “poner límites” por no tener las herramientas necesarias para hacerlo. Y, en el último grito de desesperación, caen en las amenazas o chantajes con los regalos de Navidad.
Durante esta época, es muy común utilizar la Navidad como la mejor oportunidad para que las infancias obedezcan, por medio de algo que en realidad les hace mucha ilusión como Santa Claus, los Reyes Magos, o cualquier otra creencia y tradición de esta temporada.
Y terminamos diciendo frases como: “Si te portas mal, Santa no te va a traer ningún regalo”; “Los Reyes Magos te están observando, ya sabrás tú si sigues portándote mal”; “Seguramente Santa ya vió las calificaciones que sacaste y ahora le va a llevar tus regalos a otros niños que sí lo merecen”
Me gustaría analizar el verdadero significado que llevan detrás estas frases:
- Decir “pórtate bien” a un niño o niña, es una frase totalmente ambigua, no estamos explicando qué es lo que esperamos que haga. Hay que explicar y asegurarnos de que entiendan lo que se les está pidiendo.
- Obedecer por medio de una amenaza, es obedecer por miedo, y no se obtiene ningún aprendizaje significativo. Este miedo, a la vez fractura el vínculo con las personas cuidadoras.
- “Te están observando”, lo único que va a provocar es que el niño o niña entre en un estado de estrés y alerta constante. Terminarán recordando la navidad como una época estresante y por lo tanto provocaremos que los niños se “congelen” en su estado de alerta, en vez de abrirse en aprender cómo llevar una mejor convivencia, cooperar con lo que se pide en casa, hacer sus tareas escolares, etcétera.
- Los regalos, no deben ser el motivo que impulse un buen desempeño escolar. Motivemos a los niños y niñas a estudiar, pero por los beneficios reales que a largo plazo esto tiene.
Ahora hablemos de los regalos:
Los regalos son una manera para demostrar amor en estas épocas, no una medida de comportamiento, ni un premio. Entonces decir “no mereces regalos por tu comportamiento” sería como negar un abrazo o muestra de cariño en Navidad.
Por otro lado, los invito a que los regalos se piensen bajo las siguientes necesidades:
- Que sea algo que necesiten
- Algo que realmente deseen
- Libros ¡Regalen libros!
- Juegos que motiven la exploración, la creatividad e imaginación.
- Regalar experiencias. Ej. un boleto para ir al parque o museo que desean desde hace tiempo, etcétera.
No hay necesidad de excederse en el número de regalos. En ocasiones las infancias reciben demasiados regalos y ni siquiera se toman el tiempo para jugar con cada uno de ellos. La ilusión del regalo se puede perder, por estar pensando la cantidad que puede llegar, provocando además sobreestimulación.
Si se les compra todo lo que desean, puede disminuir su tolerancia a la frustración, por lo que se debe aprender a valorar lo que se tiene y el esfuerzo que implica conseguirlo.
Regalen lo que esté dentro de sus posibilidades reales. Los detalles de Navidad son para disfrutar, no para estresarse.
Por último, recordemos que los regalos no son un premio, si no, una manera para demostrar afecto en estas épocas. Y el amor no se mide con base en el valor cuantitativo de los regalos. Hay más formas para demostrar amor.
Tips:
- Invitar a las infancias a que aprendan formas de cooperar, compartir, ser responsables con sus cosas, en lugar de amenazar con los regalos.
- Involucrarlos en el proceso de preparar regalos. Que conozcan el esfuerzo y la dedicación para demostrar el afecto a otra persona por medio de un regalo.
- Poner límites a la hora de hacer su carta a Santa o a los Reyes Magos. No por esto, estamos bloqueando la ilusión de los niños por los regalos, si no que, los enseñamos a ser tolerantes a que no pueden tener siempre todo lo que desean.