Por: Miriam del Toral
Declaro no tener conflicto de intereses.
El 4 de febrero se celebra el Día Mundial contra el Cáncer. En México, se considera que el cáncer es la 3ª causa de muerte, por lo que la relación de la lactancia como factor de protección para muchas de las variables de este padecimiento, cobra importancia, ¿no es cierto?
Pero la lactancia materna además impactaría en el descenso de las otras 2 principales causas de muerte de los mexicanos según el INEGI: enfermedades del corazón y diabetes mellitus.
Entonces, ¿por qué no se le da la importancia que tiene como factor de protección para estas y muchas otras enfermedades?
¿Les digo la verdad? Simplemente no entiendo por qué, dado que la ciencia y las estadísticas señalan la relación directa que existe.
Si nos centramos en los tipos de cáncer que más padecen las mujeres mexicanas: cáncer de mama, tiroideo y cervicouterino (Fuente: Centro Internacional de Investigaciones sobre el Cáncer (IARC), sabemos que la práctica de la lactancia tiene una clara relación de protección para el de mama y el cervicouterino, principalmente si se amamanta 1 año o más.
En los niños, es un claro factor de protección para la Leucemia, pues puede reducir de un 14 a un 20 % las probabilidades de desarrollarlo si se recibe lactancia materna exclusiva (LME) por lo menos los primeros 6 meses de vida.
Y por el estilo podríamos seguir citando cifras, estudios y estadísticas que respaldan los beneficios de la leche humana… y sin embargo… sólo 3 de cada 10 niños en México reciben lactancia materna exclusiva (ENSANUT 2018).
No saben cómo me encantaría que las cabezas del gobierno federal dedicaran más tiempo en pensar en estrategias para mejorar nuestras tasas de lactancia en todos los hogares mexicanos y con ello evitar miles de padecimientos y muertes, en vez de pensar en cómo rifar el avión presidencial…
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