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miércoles, abril 24, 2024

Lactar… Nutrir… Amar

Por: Maritza López Vázquez*

 

Alrededor del mundo el 45% de las muertes infantiles están asociadas con la desnutrición.  La mayoría de las madres de estos niños están en posibilidad de ofrecer el mejor alimento a sus hijos, que es su propia leche,  sin embargo carecen de información y de empoderamiento.

La lactancia materna es la única que proporciona al infante una alimentación adecuada, contribuye a su sistema inmunológico, proporciona y fortalece la relación psicoafectiva madre – hijo y da la seguridad e independencia futura del niño; así lo dicta la Organización  Mundial de la Salud.  Aún así, a nivel mundial, menos del 40% de los recién nacidos reciben leche materna, y en México ocupamos el último lugar en América Latina con tan sólo 14% de los recién nacidos que reciben lactancia materna exclusiva.

Diversas investigaciones han indagado sobre las causas del abandono de la lactancia. La mayoría de ellas se pudieran sortear con la información pertinente, con el apoyo del personal de salud capacitado y actualizado, de la pareja, de la familia y de la sociedad en general.

La Encuesta Nacional de Salud y Nutrición coincide con diversas investigaciones en que una de las causas más frecuentemente referidas por las madres para abandonan  la lactancia es la percepción de baja producción de leche.

¿Lo viviste o has escuchado a alguna madre decir: “Es que no tuve leche”, “Casi no me sale nada”, “Mi bebé se queda con hambre” o “No lo lleno”?… veamos por qué suele verse de esta manera y como podemos superarlo.

Los primeros 6 días después del nacimiento el bebé obtendrá calostro, que es un líquido traslucido, amarillento, rico en nutrimentos que confiere protección inmunológica digestiva, es de muy fácil digestión  y  estimula el movimiento intestinal. El calostro es suficiente alimento y no se debe esperar a tener leche madura para sentir que se puede nutrir al hijo amamantado.

Entre el día 7 y 15 después del nacimiento la leche se irá tornando más blanca por la presencia de lípidos. A ésta se le conoce como leche de transición y se producen entre 500 y 600 ml por día.

A partir del día 16 después del nacimiento,  la leche madura puede variar en su coloración desde blanca, amarillenta o azulada. Se producen entre 750 y 1500 ml al día.

La capacidad gástrica del recién nacido el primer día es de entre  5 a 7 ml, lo que corresponde al tamaño aproximado de una cereza, por lo que cada toma será apenas de unas cuantas gotas.  Para el tercer día,  la capacidad gástrica es del tamaño de una nuez de Castilla (22 – 27 ml), a la semana será del tamaño de un durazno (45 -70 ml) y al mes del tamaño de un huevo de gallina (80 – 150 ml).

Nuestros bebés requerirán tomas frecuentes pues la digestión de la leche materna es fácil y rápida, es  elaborada especialmente para las necesidades de cada bebé por el cuerpo de su madre y su producción es regulada por la frecuencia con la que el pequeño succiona. La cantidad de leche que se produce es la que se necesita. Con esto nos explicamos el por qué nos piden con frecuencia y no necesariamente significa “que no los estamos llenando”.

La succión o vaciamiento de la leche que se encuentra en el pecho es lo que da lugar a la producción de más leche para la siguiente toma, esto gracias a una hormona llamada prolactina.

El pecho no es un almacén de leche, es un productor de la misma y tiene una capacidad de almacenamiento limitada.  Cuando no se succiona o no se vacía, se frena la producción y, si en repetidas ocasiones nos saltamos tomas,  cada vez se irá produciendo menos leche.

Es así como los suplementos de biberón no sirven para solucionar los problemas y pueden poner en riesgo la lactancia.

La lactancia exclusiva es a libre demanda. Esto significa que el número de tomas puede ser variable, así como la duración de las mismas y estará determinado por el hambre, sed, arrullo o necesidad de sentirse en brazos de su madre. El tiempo de la toma en cada pecho será el que se requiera para vaciarlo y también puede variar. No se debe de retirar al bebé del pecho, él lo hará por sí solo cuando haya terminado.

Un bebé que mama a menudo, que orina 5 o más veces al día, evacúa y queda satisfecho tras la toma, seguramente está recibiendo toda la leche que necesita.

Confiemos en la capacidad de nuestro cuerpo para alimentar la vida que ha creado, hagamos que las madres lactantes se sientan convencidas y capaces de producir suficiente alimento de calidad para sus hijos.

Es preciso consultar con un experto en lactancia si la madre tiene dolor, sensación de no tener leche, el niño llora mucho o demasiado poco y siempre que tenga dudas.

La Semana Mundial de la Lactancia Materna (SMLM) se celebra cada año la primer semana de agosto por iniciativa de la Alianza Mundial Prolactancia Materna (WABA). Este año tiene como lema: “Lactancia Materna: Fundamento de Vida”.

Los objetivos de la SMLM 2018 se centran en la relación de la lactancia materna con la nutrición, la seguridad alimentaria y la reducción de la pobreza  y para ello es importante:

  • Informar a la población.
  • Anclar la lactancia materna dentro de diferentes agendas políticas.
  • Promover el trabajo conjunto y en red de personas y organizaciones.
  • Desarrollar estrategias de difusión y apoyo a la lactancia materna.

Todos podemos contribuir para hacer realidad el objetivo que ha planteado la Academy of Breastfeeding Medicine de 50% de niños amamantados con leche humana por lo menos los primeros 6 meses de vida.

El Colegio de Nutriólogos de León A. C. cuenta con profesionales de la nutrición capacitados para apoyar, promover y acompañar la lactancia y el cuidando de la nutrición y salud perinatal.

¿Y tú, cómo apoyas la lactancia?

 

*Maritza López Vázquez es miembro del Colegio de Nutriólogos León A. C., Licenciatura en Nutrición y Ciencia de los Alimentos, Maestría en Investigación Clínica, Diploma en Nutrición Pediátrica, Diploma en Educación por competencias, Asesora de lactancia.

 

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