Declaro no tener conflicto de intereses.
Primero habría que trazar grosso modo, a qué nos referimos cuando nos referimos al término “Lactivista”.
Las y los lactivistas, somos personas que promovemos y actuamos en favor de la lactancia desde nuestra trinchera y sin conflicto de intereses.
¿Y cuál es esa trinchera? Pues pueden ser tan diversas como son nuestras vidas y campo de acción.A modo de ejemplo, les quiero platicar sobre algunas de las personas lactivistas más representativas del siglo pasado.
Una de las primeras lactivistas es la Dra. Cicely Williams, responsable de iniciar una campaña mundial contra el uso de leche condensada azucarada inadecuada como sustituto de la leche materna en la década de los 30’s en su libro titulado “Leche y Muerte”, y responsable del diagnóstico de la temida enfermedad nutricional infantil, kwashiorkor.
O el ingeniero Mike Muller, quien hizo públicas las Prácticas de marketing asentadas “Babies mean Business” (1973) , en el folleto “The Baby Killer”, un publicado por la organización War On Want de Londres en 1974, lo que realmente hizo estallar la industria de las fórmulas para bebés.
O Marian Thompson, una de las 7 fundadoras de la LLL. Organización que hizo inspiró el acompañamiento madre a madre y que tiene presencia en gran parte del mundo.
Estas denuncias y el trabajo de estas personas, fueron la base para la elaboración del Código Internacional de Comercialización de Sucedáneos de la Leche Materna, establecido en 1981 por la OMS y la Unicef.
Donde lo que se busca regular las estrategias de promoción y publicidad de las industrias fabricantes de fórmulas artificiales infantiles, procurando la protección de los infantes. También se manifiestan las situaciones que podrían incurrir en el conflicto de interés. Por ejemplo, hospitales que reciben inversión, patrocinio en especie o económico a cambio de promover sus fórmulas artificiales con las mamás que reciben a sus bebés en estos centros de salud.
El propósito de esta regulación, es evitar los destetes abruptos debido a las prácticas de marketing voraces y centrados en el mercantilismo.
El lactivismo no es exclusivo de las mujeres. El papá que se involucra, el jefe o jefa que dispone los espacios y las políticas para que la mamá pueda continuar su lactancia, el legislador@ que favorece leyes y políticas públicas para que esto sea posible; la figura pública que manifiesta su apoyo y la congruencia en sus actos… también son lactivistas.
De manera que yo comprendo el Lactivismo, repito, no como un ataque, sino como una actitud proactiva. Pasar de la queja a la acción… Del señalar, al hacer… Del enojo al convencimiento… De la frustración a la inspiración…
¿Y tú, eres lactivista?
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