Ya pasaron las elecciones y salvo que los tribunales electorales decidan otra cosa, dentro de unos meses los candidatos ganadores despacharán cada quien en sus nuevos lugares de trabajo y ejercerán el puesto que obtuvieron con el voto ciudadano.
Ahora viene lo más difícil, cumplir con lo prometido en sus campañas, porque como dice el refrán popular, prometer no empobrece, el dar es lo que aniquila, y en efecto, durante varias semanas los candidatos anduvieron prometiendo el oro y el moro, y ahora deberán cumplir con lo ofrecido.
Pues ya ganaron y ahora tendrán la posibilidad de demostrarnos que no todo fue jarabe de pico y que son mucha pieza, vamos a ver si es cierto.
Y es que con los presupuestos que se manejan en la actualidad, por ejemplo en el caso de Irapuato con casi mil quinientos millones de pesos al año, o la ciudad de León, con el triple que Irapuato, no entendemos porque los presidentes municipales invariablemente nos salen con que “el presupuesto es insuficiente”, “el dinero no alcanza”, cuando en campaña el dinero ni siquiera era tema y los problemas eran sencillos de resolver, claro, según ellos.
Lo que deben hacer los gobernantes es no depender tanto del dinero y pensar en soluciones más allá de las posibilidades de recursos económicos, ya que no todos los problemas se solucionan con dinero, sino con inteligencia, con creatividad, con audacia, y en muchas ocasiones, con la participación ciudadana.
Los funcionarios tienen que regresar a las soluciones sencillas, intentar usar el sentido común y no depender tanto de la alta tecnología que en ocasiones y en determinados casos no siempre es utilizable o infalible, ya que no siempre se tienen las condiciones necesarias para su correcta utilización.
Vamos a ver si los ex candidatos y próximos gobernantes o legisladores cumplen sus frases de campaña, mismas que en ocasiones se convierten en verdaderos bumerangs y que ya en el ejercicio de su nuevo puesto les estorban y no quieren ni acordarse de ellas, porque no es lo mismo andar prometiendo que la vida real.
Por lo pronto vamos a darles el beneficio de la duda a esta nueva camada de gobernantes y legisladores y pasado algún tiempo ya veremos como actúan, ya sea para felicitarlos o para reclamarles.
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