En el mes de diciembre pasado el gobierno del estado anunció en forma velada (en plenas vacaciones), la contratación de una empresa (de la cual no se ofreció el nombre por “cláusulas de secrecía”, justificaría el secretario de seguridad) para encargarse del desarrollo de un programa estatal de seguridad denominado “Escudo”, con un costo de casi tres mil millones de pesos.
Posteriormente el propio gobernador proporcionó el nombre de la empresa contratada, señalando que es una empresa con mucha experiencia con lo que estaría garantizado el adecuado cumplimiento del contrato.
Los ciudadanos sabemos poco o casi nada de este costosísimo programa, lo que ya no es novedad, sin embargo en este caso en particular surgen muchas dudas, tanto por la opacidad con que se ha manejado, como por el costo del mismo.
Considero que ningún guanajuatense de bien se opondría a un programa que garantice su seguridad y tranquilidad, sobre todo en estas épocas, sin embargo nos quedan varias dudas al respecto, como por ejemplo:
1. ¿Se hizo antes un estudio para encontrar más opciones?
2. ¿Porqué no empezar primero por limpiar las corporaciones de policía?
3. ¿Porqué no empezar primero por acabar con los cientos de lugares donde se vende la droga a plena luz del día y prácticamente en cualquier esquina de las ciudades? (lugares que la autoridad tiene perfectamente detectados)
4. ¿Porqué no analizar el hecho de que tener más y mejores patrullas no se ha traducido en una disminución del problema?
Hemos visto que en otras ciudades, como por ejemplo el distrito federal, la instalación de miles de cámaras ha funcionado y el robo de automóviles si ha disminuido, así como también hemos visto que resulta más fácil la persecución y captura de los delincuentes, por lo que se considera conveniente el establecimiento de estas estrategias que han funcionado en otros lados.
Sin embargo los ciudadanos desconocemos lo que incluye el programa escudo, se ha mencionado en forma muy general que se adquirirán cámaras, arcos de detección de armas, radios, etc., pero hasta ahí, es decir, no conocemos mayor cosa, y hay que recordar que la desinformación provoca rumores e interpretaciones, lo que a nadie le conviene, y menos al gobierno estatal.
Y vaya que no queremos que nos informen al detalle los equipos que se adquirirán, ni la forma de operar con lujo de detalles, que entendemos deben ser temas confidenciales, sin embargo hay información que debiéramos conocer.
La sensación que nos queda a los ciudadanos (y por lo visto también a los diputados locales, que por más que los quieren convencer no lo han logrado) es que este programa nos va a costar mucho dinero, que no sabemos cuales son las metas cuantificables y medibles, ni los plazos fijados, que es un programa que si no tiene una adecuada coordinación con los municipios no funcionará bien, etc.
Es decir, si consideramos que el programa escudo es la mayor apuesta del gobierno y será la mayor inversión del sexenio, se antoja necesario una mayor información, porque no sabemos por ejemplo, que pasará al siguiente sexenio, si algunos municipios no quieren colaborar, si el programa embona perfectamente o no con las estrategias federales, si los equipos utilizados son compatibles con los federales y municipales, etc. y aunque debemos estar seguros que este tipo de consideraciones si hayan sido tomadas en cuenta, más vale señalarlas.
Y por último, la consideración que tres mil millones de pesos son muchos y que quizás había otras necesidades más urgentes que cubrir en todo el estado de Guanajuato, como por ejemplo, la pobreza extrema y el analfabetismo, así como el mantenimiento de las escuelas, ya que la apuesta es muy alta, y si no funciona como se espera, entonces estos renglones que señalamos se habrán quedado sin presupuesto los seis años.
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