A un mes de las elecciones en los partidos políticos aún están tratando de encontrar las causas de sus fracasos y de sus triunfos, en el primer caso (fracasos) andan buscando culpables, y en el segundo (triunfos) todos dicen que fue por sus ideas y estrategias.
En el PAN se tiran la bolita unos a otros sin querer aceptar que en el caso de la elección presidencial, el resultado es la calificación que la ciudadanía otorgó al gobierno del Lic. Felipe Calderón, así de simple.
Es decir, podrán decir lo que quieran, pero es obvio que para los ciudadanos, el gobierno del presidente Calderón reprobó, y claro que hubo otros factores que influyeron, como por ejemplo la candidata que no levantó lo que se esperaba, los errores de campaña que no fueron pocos, la situación económica, el desempleo, la inseguridad, etc., pero al final del día lo que prevaleció fue el descontento con esta administración, siendo esto la motivación principal del voto en contra del blanquiazul, al grado de enviarlos al tercer lugar en la contienda.
A nivel estatal el PAN no llegó al extremo de Jalisco o Morelos, donde perdieron la gubernatura, sin embargo, perdieron la hegemonía que venían sosteniendo en los últimos años al perder la ciudad de León y varios municipios, y sobre todo, la cómoda mayoría que tenían en el congreso del estado, por lo que ahora el ejercicio de gobierno será muy diferente al que tuvieron los otros gobernadores emanados del blanquiazul.
Querer encontrar la causa de estos descalabros en factores menores como errores en la selección de candidatos, falta de recursos en las campañas o pleitos internos es no querer ver la realidad, la verdad es muy simple, el PAN se alejó y se olvidó de sus principios, se alejó de la ciudadanía y se dedicaron a hacer lo que antes criticaban con virulencia, cayeron en el chambismo, en las negociaciones obscuras y en quítate tú para ponerme yo, es decir, el cambio prometido no se presentó como lo exigía o esperaba la sociedad.
Y claro, eso lo entendió con claridad la ciudadanía por lo que está volteando a otras opciones políticas, y además, está ejerciendo la diferenciación del voto, ya que en la pasada elección se vió como en una misma ciudad votaron por candidatos a diputados por un partido y para gobernador por otro, o por candidato a presidente municipal y diputados por un partido y para gobernador por otro.
Así que como el clásico de Salinas de Gortari le diríamos a los partidos políticos y a los gobernantes: no se hagan bolas, no busquen donde no van a encontrar, vayan a las causas originales, no se distraigan con elementos menores, regresen a lo que debe ser.
A los partidos políticos les diríamos: seleccionen buenos candidatos, trabajen por la sociedad, capaciten a sus jóvenes, premien a su militancia, trabajen de cerca con los ciudadanos, consúltenlos, ellos saben lo que se requiere, no traten de inventar el hilo negro, no sean soberbios.
A los gobernantes también les diríamos algo parecido: gobiernen con principios simples, claro, ayudados por las nuevas técnicas y tecnologías, gobiernen para el beneficio de la ciudadanía, no de ustedes, de sus amigos y de sus compromisos de campaña, cumplan lo que prometen, no se mareen con las lisonjas de sus funcionarios y no sean soberbios, no es tan difícil, recuerden que una vez terminado el puesto que ocupan, volverán a ser ciudadanos.
Así o mas claro?
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