Las elecciones del pasado domingo 1ª de julio cambiaron la geografía política de nuestro estado, lo que necesariamente deberá generar cambios en la manera de gobernar.
Para empezar, el congreso del estado ya no tendrá la amplia mayoría del partido acción nacional de la que este partido gozó durante los últimos años, ya que los partidos de oposición tendrán –al menos hasta el momento— dieciséis diputados contra veinte del PAN, lo que de entrada hará que las discusiones y negociaciones se hagan en otro plano, muy diferente al anterior.
La nueva conformación del congreso del estado refleja de manera más fiel la realidad política del estado, donde ya no existe un partido dominante, situación que en el pasado ha demostrado no ser la mejor ni la más eficiente.
Por lo que hace a las presidencias municipales, el panorama es parecido, ya que tanto el PRI como el PRD y el VERDE avanzaron en las preferencias, dejando atrás el carro casi completo que llegó a tener el PAN, sobresaliendo por supuesto el caso emblemático de León, donde por una amplísima ventaja (más de sesenta mil votos) el PRI obtuvo el triunfo, derrotando no sólo al candidato del PAN, sino al partido mismo, con lo cual la ciudadanía envío un claro mensaje a dicho partido, al igual que en San Francisco del Rincón, donde el PRI derrotó por casi diez mil votos al candidato del PAN, un político con mucha historia en ese municipio, donde fue el primer presidente de la oposición.
Por lo que hace al corredor industrial, el PAN conserva las plazas de Celaya, Salamanca e Irapuato, aunque en este último caso, y debido al alto número de votos nulos por haber cruzado en la boleta ambos partidos, todo parece indicar que si el PRI hubiese ido en alianza con el VERDE el resultado hubiera sido favorable a esta alianza.
Y no podemos olvidar Silao, municipio ampliamente beneficiado por la llegada de industrias de gran calado dentro del sector automotriz, también fue ganado por el PRI, lo que también es un mensaje ciudadano.
En las diputaciones federales el PAN tampoco se llevó carro completo, lo que también representa un cambio importante, sobre todo pensando en el presupuesto federal
La contienda por la gubernatura se decidió por un escaso margen de cinco o seis puntos, cosa que no había sucedido en los últimos veinte años, lo que evidentemente también es un reflejo de la evolución que han venido teniendo las preferencias electorales, y sobre todo, quizás una última llamada al panismo local.
Por último, a nivel nacional el triunfo fue para el PRI, enviando al PAN al tercer lugar, lo que sin duda puede tener repercusiones en nuestro estado.
En resumen, tanto las nuevas autoridades estatales como las municipales deberán gobernar de manera diferente, ya que queda muy claro el mensaje ciudadano:
A los panistas se les está diciendo que deben ser más sensibles, que deben tener mas contacto con los ciudadanos y que deben defender verdaderas causas sociales, de lo contrario, en donde perdieron volverán a perder, y donde ganaron, podrían perderla en la siguiente elección si no cumplen.
Y a los priistas, perredistas y verde ecologistas que triunfaron, les están diciendo que les están ofreciendo una nueva oportunidad, que deberán aprovecharla porque si no es así, no les refrendarán el triunfo en la siguiente.
Y a todos los partidos políticos se les está diciendo lo siguiente:
Deberán seleccionar mejor a sus candidatos, ya que en algunos municipios las derrotas y los triunfos fueron precisamente por los candidatos más que por los partidos en sí mismos.
Vamos a ver que tan bien supieron leer los resultados de las elecciones en Guanajuato los políticos y los partidos, vamos a ver si en verdad entienden lo que los guanajuatenses expresaron en las urnas.
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