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miércoles, abril 24, 2024

Las obtusas ambiciones de un alcalde ignorante, mercantilista y centavero

*Rogelio García Espinosa

En el transcurso de los últimos meses, se han venido presentando en la ciudad de Guanajuato, una serie de actividades que mucho tienen que ver con la cuestión patrimonial: El Día Internacional de los Monumentos y Sitios; El Reconocimiento al Guanajuatense Distinguido; El Manejo y Conservación de los Restos Humanos Momificados, sólo por mencionar algunos. Los dos primeros, fueron de alguna manera organizados por las autoridades estatales y municipales y en el primero de ellos, vaya sorpresa, ahora ya no se puede opinar, imagínense ustedes, pasar tres horas escuchando una sarta de mentiras e inconsistencia por parte de las autoridades y ponentes y que no permitan decir nada, que irresponsabilidad y que martirio. A distancia se nota que lo único que pretenden lograr es que la gente deje de asistir a estos eventos y como resultado de lo mismo, que pierda el interés en cuanto a la importancia, valor, defensa y conservación de los bienes patrimoniales. Por otra parte, el municipio, como año con año se acostumbra, manifestó públicamente su agradecimiento a aquellas personas que, con su trabajo y aportaciones, han permitido el crecimiento de la ciudad y el beneficio para sus habitantes. Al ser considerada la ciudad de Guanajuato como Patrimonio Cultural de la Humanidad, muchas de estas distinciones y el actuar de los personajes homenajeados, tienen que ver y se inscriben de manera natural en la categoría de lo patrimonial, vaya desde aquí, un sentido y merecido reconocimiento para los homenajeados. Desgraciadamente, este tipo de eventos son aprovechados por al alcalde y su ayuntamiento para santificarse y darse golpes de pecho, insistiendo que, por el Patrimonio Guanajuatense, ellos, hacen mucho y se presumen como los aguerridos defensores de los bienes patrimoniales cuando todos sabemos y vemos, que sucede exactamente lo contrario, cada vez es más notorio el atentado y la degradación que los bienes patrimoniales, (naturales, muebles, inmuebles, tangibles e intangibles), están sufriendo.

El otro evento al que hago referencia, fue organizado por el Centro INAH Guanajuato y la intención primera, me parece, era sensibilizar a los a los participantes en la importancia de atender a criterios académicos y científicos en cuanto al trato, manejo y gestión de los cuerpos áridos; el equipo conformado para conducir el evento, estuvo integrado por destacados especialistas del INAH y a la distancia se veía, el conocimiento que de la materia de trabajo poseen. Desgraciadamente, no hubo presencia de ningún representante o funcionario del municipio, sí, de esos, (síndicos, regidores, directores y jefaturas), que tan aguerridamente defendieron la propuesta del adefesio ese que el PresiMiente municipal quería construir y plantar dentro del polígono considerado por la UNESCO, como Patrimonio Cultural de la Humanidad, vamos, un mercado disfrazado de museo y con el mayor desprecio, traer a las momias en ferias y carnavales como damas de compañía. El alcalde con sus triquiñuelas, ha logrado someter a la mayoría de los integrantes del ayuntamiento para que le obedezcan en todo; es por demás evidente, la supina ignorancia que acerca de los bienes muebles y de su naturaleza constitutiva mantiene el alcalde, la mayoría del cuerpo edilicio y la mayoría también de sus funcionarios, y desde lejos se percibe, la desfachatez con la que presumen sus torpezas.

En los últimos meses también, se han venido presentando en la ciudad, una buena cantidad de actividades que atendiendo a la actitud mercantilista y centavera del PresiMiente municipal y que en beneficio de unos cuantos, (el alcalde incluido), están atentando seriamente contra el patrimonio guanajuatense. Cuando señalo que el alcalde se beneficia de esas actividades, es porque son actividades de carácter absolutamente turístico-comercial y Navarro, no lo podemos negar, es uno de los más “reconocidos” prestadores de servicios turísticos en la ciudad. El propone y promueve las campañas y actividades turísticas y argumentando que es para el sector, (hotelero, restaurantero, servicios), el mismo resulta beneficiado. Que desfachatez y que cinismo, mayor conflicto de intereses no puede existir. ¿O Sí?

En mi desarrollo profesional y en múltiples ocasiones, he tratado de señalar, a manera de referencia y para contextualizar mis reflexiones, algunas palabras y definiciones que son de lo más relevante en el trabajo que se presenta; en esta ocasión, me parece de fundamental importancia hacer un llamado a lo conceptual y plantear algunas consideraciones al respecto, con la intención de uniformar los criterios de interpretación, utilizaré los términos que, la Real Academia Española maneja al respecto:

Obtuso: “…Torpe…” “…Tardo en comprender / Deshonesto / Impúdico / Lascivo / Ignominioso / Indecoroso / Infame…”

Ignorante: “…Que ignora o desconoce algo / Que carece de cultura o de conocimientos…”

Mercantilista: “…Espíritu mercantil aplicado a cosas que no deben ser objeto de comercio…”

Centavero: “…De centavo, que es una de las cien partes de un todo…” (esto que comento a continuación ya no es de la RAE, pero, en nuestro país se utiliza para referirse a aquella persona que, por su ambición y torpeza, prefiere los centavos a los pesos)

Con relación a los bienes patrimoniales, naturales y culturales de los guanajuatenses, y como hemos insistido desde hace poco más de tres años, desde que la actual administración municipal asumió el cargo y sus responsabilidades, hemos remachado hasta el hartazgo en la necesidad de concientizar a la población para lograr, entre otras cosas,  una adecuada defensa y conservación de la riqueza patrimonial, (natural y cultural), guanajuatense; situación que desde esos momentos y hasta la fecha hemos mantenido y hasta la fecha también, nunca se nos ha hecho caso ni han atendido a nuestros llamados y a nuestras invitaciones.

El pasado martes dos del presente, cerca de las once de la noche, los guanajuatenses empezamos a sentir que algo en el aire y en el ambiente no estaba bien y poco a poco, por no decir que con rapidez, esa sensación, (que no es la misma que se siente cuando hay uno de nuestros cerros encendidos), de manera desmesurada iba en franco crecimiento e intensidad, el aire pues, se hacía irrespirable y muchos nos preguntábamos el por qué o que sería lo que estaba pasando. Con la misma rapidez se difundió la noticia de que el “Tiradero de Basura” se estaba quemando y que el fuego se intensificaba y se propagaba como en ninguna de las ocasiones anteriores que el basureo se había incendiado, es decir, en esta ocasión el fuego se salió de control y no hubo como manejarlo.

Con la misma insistencia que hemos manejado para la adecuada conservación del patrimonio guanajuatense, con esa misma o mayor insistencia, el alcalde capitalino había sido informado y siempre, sí, siempre hizo caso omiso y no quiso entender, la gravedad del daño que, de seguir manejando los desechos al aire libre y sin atender mínimamente la normatividad y las recomendaciones que las personas e instituciones autorizadas le habían hecho, se podría ocasionar. Al igual que el alcalde se burló públicamente de las recomendaciones del INAH y ofendió a su titular, de la misma manera se burla, ofende y minimiza las recomendaciones que expertos, conocedores y activistas en pro de la defensa y conservación del medio ambiente y conocedores también de los mecanismos para el adecuado trato de los desechos depositados a cielo abierto, le han hecho

Obviamente, el basurero municipal no es negocio y se sale del giro o del ramo al cual el alcalde pertenece y, por lo tanto, nunca hizo caso de la gravedad del asunto. Es evidente que, para el alcalde, lo único importante es seguir impulsando actividades mercantilistas y centaveras que nada tienen que ver con el patrimonio guanajuatense y mucho menos, con la atención a los sistemas ambientales y calidad de vida de la ciudadanía, desgraciadamente en esta administración, el turista, sí, estimados lectores, el turista, es más importante que el ciudadano. Al alcalde lo que más le preocupa, es la colocación de tejabanes en las azoteas; la invasión desordenada de la vía pública con mesas, sillas y pasillos; la colocación de ruedas de la fortuna y pistas de hielo en pleno corazón de la ciudad y una serie de actividades que nada tienen que ver con las costumbres y tradiciones de Guanajuato y de los guanajuatenses; le mienten al turista y como resultado de esto, el turista se lleva una información y una vivencia que nada tiene que ver con la ciudad excepcional que la UNESCO considera para que un sitio pueda ser inscrito en la lista de Patrimonio Cultural de la Humanidad. Ni la vida nocturna que ahora el alcalde y los miembros del cabildo tan pomposamente cacaraquean, ni el rally, ni las degustaciones, ni el invitar a ingerir comidas y bebidas en el lugar más antihigiénico de la ciudad, vamos, ninguna de esas actividades han sido consideradas por la UNESCO para otorgar el reconocimiento y la inscripción de “La Ciudad Histórica de Guanajuato y Minas Adyacentes” en la lista del Patrimonio Cultural de la Humanidad; por el contrario, esas ocurrencias, sistemáticamente deterioran la riqueza y autenticidad de los bienes patrimoniales, convierten a Guanajuato en una ciudad maloliente, apestosa y le quitan esa categoría de excepcionalidad. Con esas actividades mercantilistas y centaveras que acostumbran, de ser Guanajuato una ciudad única y extraordinaria, la convierten en una ciudad cualquiera, en una ciudad ordinaria.

Independientemente de lo anterior, es necesario reconocer y felicitar a los guanajuatenses que, en lo individual o como organizaciones civiles, con el único interés de participar solidariamente en este tipo de acciones, detienen con su actuar estos trágicos acontecimientos. Mención especial merecen los invaluables pepenadores, los heroicos bomberos, los trabajadores municipales, los grupos organizados de la sociedad civil y la gran cantidad de personas que han contribuido a que esta difícil situación se detenga y se resuelva con prontitud.

En Guanajuato Capital, vamos, en el Guanajuato contemporáneo, todo es fingido y maquillado y como resultado de esto, las actividades sustantivas y que deberían importarle al alcalde y a los integrantes del cabildo, como la atención a los desechos sólidos, a la calidad de vida y del aire que respiramos, son totalmente minimizadas y por lo mismo, ignoradas y mandadas directamente al tiradero de basura que en estos momentos ardiendo está. Es indiscutible entonces que esta administración municipal se ha caracterizado por la irresponsabilidad. La irresponsabilidad, es su sello característico y distintivo. Nadie es responsable de nada y, por lo tanto, no hay llamadas de atención y mucho menos sanciones para los responsables. Al no haber responsable, no hay a quien sancionar. Lo anterior es ampliamente conocido, si no, júzguelo usted:

La esposa del contralor, manejando indebidamente un vehículo de la administración municipal, choca, lo destruye y No Pasa Nada.

La consentida y protegida del alcalde, manejando en estado de ebriedad y en sentido contrario, choca de frente contra un taxi, hospitalizan al taxista, y No Pasa Nada.

La actitud misógina, altanera y ofensiva que ha manifestado el alcalde en contra de representantes de instituciones federales y estatales, sociedad civil, integrantes del cabildo y trabajadores municipales es por demás recurrente, y No Pasa Nada.

La desbocada y alocada invasión de la vía pública por parte de comerciantes y restauranteros con la venia del alcalde, y No Pasa Nada.

El incendio del basurero municipal al que hacemos referencia, que tanto daño ha ocasionado y ocasionará a la ciudad y que por supuesto, se pudo haber evitado, y No Pasa Nada.

Una de las principales recomendaciones para paliar la contingencia del incendio en el basurero municipal, es que no se hagan actividades al aire libre ni espectáculos masivos, el alcalde desconoce, pasa por alto estas recomendaciones y por sus caprichos, realiza espectáculos masivos, al aire libre, y No Pasa Nada.

Podríamos seguir con una inacabable lista de casos, pero, ante esta desgobernanza e independientemente de que en el ayuntamiento no pasa nada y no haya responsables, el único responsable ante la ciudadanía es el alcalde y es quien debería de recibir la sanción. En cualquier otro lugar y por menos que eso, el alcalde ya habría dimitido o habría sido obligado a dimitir. El PresiMiente municipal siempre ha insistido en que el se debe a Guanajuato y a los guanajuatenses, pues si eso es cierto, debería de dimitir.

¡Señor alcalde, Dimita y Váyase Ya!  Tenga la seguridad que los guanajuatenses se lo agradeceremos. (Por Favor, cierre la puerta al salir, no vaya a ser que se quiera colar otro igual o peor de Obtuso, Ambicioso, Ignorante, Mercantilista y Centavero).

*Dr. En Pensamiento Español

Universidad Autónoma de Madrid, España.

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