“De Teotihuacan a los aztecas. Antología de fuentes e interpretaciones históricas”, es una selección, que reúne a los más connotados investigadores de la historia del México antiguo. Desde las fuentes primarias (códices), hasta los análisis e investigaciones de reconocidos historiadores y arqueólogos.
El insigne profesor emérito Miguel León-Portilla, incluye una cantidad considerable de textos escritos por él, y añade otros más, que analiza de forma puntual, y con su sabiduría nos hace comprenderlos mejor.
Aunque ya muchas de las investigaciones que incluye han quedado rebasadas, el libro es una obra consagrada de la Historia del México Antiguo, de más de seiscientas páginas, que además, se convierte en una obra de consulta no necesariamente de estudiosos de los temas históricos, también para público que le gusten estos temas.
La temporalidad que abarca es el periodo clásico, epiclásico y posclásico mesoamericano, poco más de mil quinientos años; del 100 a.C. al 1521 d.C.
Si está interesado en adentrarse más en el infinito mundo que representa la Historia de México, este libro es esencial para entender las relaciones de las diferentes sociedades mesoamericanas, principalmente la teotihuacana, la tolteca y la mexica, y su devenir histórico.
La recopilación de grandes autores, además del análisis que hace León-Portilla de cada texto es muy valioso, por lo que él representa como estudioso de la Historia del México Antiguo.
El capítulo I, “Teotihuacanos y toltecas”, nos muestra las interpretaciones de varias fuentes primarias, que las presenta como sub capítulos de este primer apartado. Como el Códice Matritense, los Anales de Cuauhtitlan, Los toltecas de Tula Xicocotitlán, entre otros, de una forma muy precisa.
Otros autores importantes que aparecen en ese primer capítulo son: fray Juan de Torquemada, Francisco Javier Clavijero, Alejandro de Humboldt, Manuel Orozco y Berra, Manuel Gamio, Wigberto Jiménez Moreno, Laurette Sèjourne, Ignacio Bernal y el propio León-Portilla, interpretando a diferentes historiadores sobre el tema Teotihuacan, lo que le da una calidad extraordinaria a la obra.
En los capítulos II, III, IV y V, el insigne investigador, nos presenta un sinfín de temas, pero sobre todo una variedad exquisita de investigadores que dieron su tiempo al estudio de la sociedad azteca o mexica.
Los títulos de esos capítulos, en el orden en que los mencioné en el anterior párrafo, serían: II.- Significación de los aztecas en el México antiguo; III.- Organización social y política de los aztecas; IV.- La economía de los aztecas; V.- Religión y pensamiento.
Cada capítulo lo conforman al menos diez temas alusivos al tema sustantivo del capítulo, y una cantidad muy respetable de investigadores que participaron para esta gran obra.
No me queda más que advertirle, estimado lector, que la asimilación de este libro, lo puede convertir en un obsesivo amante del México Antiguo. No lo dude. Lo digo por experiencia.
La próxima semana la recomendación será “La amazonia. Un paraíso ilusorio”, de Betty Meggers, una gran antropóloga, que nos presenta un estudio profundo de dos de los ecosistemas de esa zona, de las sociedades que los conforman y del deterioro que causan las grandes empresa destructoras de esa zona.
Estimado lector(a), espero su comentario al correo que viene al final del artículo. Después que tenga oportunidad de leer esta pequeña crónica, o mejor, si lee la obra, le solicito me haga favor de honrarme con su opinión, y de esa forma podamos compartir las sensaciones que le provocó esta recomendación.
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