Cuando hablamos del autor, normalmente pensamos en El Mundo Feliz y Nueva Visita al Mundo Feliz, de las que ya hice un breve comentario en esta sección, y que le invito a consultar en las ligas que dejo.
Hoy les platicaré de esta magnífica obra, que fue un parteaguas en muchos de los aspectos culturales que le dieron vida a la década de los 60’s del Siglo XX. Y no es que antes no se hubiera experimentado con mescalina, pero con esta obra literaria se inicia una tradición de introducirse al mundo fantástico que proporciona el consumo de esta sustancia.
Puedo comentar que si en algo coinciden las Ciencias y casi todas las religiones, es la búsqueda del más allá. En ambos casos, las dos proponen transportarse a mundos inexplorados o tierras prometidas. En una (la ciencia), como en la otra (religión), se puede llegar a estados alterados de conciencia, como lo demuestran los casos de los sherpas en el Tíbet, que sin consumir ningún estimulante, pueden hacer jornadas larguísimas caminando, a través de los nevados paisajes de ese mítico y místico lugar.
También es el caso de otras prácticas religiosas que nos revelan que esos estados alterados de conciencia, pueden lograr rituales espectaculares, y lo repito, sin consumir ninguna sustancia para lograrlo. Solo las sustancias que se producen en nuestro cerebro, como son: oxitocina, dopamina y endorfinas, entre otras muchas más.
El caso de la mescalina (sustancia que se extrae del peyote), así como el consumo de los hongos alucinógenos, son sustancias totalmente naturales (sin ningún aditivo), que producen sensaciones y estados muy alterados del comportamiento. Pueden llegar a un grado de alteración tan intenso y del cual ya no hay retorno, y es cuando se aplica la conocida frase “se quedó en el viaje”. O sea, con un daño irreversible.
En la actualidad hay muchas sustancias químicas que logran ese efecto, incluso con resultados fatales, al igual que con las sustancias naturales, pero las químicas, son muchísimo más agresivas y, sobre todo, adictivas.
La experiencia que el autor realiza, la relata es este ensayo, sin otra pretensión más que la científica. Pero el hecho es que, sí abrió las puertas para percibir de otras formas a la música, el arte, la literatura, el comportamiento de las sociedades en todo el mundo; que en esa década, convulsionó al Mundo en muchos aspectos.
Tanto llegó a influir el autor, que un grupo musical norteamericano, tomó el nombre de “Las Puertas”, del título original de la obra de Huxley, y así, con ese nombre, transitó varios años con sus propuestas, hasta que el cantante falleció por una sobredosis.
Es muy interesante como un libro de tan pocas páginas, pudo penetrar lo más hondo de las mentalidades (no solo juveniles), y dar un verdadero giro en la forma de protestar, de vivir, de ser, que impuso esta gran obra. Seguido de este ensayo, publica otro llamado “Cielo e Infierno”, en el cual profundiza mucho más en la experiencia del consumo, y que precisamente, abre Las Puertas de la Percepción y nos coloca entre el Cielo y el Infierno, ubicándonos en un mundo dual. Por un lado, el éxtasis y por el otro, la esquizofrenia y la ansiedad.
Hay dos libros de autores mexicanos, que se publican pocos años después y que serán, no una copia, sino más bien una experiencia relatada como la de Huxley. Me refiero a “Las enseñanzas de Don Juan” de Carlos Castaneda y, “El rock de la cárcel” de José Agustín. En este último, el autor relata un viaje con hongos. Con este par de obras, la literatura que se volvió muy popular en la década de los 60’s del Siglo XX.
Obviamente la crítica social y los censores fueron extremadamente severos, pero nada de eso surgió efecto, y el mundo entero se llenó de “Paz y Amor”, lo cual, aunque parezca contradictorio, se volvió el símbolo de la rebeldía de esa época.
Le recomiendo ampliamente estas dos obras de Huxley (“Las Puertas de la Percepción” y “Cielo e Infierno”), que la mayoría de las veces se publican en un mismo libro, y en ediciones muy económicas.
La próxima semana la recomendación será: “Atraídos por la Nueva España” de Luis González y González, una magnífica historiografía colonial que describe a tres personajes, además del análisis de un tema muy importante.
Estimado lector(a), espero su comentario al correo que viene al final del artículo. Después que tenga oportunidad de leer esta pequeña crónica, o mejor, si lee la obra, le solicito me haga favor de honrarme con su opinión, y de esa forma podamos compartir las sensaciones que le provocó esta recomendación.
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