Estas próximas semanas, haré crónicas de libros que tienen que ver con el Movimiento de 68, así que inicio con esta obra que hoy voy a comentar. “Mariana, la Viuda Olmeca”, es una novela que integra la ficción e Historia de México, como una manera de mostrar eventos importantes que se dieron en nuestro País en momentos distintos, para que así, se puedan llegar a entender mejor.
Es muy claro que Patricia Zarco es una seguidora del escritor mexicano Antonio Velasco Piña, del que previamente analicé en esta columna dos de sus obras, Regina y Tlacaelel, de la cuales dejo las ligas para que las pueda revisar. Muchos de los elementos que aparecen en ambos libros del Velasco, están presentes en la obra de Patricia Zarco.
Indudablemente, ha logrado fusionar muy bien el relato logrando viajar de una época a otra, y de un lugar a otro sin perder el hilo de la novela.
La obra gira en torno a una sobreviviente del 2 de octubre en Tlatelolco. Ella amanece el día 3 de octubre sin saber qué hace en alguna habitación que no conoce, pero además, no recuerda nada de los hechos ocurridos de al menos dos semanas antes.
Aparentemente no recuerda o no sabe que tiene un hijo, Santiago; tampoco que está casada con Jorge, con el que se unió en matrimonio, y de lo cual fue testigo “La Edecán”, personaje principal de la obra de Velasco, “Regina”.
Aquí es donde se pone interesante la trama, ya que nunca estuvo embarazada, y la recuperación de su memoria, sobre los acontecimientos ocurridos el 13 de septiembre y el 3 de octubre, es vital para dilucidar lo que realmente le sucedió.
En la trama se mencionan nombres, fechas y lugares clave en la historia. Por ejemplo, el 13 de septiembre, día en que cayó en manos de los EEUU, el Castillo de Chapultepec. El nombre de Santiago, que hace referencia al templo ubicado en Tlatelolco, y en el camino a Santiago, en Finisterre, donde Mariana realiza una peregrinación, para aclarar muchas de las dudas que tiene en su vida.
Todo este recorrido de búsqueda, siempre estará acompañado, espiritual y físicamente, por el “Guardián de los Volcanes”, ya que en una cueva de la Iztaccihuatl, encontrará algunas respuestas. Después de veinticinco años, y muchos problemas, podrá esclarecer lo que realmente ocurrió en ese lapso de su vida.
¿Cuál es la idea de juntar tantos elementos simbólicos e históricos en esta novela? Descúbralo Usted, y se llevará una grata sorpresa al leer esta excelente obra, que le aseguro no lo va a defraudar, y que lo mantendrá, estimado lector(a), profundamente inmerso(a) de principio a fin. No lo dude.
La próxima semana la recomendación será “Muertes de Aurora” de Gerardo de la Torre, Una novela que se desarrolla en 1968, entre trabajadores petroleros que simpatizan con el Movimiento, y la contraparte, los administrativos de la misma empresa: PEMEX.
Estimado lector(a), espero su comentario al correo que viene al final del artículo. Después que tenga oportunidad de leer esta pequeña crónica, o mejor, si lee la obra, le solicito me haga favor de honrarme con su opinión, y de esa forma podamos compartir las sensaciones que le provocó esta recomendación.
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