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jueves, marzo 28, 2024

“Mosaico de turquesas” de Arturo Meza Gutiérrez (1999)

Este libro es una magnífica investigación del Mtro. Meza, que ha pugnado por la reivindicación de las creencias de los antiguos mexicanos, como ya lo platiqué hace unas semanas, en la crónica de “Tezcatlipoca. Nuestro ser Interior” del mismo autor.

En esta ocasión la lectura se torna mucho más especializada y, para quien no está familiarizado con el idioma náhuatl y sus conceptos, se antojará complicado, pero no imposible.

Es una gran clase de mitología nahua, que poca gente se atreve a investigar, pero esa gente sí recurre a otras mitologías que nos han acercado como la griega, romana, vikinga, celta y muchas otras que serían complicadas enumerarlas en este espacio.

Desde el prólogo, que escribe la Profra. Ángela María Martínez Sánchez, se percibe que el texto será meticuloso en el tratamiento de la dualidad como un todo, como una sola entidad. Ella misma sugiere una desigualdad en las sociedades actuales, que no era tan marcado en la época mesoamericana, dado el concepto de dualidad desde la creación en sus conceptos mitológicos.

Para el pueblo mexica, en donde está basado todo este libro, sin dejar a un lado algunos conceptos de los mayas, existe una entidad creadora, en el caso de los nahuas es, Ometeotl; y por una dualidad, por lo que es femenino y masculino a la vez: Omecihuatl y Ometecuhtli (Tonacacihuatl y Tonacatecuhtli). Es la entidad creadora, que va a procrear cuatro entidades Tezcatlipoca: roja, negra, azul y blanca. Cada una rige un rumbo del universo.

Dos de esos Tezcatlipoca, serán la Dualidad que va a crear y a destruir, de forma alternada, las Eras o Mundos que existieron antes de la Era del Quinto Sol. Me refiero a Tezcatlipoca Negro y Tezcatlipoca Blanco (Quetzalcoatl). Para más referencia a este extenso tema le recomiendo que se aventure a leer un artículo publicado en otra sección de este periódico digital en esta liga. Podría ser más fácil entender lo que en este magnífico libro va a encontrar.

El libro contiene veinte capítulos muy interesantes. Entre lo que considero más destacados son: <La expresión dual: Huhuetlahtolli, tlilli iuan tlalpalli; Diosa Nuestra Señora.> <La incomprendida dualidad en la sociedad;> <El lugar de la dualidad. La búsqueda en las fuentes y en la tradición;> <Tlaltecuhtli y Tlalcihuatl. Padre Madre Tierra;> <La dualidad transmutadora;> <Mictlan. Ometeotl. Moyocoyani, Teyocoyani;> <Tloquenahuaque. Orden, tiempo y espacio;< <Ipalnemohuani. Vida y armonía;> <Xochiquetzalli y Chantico. Calor femenino;> <Huehuetl y Teponaztli. Ritmo y música.> <Mayahuel y Meyahual. La esencia femenina en el maguey.> <Mosaico de turquesas. El vínculo ancestral.>

Hay varios conceptos en la lista de los capítulos que me voy a permitir explicar, para que su curiosidad sea mayor y sin temor, consiga el libro y lo devore.

Tloquenahuaque.- El dueño del cerca y del junto. Actúa equilibrando a las dos fuerzas que empujan en direcciones opuestas  para lograr desde el justo medio el equilibrio cósmico y la armonía universal.

Ipalnemohuani.- Es en realidad, la función dual que genera a los seres vivientes, los alguien, los seres vivos de todas las especies que pueblan la tierra y su Sol y Viento sobre la falda de Tonantzin. Es el dador de Vida.

Dejé a Ometeotl al último a propósito. Ometeotl, la Dualidad eterna, es principio y fin. Donde todo inicia, donde todo acaba. Son Dos, es Uno. Habita en el Omeyohcan.

Si es asiduo visitante a los baños de vapor, (el Temazcalli era un práctica ritual solo para purificar a los jugadores antes del Juego de Pelota), al menos tenga claro cuál es la intención de mencionar a Ometeotl. Ahora, que si la persona que dirige el baño de vapor, no lo menciona, no confíe en él. Le recomiendo el artículo que viene en la liga anterior.

Incluyo aquí un pensamiento que escribí con la humildad que se requiere acerca del tema de la Dualidad.

DUALIDAD

La dualidad conlleva un sí y un no; Un te quiero y un te odio; Un más y un menos;

Un todo y una nada; Un claro y un oscuro; Un ahora y un nunca; Un solo y un acompañado;

Un caminar y un no moverse; Un compromiso y un engaño; Un recuerdo y un olvido;

Un aquí y un allá; Un estar y un no estar; Un lejos y un cerca;

Una noche y un día; Un caluroso y un frío.

La dualidad incluye a dos opuestos, por lo tanto es una lucha constante.

Un eterno movimiento, que va y regresa.

LHCV

Estimado lector(a), espero su comentario al correo que viene al final del artículo. Después que tenga oportunidad de leer esta pequeña crónica, o mejor, si lee la obra, le solicito me haga favor de honrarme con su opinión, y de esa forma podamos compartir las sensaciones que le provocó esta recomendación.

La siguiente aportación será “El arte de amar” de Erich Fromm, un manual para la buena convivencia, aunque esconde muchos de los prejuicios de la sociedad alemana de mediados del S XX.

 

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Luis Humberto Carlín Vargas
Luis Humberto Carlín Vargas
Arqueólogo egresado de la Escuela Nacional de Antropología e Historia (ENAH). Coordinador General del Proyecto Cultural León Prehispánico (PCPAC). Coordinador Académico de los Diplomados de Arqueología e Historia de México (DAeHM). Ingeniero en Sistemas. Músico. Correo electrónico: luishumberto.carlin@pcleonprehispanico.com

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