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jueves, abril 18, 2024

Todas las piedras tienen 2000 años, introducción a la Arqueología de Jaime Litvak King (1986)

¿Quién de Ustedes apreciados lectores, no ha tenido la inquietud por haber querido estudiar Arqueología? Durante el tiempo que he impartido cátedra y realizado viajes de práctica, la mayoría de los alumnos (sobre todo los de los diplomados de arqueología que organizo), han expresado que una de sus ideas era estudiar Arqueología, pero su familia les convencía que eso NO era bueno, que mejor estudiaran arquitectura o medicina o ingeniería u otra cosa que les dejara “dinero”, ya que de arqueólogos se “iban a morir de hambre”. Ese suele ser el argumento más sólido para convencer a alguien, pero el más falaz para referirse al quehacer de la Arqueología.

A la par que es una profesión muy divertida, contiene un espectro académico muy amplio, que va desde las teorías antropológicas más profundas, hasta las cuestiones técnicas más complicadas que se puedan imaginar.

Pasando al extraordinario libro que hoy me propuse analizar, lo adquirí en el año de 1994. Mi interés en la arqueología se presentó desde que era muy joven. Pero finalmente no me decidí en aquellos tiempos a estudiar formalmente, pero sí de manera informal. Eso logró que pudiera ser guía de viajes, de familiares y amigos. 

En mis recorridos en librerías algún día vi el libro, y por supuesto que lo compré, lo leí y me prendió tanto que busqué al autor: El gran Maestro Jaime Litvak, el cual me impresionó por su sencillez, amabilidad y esa gran sabiduría de la cual no alardeaba. Digamos que él, y otro hecho en mi vida, fueron los que detonaron lo que ya sabía, pero me negaba a realizar: ser Arqueólogo. A pesar de ya contar con otros estudios en áreas diferentes, la Arqueología me ha hecho disfrutar plenamente de una cantidad impresionante de áreas, así que, de hambre no se muere uno, y por el contario, hay oportunidad de incursionar en una cantidad incontable de especialidades.

Este libro me permitió decidir cuál sería la manera que podría disfrutar una existencia plena, dedicándome al cuidado, preservación, estudio, divulgación y, sobre todo, cómo inculcar amor por México, estudiar la apasionante Historia del México Antiguo y respetar el Patrimonio Arqueológico. De esa forma, podría caminar el resto de mis días disfrutando totalmente esta bellísima disciplina. ¡Y por supuesto, no tendría nada que ver con ser una profesión bien remunerada! Todo lo contrario. Pero eso sí, de mucho crecimiento académico (a la par que espiritual), además de la gran oportunidad de involucrarme con la sociedad, de cualquier lugar y de cualquier nivel socioeconómico, y lo mejor, de otros tiempos.

La lectura del libro del Mtro. Litvak, resulta en algunos tramos muy divertida, además de ser un resumen de la gran experiencia que acumuló como arqueólogo. Inicia la introducción de libro, con una frase del Arqlgo. Kent Flannery: “La arqueología es lo más divertido que se puede hacer con los pantalones puestos”. Interprétese como sea necesario. Dejo en esta liga la biografía del Mtro Litvak.

Platicar con Litvak, era en verdad una experiencia muy agradable, que se tornaba, en momentos, en una conferencia magistral, y también, en una charla de café muy coloquial y súper amena. Excelente profesor, amante de la buena música, querido por la mayoría, un personaje muy versátil y por supuesto, un gran ser humano, que dejó constancia del excelente trabajo realizado en sus múltiples investigaciones, en este libro. Además cuando uno lee el porqué del título del libro, resulta muy acertado. 

Dividido en diez capítulos, el lenguaje coloquial y de fácil entendimiento, nos lleva a leer algo que más parece una novela que un libro científico. Los capítulo son: “El comienzo de la arqueología”; “La arqueología se vuelve ciencia”; “¿De qué trata la arqueología?”; “Las dimensiones de la arqueología”; “El trabajo del arqueólogo”; “Los enfoques de la arqueología”; “¿Para qué sirve la arqueología?”; “Para hacerse arqueólogo”; “Las arqueologías paracientíficas”; “Algunas lecturas sugeridas”. Para muestra de lo ameno de su lectura, dejo aquí la primera página del capítulo 8, “Para hacerse arqueólogo”.

Este libro no tiene un final como cualquier novela, queda inconcluso para que otros arqueólogos cuenten sus historias a través de sus informes y artículos, que se pueden encontrar en publicaciones científicas y por supuesto en la gran revista Arqueología Mexicana, de Editorial Raíces.

No me queda más que recomendarle esta publicación, que le hará repensar si era mejor estudiar lo que sus padres le dijeron que era su camino, o haberse decidido, contra corriente, a estudiar arqueología, esa que tanto le llamaba la atención.

Espero su correo, estimado lector(a), después que tenga oportunidad de leer esta obra. De esa forma podremos compartir las sensaciones que le provocó esta recomendación. El correo donde puede escribirme se encuentra en esta liga.  

El siguiente análisis será un libro de José Saramago, que como el primero que relaté hace ya un tiempo, me impactó muchísimo: Ensayo sobre la ceguera. Libro que le dio el Premio Nobel a Saramago. Un ficticio lugar en donde la gente empieza a quedarse ciega, a excepción de una mujer. En este libro, Saramago muestra la peor faceta de lo que llamamos ser humano. 

#LEERparaCrEcERarqlgocarlín

#NosVemosEnUnLibro

Luis Humberto Carlín Vargas
Luis Humberto Carlín Vargas
Arqueólogo egresado de la Escuela Nacional de Antropología e Historia (ENAH). Coordinador General del Proyecto Cultural León Prehispánico (PCPAC). Coordinador Académico de los Diplomados de Arqueología e Historia de México (DAeHM). Ingeniero en Sistemas. Músico. Correo electrónico: luishumberto.carlin@pcleonprehispanico.com

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