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viernes, marzo 29, 2024

“Tragicomedia Mexicana Vol. 2”, de José Agustín (1992)

Como lo comenté la semana pasada “Tragicomedia Mexicana” es una serie de tres libros. Hoy desglosamos el segundo de la serie.

Los tres son libros esenciales para comprender la historia reciente en todos los ámbitos culturales, de los últimos sesenta años del Siglo XX en México. Leer a José Agustín es una buena forma de mantener el humor a pesar de lo surreal de la vida política mexicana. Platicar cualquier historia sin imprimirle un dejo de “humor”, de “aventura sospechosa”, de “analogías curiosas”, sería simplemente una forma muy “gris”, de la anécdota que platicamos.

En éste volumen el autor tampoco se olvida de la importancia de todas las expresiones culturales que rodean la Historia. Y menciona historias e “histerias” que estuvo documentando durante largo tiempo. Algunas verdaderamente sorprendentes por lo “kafkiano” del asunto. Verdaderamente patéticas. Sobre todo en estos dos sexenios que relata.

En este segundo volumen de la “Tragicomedia Mexicana Vol. 2. La vida en México de 1970 a 1982”, (aunque la portada menciona 1988), el autor describe doce años (hasta 1982), en los que se percibe la intensidad con que los vivió. Este Volumen 2, contiene más páginas (290), de dos sexenios, que en el Volumen 1 (270 páginas), en las cuales relató treinta años.

En este caso son solo dos capítulos, que como ya dije, se aprecia la intensidad y la profundidad de la investigación que nos presenta.

Al primero de esos capítulos le intitula, “La casa de la risa”, ¡y cómo no! Siendo el protagonista principal Luis Echeverría Álvarez (1970-1976), uno de los personajes más “chistosos” que hemos tenido como presidentes de México. Trató de “mexicanizar” la política latinoamericana, sintiéndose cabeza de ratón, mejor que cola de león. Trató de impactar al mundo con su política “social”, adquiriendo posturas tan malas como uniformar a todo el gabinete usando “guayaberas”. Sí, esa prenda de vestir muy yucateca. Las recepciones a personajes de la política extranjera se convirtieron en algo como ir al “tianguis dominguero”, garnachas y aguas de sabores por aquí y por allá. Eso sí, su esposa siguiéndole el juego y vistiendo con trajes típicos (a veces de una forma ridícula). En fin, unos personajes dignos de cualquiera de las comedias mexicanas de la pantalla grande. A éste presidente tampoco le faltó la política del “garrote”, y a menos de un año del  inicio de su mandato, sobrevino un evento trágico el 10 de junio de 1971: “El Halconazo”. Al irse en 1976 nos dejó una devaluación, que dio inicio a lo que hoy ya es como práctica constante de los que han surgido de estos gobiernos “revolucionarios”. De $12.50 a $22.00. Pero él no fue el peor. Ya veremos más adelante.

El segundo capítulo, “Lo prometido es deuda”. Y otra vez el ¡y cómo no!, surge de mi ronco pecho para enfatizarlo (¡y claro que nos dejó muy endeudados!). Uno de los personajes más cínicos y “pillos” (aunque ya hay otros que lo han superado) que podemos contar en la historia de México: José López Portillo (1976-1982). Sexenio en el que, ya no solo la corrupción estaba en su pleno auge. Llegaba otro gran problema a apropiarse de la escena: la narco-política. Pero sobre todo el inicio del neoliberalismo en pleno. Hacernos creer que seríamos inmensamente “ricos” y que “tendríamos que aprender la abundancia” (bueno, ¡él sí que la administró para el mismo!). Después de privatizaciones de empresas, fugas de capitales y de “lágrimas de cocodrilo” argumentando que iba a defender “el peso como perro”, se nos fue, y nos dejó un paisaje desolador y una devaluación peor que la anterior: $22.00 a $74.00. ¡Lo bueno es que iba a defender como perro! ¿Qué tal que no lo hace? ¡Uf!.

Estimado lector, le sugiero sobremanera, que lea esta joya de la historiografía mexicana, y que profundice, de una manera divertida como ha sido nuestra TRAGICOMEDIA MEXICANA, para que no le digan y no le cuenten otros “quesque” historiadores.

La próxima semana la recomendación será “La Tragicomedia. Vol. 3”, de José Agustín. Un análisis crítico muy detallado que hace el autor, con respecto a una época de la historia de México que abarca de 1982 a 1994; siempre con el humor y sarcasmo que lo caracterizan.

Estimado lector(a), espero su comentario al correo que viene al final del artículo. Después que tenga oportunidad de leer esta pequeña crónica, o mejor, si lee la obra, le solicito me haga favor de honrarme con su opinión, y de esa forma podamos compartir las sensaciones que le provocó esta recomendación.

 

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Luis Humberto Carlín Vargas
Luis Humberto Carlín Vargas
Arqueólogo egresado de la Escuela Nacional de Antropología e Historia (ENAH). Coordinador General del Proyecto Cultural León Prehispánico (PCPAC). Coordinador Académico de los Diplomados de Arqueología e Historia de México (DAeHM). Ingeniero en Sistemas. Músico. Correo electrónico: luishumberto.carlin@pcleonprehispanico.com

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