Por: Diego Villegas
Todos somos líderes, porque todos tenemos metas que conseguir, pero sabes …
¿Qué tipo de liderazgo tienes?
Constantemente encontramos imágenes, artículos o comentarios sobre la dificultad que implica tratar de explicar la diferencia entre Jefes y Líderes, pero la realidad es que la existencia de diferentes tipos de liderazgo y la evolución de cómo aplicarlos, se refleja en los resultados obtenidos.
Y es que todos en un momento de nuestras vidas, en algunas circunstancias o con cierto grupo de personas, sacamos nuestro liderazgo para dirigir, motivar, guiar o gestionar. Los grandes líderes pueden inspirar a generar cambios, innovar, realizar o crear. A lo largo de los años, investigadores y psicólogos han desarrollado diferentes teorías y marcos que permiten identificar y entender los diferentes tipos y estilos de liderazgo, entre ellos los más sobresalientes son: el de Lewin, inspirado en el liderazgo autoritario o autocrático. Otro tipo de liderazgo destacado es el de Laissez-Faire (dejar Hacer), donde se identificó a los líderes negativos. Hay liderazgo democrático y participativo, donde los miembros se sienten importantes al formar parte del equipo fomentando el compromiso. Las investigaciones evolucionaron y se encontraron estilos nuevos como el Liderazgo Transformacional, que presenta mayor rendimiento. El Liderazgo Transaccional, el cual considera la relación entre líder y seguidor, llegando a los estilos Situacionales de Liderazgo, destacando el tipo de ambiente y describiendo al que ordena, al que persuade, al que participa y el que delega, éste último es el más utilizado en la actualidad con algunas adecuaciones y ampliaciones realizadas por Blanchard, enfatizando el estilo directivo, estilo de coaching, estilo de apoyo y estilo de delegación.
Los buenos líderes utilizan diferentes estilos de liderazgo dependiendo la situación. El líder tiene que saber dar órdenes y ser todo un militar, dominante, pero a la vez debe tener la posibilidad de poder entregar la autoridad y dejar el control a su equipo. El líder tiene que ser humilde para escuchar a sus seguidores, pero firme cuando sabe que su opinión es la que llevará a su grupo a lograr los objetivos. El líder debe tener conocimiento especializado para meterse a identificar los más mínimos detalles, pero también saber en qué momento se tiene que retirar y dejar que su equipo trabaje solo, como lo hacía Steve Jobs, quien era conocido por tener perfeccionada esta capacidad. Un líder sabe armar equipos de trabajo, con la habilidad de identificar las fortalezas y oportunidades de cada uno de los miembros del equipo. El líder sabe cuidar y procurar a cada persona de su equipo, pero también sabe en qué momento tiene que retirar al individuo que ya no suma para lograr la meta. Un líder sabe en qué momento tiene que supervisar, pedir reportes medir tiempos, pero también sabe dar la libertad absoluta. Un líder sabe cuándo es correcto planear y cuándo es momento de improvisar.
Un líder sabe cuándo es correcto tomar cierto tipo de postura, tiene capacidades opuestas y sabe utilizarlas adecuadamente, con la habilidad de manejar las competencias propias y las de su equipo llevando a lograr las metas esperadas en lo grupal y en lo individual de cada alma.
A un jefe se le cataloga como aquel que dice “Yo”, el que toma el crédito o el que culpa por la crisis. El jefe es el que ordena y espera a ver qué pasa utilizando a las personas dependiendo de la autoridad e inspirando miedo. Por otro lado, tenemos a los líderes que se reconocen porque dicen “Nosotros”, comparten el crédito, resuelven las crisis, solicitan y colaboran con las actividades, desarrollan y potencializan las habilidades de la gente, son entusiastas y lo transmiten, trabajan de manera colaborativa y dependen de la buena voluntad de su equipo.
Si quieres mejorar en las habilidades de liderazgo, tienes que entender y trabajar en comportamientos que ayuden a ser mejor, habilidades que son fáciles de seguir porque son de carácter natural, pero hay que entender los contextos, la aplicación y leer qué está ocurriendo y qué acción y reacción provoca como dirigir u ordenar cuando el colaborador no está capacitado para hacer la tarea; persuadir o instruir cuando el colaborador tiene cierta disposición para hacer la tarea, pero le faltan conocimientos o habilidades que le impiden concretarla; apoyar o participar cuando el colaborador realiza la tarea con pleno entusiasmo, pero aún no alcanza los estándares de calidad o bien, no es lo suficientemente creativo y sistemático para desempeñarse sin supervisión, y delegar cuando el colaborador realiza la tarea con pleno entusiasmo y calidad, es decir, sin necesidad de supervisión
Son muchas contradicciones, pero el líder sabe cuándo ir y hasta dónde llegar, la palabra correcta, en el momento correcto a la persona correcta. Un líder no nace, un líder se forma. La pregunta sería ¿qué haces tú hoy, para ser un mejor líder mañana?
Sé un líder. Fomenta en tu equipo el desarrollo de sus habilidades creando un ambiente competitivo y de retos; demuestra a cada miembro de tu equipo que confías en él. Como líder, tienes que generar la motivación y compromiso.
