Este estudiante, esta alma… Acabó tambaleantemente la secundaria, pero hoy a un año, sigue con su preparatoria. Dejó el consumo de todo lo que probó, y que por fortuna se quedó en etapa de iniciación, no lográndose la dependencia. A esa madre de familia mi respeto, pues con todo y lo que pasó, nunca se terminó de rendir. Hizo todo lo que pudo, y supo buscar ayuda. Le agradezco de por vida la confianza y sus ganas de luchar. Su hijo sigue adelante… y lo hace a pesar de los pesares.
No perdimos. Ganamos, y ganamos una vida. A ese caso le debo mi interés completo por formarme en Disciplina Positiva, pues fue tan complejo, que me aferré con toda mi fuerza, por él y por todos los casos que habían de venir, por buscar siempre educar y dar rumbo de la manera más asertiva, y a ser como directivo escolar una certeza en medio de tantas cosas. Hoy estoy certificado ante la “Positive Discipline Association” como Educador en Disciplina Positiva, para familia y en el aula.
Winston Churchill, se quedó en mis días con la frase: “Llegaremos hasta el final, lucharemos en Francia, lucharemos en los mares y en los océanos, lucharemos con confianza y creciente fuerza en el aire; defenderemos nuestra isla, cueste lo que cueste, lucharemos en las playas, lucharemos en las pistas de aterrizaje, lucharemos en los campos y en las calles, lucharemos en las colinas… ¡Y nunca, nunca nos rendiremos!”
Lo que las circunstancias le dejan a un maestro, a una maestra, a un papá, a una mamá… ¡Es crecimiento! Pues cuando hay amor, no existe arrepentimiento.
Vivimos en un mundo en el que debemos dejarle en claro a nuestros niños, niñas y jóvenes, que valdrá la pena luchar por todo aquello que vale el esfuerzo, y que las adversidades no tienen más objetivo que fortalecernos.
Si tú eres un adulto o adulta en conflicto por el caso difícil de alguno de tus niños, niñas o adolescentes… No tires la toalla. Pide ayuda, y mantente firme. Valdrá la pena y no te arrepentirás. Siempre hay formas…
Agradezco con toda el alma a mis maestros, y maestras, a mi equipo… Especialmente por todo cuanto a ese caso recibí de ustedes, al P. Patrick, al Prof. Bárcenas, a Miss Jessie, a Miss Alma, a Miss Rocío, a Miss Jannette, a Miss Josce, y a Miss Mariana… Pues de una u otra forma estuvieron conmigo hasta donde saben, para sacar el caso adelante.
Gracias también a ti apreciado “caso”, pues me enseñaste de lo que soy capaz, cuando alguien me importa, y de lo mucho que por mi vocación puedo hacer. Dedico estas líneas con todo mi cariño a todos mis estudiantes, y a ti.
