- Publicidad -
martes, abril 23, 2024

¿Los biberones están prohibidos en los hospitales?

Lamentablemente, cualquiera que haya recibido a su bebé en un hospital privado podrá decir que no es así.

Sin embargo, hace unos días, un periódico coahuilense publicó una nota donde denuncia que en ciertos hospitales de la entidad se ha prohibido el uso de biberones e incluso publican una fotografía donde en un letrero dice claramente que tanto biberones como chupones están prohibidos y se alienta a los usuarios a depositar en una caja dichos artefactos. Además, en letras más pequeñas, una leyenda dice: “En este hospital apoyamos la lactancia materna exclusiva”.

Se desató una polémica, pues madres que llevan una alimentación artificial de sus pequeños se manifestaron en contra de esa medida.

Como lactivista, madre y asesora de lactancia, se me despertaron varios hilos de pensamiento:

  1. En primera instancia, fui a lo que dicen los pasos para la implementación de la Iniciativa del Hospital Amigo del Niño y de la Niña (IHAN) y, en el punto 9, se describe: “Aconsejar a las madres sobre el uso y los riesgos de los biberones, tetinas y chupetes”; esto es lo que se asienta en la página web de la UNICEF.

Hago énfasis en que es el paso 9 de 10, es decir, un hospital que desea recibir esta certificación debe cumplir con otros requisitos previos a este, donde claramente no existe la palabra “prohibición”, sino que el espíritu es educar a las mamás y familias sobre lactancia y otras formas y métodos para la alimentación del recién nacido.

“En los hospitales de la Secretaría de Salud del Estado de Guanajuato, ‘la prohibición’ – aclara Alfredo Granados Torres, Evaluador de Hospitales Iniciativa Hospital Amigo del Niño y de la Niña Secretaria de Salud Guanajuato – es para el uso intrahospitalario de los infantes que están recibiendo atención en las unidades de cuidados intensivos, cuneros, etc.” Y amplía: “si una mamá o familia llega con biberones o chupones a la consulta externa, lo que se hace es informarla sobre otras formas de otorgar la alimentación como el vaso o la jeringa, se le invita a los Grupos de Apoyo a la lactancia para fomentarla; más si aún así, esa persona desea seguir utilizándolo, no se le prohíbe la entrada y se respeta la manera en como decida alimentar a su bebé . Pero, si un pequeño es hospitalizado, sí se otorga la alimentación por otros medios que no sean biberón”.

  1. Segunda idea. Muchas de las mamás que llevan una alimentación artificial con fórmula, en muchos casos NO recibieron capacitación sobre lactancia materna o asistencia oportuna ante las dificultades que se pueden llegar a presentar para instalarla de manera exclusiva. Claramente, estas madres son ‘víctimas’ de un sistema de salud que no las dotó de herramientas suficientes e incluso, de la mercadotecnia de los fabricantes de la fórmula artificial.
  2. Muchas lactancias exclusivas terminan cuando la madre se incorpora a la vida laboral pues la políticas de sus centros de trabajo no están apegadas a la Ley Federal del Trabajo vigente y las obligan a destetar precozmente o a llevar una lactancia mixta.
  3. La cultura de la lactancia aún no permea en todos los ámbitos de la sociedad, por ello, aún a la madre lactante le puede resultar más fácil administrar su propia leche en biberón que dar pecho directamente ante las miradas lascivas o reprobatorias de otros.
  4. La promoción de la lactancia humana, sin una adecuada y empática asesoría para conseguirla, puede provocar mayor frustración que frutos reales.
  5. Finalmente, toda madre tiene la libertad de decidir cómo alimentar a sus bebés, ya sea con lactancia materna exclusiva directa, en diferido, mixta o alimentación artificial, por lo cual, los servicios de salud pública nunca deberían ser condicionados.

En contraste, poco o nada se habla de la constante transgresión al Código Internacional de Comercialización de Sucedáneos de la Lecha Materna (CICSLM) en los hospitales privados de nuestro país, donde las farmacéuticas siguen entregando sus paquetes de maternidad con la marca de sus fórmulas a simple vista y el primer alimento que recibe un bebé es una onza de fórmula en biberón. O de la poca supervisión de la capacitación en lactancia que tienen los pediatras y ginecólogos en la práctica privada y que constantemente están promoviendo el uso de fórmulas artificial en las infancias.

En conclusión, aún es mucho lo que tenemos que trabajar para la protección y adecuada promoción de la lactancia humana, que sea congruente y consistente en todos los ámbitos de la sociedad.

Miriam del Toral
Miriam del Toral
WhatsApp para asesoría de lactancia: 477 674 9021. Asesora especializada en Lactancia y Múltiples, Lactivista, columnista, comunicóloga, especialista en Desarrollo Humano y en Facilitación de Grupos. Acompañante Tanatológica. Es fundadora de Maternidad Sustentable, donde se difunde información sobre lactancia materna y crianza respetuosa. Docente en PILU. Colabora en Fuente de Vida, Grupo de Apoyo a la Lactancia y en UPA Tribu.

ÚLTIMAS NOTICIAS

ÚLTIMAS NOTICIAS

LO MÁS LEÍDO