- Publicidad -
jueves, marzo 28, 2024

Maestras y maestros: Los verdaderos Héroes

Hoy se festeja un “Día del Maestro” más, una fecha en que conmemoramos a las y los extraordinarios obreros del saber, que desde remotas culturas en todo el mundo han gozado de un discurso que les prestigia y les honra. Desgraciadamente en América Latina, y en México como tal, nuestros trabajadores de la educación están inmersos en sistemas educativos que no propician el desarrollo de la población como se sueña y se quisiera, porque no se ha terminado de entender que los docentes no tienen ni gozan de las condiciones necesarias desde múltiples aspectos, para el alcance de indicadores y objetivos.

Comparamos a los logros de la educación en Finlandia, con los resultados de la educación en México, sin entender que no hay punto de comparación en los factores no sólo y propiamente educativos, sino sociales en general. Me daré a entender: Mientras en Finlandia se dice que el niño en edad preescolar no va a la escuela “porque se le permite ser niño”, de manera que su psique se desarrolla más saludablemente porque tiene más
tiempo con papá y mamá, y así mismo, para jugar; en México, los papás y mamás con hijos en edad preescolar viven en un País en el que la educación para esas edades es obligatoria, pues aunque aquí se pensara que también es más sano que el niño juegue y comparta tiempo con ellos, no se vive en una nación en que las condiciones económicas permitan cortas jornadas laborales y tampoco es viable que ambos o incluso que al
menos uno de los dos padres se dedique a él, puesto que los salarios ya no son suficientes.

¿Me expliqué? Es ignorancia la que condena a los maestros, respecto al sistema educativo que en nuestro País responde a condiciones que no dependen de ellos y ellas.

Por supuesto se dice, que la educación es la base, y si, es un hecho, son las maestras y los maestros son quienes ejercen la profesión que es madre de todas, de ahí vienen los futuros médicos, enfermeras, arquitectos, abogados, psicólogos, etc., pero no es en ellos ni en ellas en quienes reside la responsabilidad constitucional de gobernar, legislar y hacer política pública para los cambios sociales que nuestro País necesita.

De ellos depende que la población esté educada, y que cada niña, niño, joven y/o adulto  –según sea el caso- cuente con los conocimientos e incluso habilidades necesarias para que como ser humano tenga la dignidad de persona. Pero no pidamos más a quienes no tienen otras facultades. A veces hemos querido exigir de las y los maestros, lo que por su cuenta y vocación han querido ofrecer como valor agregado, por ejemplo: Valores, calidad en el trato con las personas, estabilidad emocional de los estudiantes respecto a temas generales de sus vidas personales, etc.

Es por ello que gobernantes, legisladores y la clase política en general, debe preocuparse por el perfeccionamiento de los sistemas educativos que responda con veracidad a las necesidades de México como País, contemplando formalmente y con seriedad a nuestras condiciones sociales, culturales, y económicas.

¿Qué sí es la maestra y el maestro?

Primero que nada, personas. Son eso, seres humanos como tú y como yo. Agradezco  profundamente haber tenido la oportunidad desde mis 22 años de ejercer como director general de una institución educativa privada con preescolar, primaria, secundaria y preparatoria. Esto me ha hecho entender tantas cosas, para que al final pueda concluir que lo más importante es interpretar con seriedad la condición humana del y la maestra.

Son personas con pareja, casadas, solteras o viudas. Son personas con o sin hijos. Son personas con familiares enfermos o con una familia que goza de extraordinaria salud. Son personas foráneas u oriundas respecto a la ciudad de la escuela en que enseñan. Son personas con fortalezas y áreas de oportunidad… Es decir, viven lo que 100% de la población: Condiciones o circunstancias y experiencias de vida, pero que por supuesto,
son distintas en cada caso.

Y esas personas, a diferencia de todas las demás actividades laborales -de oficio o profesión- se levantan todos los días con una meta: Transformar mentes y condiciones de vida a través de la labor más trascendental que existe, que es educar, y ese arte, en su perspectiva más formal, le pertenece sólo a la maestra y al maestro. El maestro y la maestra, a diferencia de todos los demás, se preparan y se enriquecen de conocimientos que no sólo se traducirán en sus futuras condiciones de vida a través del ingreso que ellos les permitan tener, sino que esos conocimientos irán a estimular a múltiples generaciones y personas que con ello, conquistarán futuros.

¿Nos damos cuenta que mística y filosóficamente la labor del maestro es compartir, es entrega, y que como tal es darse al otro? Por eso es que sí, ellos y ellas deben tener un lugar muy importante en nuestra gratitud, y en el respeto que como personas y como sociedad les damos, sólo falta que les honremos con mayores y mejores oportunidades.

No sólo económicas, sino también empáticas. Todo el que no entra a un aula quiere opinar de pedagogía, procesos educativos, manejo de grupo, y técnicas de intervención educativa, y no es así. Esa autoridad académica la tienen, quienes se preparan para ello, y se fortalecen a través de los años de su práctica en el aula.

Queridas maestras y queridos maestros de México, de Guanajuato… ¡De León! Seguir a pesar de todos los pesares es la única respuesta a tan demandante labor, pues las niñas, los niños, los adolescentes, los jóvenes y los adultos, según sea el caso, así como los Padres de Familia, son y serán siempre la más hermosa de las “materias primas” con las que una profesión pueda trabajar… ¡Y ese es nuestro trabajo! Luchar por un México educado, preparado y capacitado. Luchar por un mundo mejor, a través de la batalla tan importante que libramos en el aula todos los días, incluso cuando el estudiante piensa que no vale la pena… ¡Estemos atentos! Pues es una persona que nos grita con fuerza la necesidad que tiene de que alguien crea en él o ella y le impulse… Y en eso, nos hemos hecho expertos.

Son los verdaderos luchadores sociales. Son trabajadores de la educación. Son Educadores y Educadoras del mundo. Son las y los verdaderos héroes. ¡FELICIDADES MAESTRAS Y MAESTROS!

Ricardo García
Ricardo García
Joven entusiasta, Político con causa. Psicólogo de formación, trabajador de la educación por convicción. Formador de Directivos Escolares. Columnista, Capacitador y Conferencista. Secretario Estatal de Asuntos de la Juventud del Partido Verde Guanajuato. Director de TRANSFORMA Consultoría.

ÚLTIMAS NOTICIAS

ÚLTIMAS NOTICIAS

LO MÁS LEÍDO