Declaro no tener conflicto de intereses.
“Creo, creo, creo en mí…”
En nuestra labor como asesoras de lactancia, proporcionamos información, orientación, guía, contención. Explicamos la parte teórica sobre la fisiología de la lactancia y cómo llevarla a la práctica diaria con el bebé. Incluso, procuramos dar herramientas sobre cómo transmitir todo esto a la pareja o familia que acompaña a esta mamá en su lactancia para que no funjan de “fuego amigo”, sino como apoyo en esta etapa…
Pero hay dos elementos fundamentales que dependen principalmente de la mamá lactante:
- Deseo de amamantar.
- Confianza en la capacidad de su cuerpo de producir la leche.
¿Por qué son esenciales?
* El deseo de amamantar no se puede (ni debe) imponer. Parte de nuestra ética como asesoras es atender los deseos y necesidades de la mamá, tanto si nos hablan para un destete como para una relactación…
Incluso cuando por algún motivo, no es posible la lactancia directo al pecho y es necesario hacerlo en diferido, se busca la estrategia más conveniente y es igual de valiosa esa leche materna.
Nuestra labor es INFORMAR para que tomen la decisión que mejor se acople a sus necesidades.
A lo más que podemos aspirar en un momento dado, es a INSPIRAR en esa mujer el deseo a amamantar. Más, la decisión siempre es y será suya.
La confianza en la capacidad de su cuerpo de producir leche es un poco más compleja. Tiene que ver con muchas creencias que “se colaron” en algún momento y que se dan por ciertas simplemente porque no se han cuestionado.
Aquí, sí hay mucho más que podemos hacer, no sólo informando, sino también:
- Revisando las prácticas y patrones que comprometen la producción de leche (un agarre incorrecto, poner horarios, introducir fórmula en biberón, etc.).
- Describiendo paso a paso cómo es que su cuerpo “obedecerá” a un estímulo correcto y oportuno.
- Identificando las situaciones anatómicas o padecimientos que en ocasiones comprometen la producción de leche en el cuerpo de una mujer (hipoplasia mamaria, por mencionar alguna) y las muchas otras que tienen que ver más con mitos, que con realidades (tamaño de los pechos, forma del pezón, por herencia,).
- Explicando el Síndrome de Percepción de Insuficiencia de Leche y cómo desmentirlo.
- Aportando artículos de investigaciones basados en evidencia científica.
- Facilitando argumentos para combatir el “fuego amigo” de la pareja, familia, amigos, médicos y sociedad en general.
- Invitarla a participar en un grupo de apoyo a la lactancia, para que sepa que otras mujeres han tenido las mismas dudas o situaciones y cómo han logrado resolverlas.
La conjunción de ambos elementos: deseo y confianza en una mamá lactante, son sumamente poderosos. Derriban la mayoría de los obstáculos y dificultades que se pudieran presentar.
Si tú estás leyendo estas palabras y eres una mamá lactante, repite este mantra: “Creo en mí, creo en mí, creo en mí… creo y confío en que puedo proveer lo que mi bebé necesita”…
Lo primero que tu pequeño necesita, es A TI… que es mucho más que la leche que pueda salir de tu cuerpo, sino tu presencia amorosa y atenta a sus necesidades emocionales en primera instancia.
Y que sepas que si es tu deseo tener una lactancia satisfactoria, YO TAMBIÉN CREO EN TI… y si crees que puedo serte de apoyo, cuenta con conmigo.
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