Ulises Quillo
¡Atrévete a pensar!
Immanuel Kant “¿Qué es la ilustración?”
¿Qué significa pensar críticamente? En la escuela, nuestros maestros nos invitaban siempre a hacerlo, pero quizá fueron pocas veces en las que nos enseñaron cómo, o incluso que nos decían al menos lo qué significaba hacerlo.
La palabra crítica viene del antiguo griego krinein, que significa separar. Viene del contexto en el que se utilizaba una herramienta llamada criba, con la que se podía separar el grano bueno de las piedras o la basura que no se podía consumir o no era útil. La crítica consiste en la capacidad de discernir entre los valores que puedan tener ciertos hechos, acciones, objetos o situaciones. Decidir, por ejemplo, si una canción es bella o fea; si la decisión de nuestro presidente es justa o injusta; si la manera en que nuestro amigo se comportó es buena o mala; o si una afirmación sobre el mundo es verdadera o falsa. Es muy importante saber que, aun cuando lleguemos a una conclusión pensando críticamente, no quiere decir que no podamos equivocarnos. Sin embargo, las probabilidades de estar en lo correcto aumentan cuando lo hacemos, también nos dará consuelo cuando tengamos que enfrentar las consecuencias de nuestras decisiones. Creo que pensar críticamente consiste en cuatro pasos:
- Identificar un problema.
- Explicar el problema y su contexto.
- Tomar una posición respecto al problema.
- Hacernos cargo de las consecuencias de nuestra decisión.
Primero, siempre que se vuelve necesario pensar críticamente, es porque hemos identificado un problema, es decir, una idea, un hecho, una situación, un acto, que nos causa cierta inconformidad. Es muy importante identificar qué es exactamente lo que nos incomoda, para con ello poder comenzar con el segundo paso.
En segundo lugar, tenemos que comprender el problema y su contexto, su origen, sus causas, sus motivaciones, y todo lo que sea necesario para entender de la mejor manera posible el problema. Para llevar a cabo este paso tenemos muchos medios: libros, internet, inteligencia artificial, el diálogo con amigos, conocidos, expertos. Con el tiempo tendremos que ir aprendiendo cuáles son las mejores fuentes para cada caso. Además, algo muy importante en este paso es aceptar que nunca podremos comprender del todo el problema, siempre habrá algo más que podamos aprender al respecto. Parte de pensar críticamente va a requerir que en cada ocasión podamos identificar cuándo es suficiente la información que tenemos antes de dar al siguiente paso, y cuándo no lo es.
En tercer lugar, una vez que creemos comprender lo suficiente el problema con que nos enfrentamos, será momento de tomar una decisión al respecto, que implicará tomar una posición en la que afirmemos que algo es verdadero o falso, bueno o malo, justo o injusto, bello o feo. En ocasiones estas decisiones requerirán de nosotros que comencemos ciertas acciones.
Finalmente, llegará el momento en que tengamos que hacernos responsables de la decisión que tomamos, y de lo que hayamos hecho al respecto, pues como sabíamos desde el segundo paso, es posible que nos hayamos equivocado, y es posible que ese error tenga consecuencias. Creo que pensar críticamente implica también hacernos cargo de las consecuencias de nuestros actos.
Un ejemplo clásico de esto es Sócrates, el famoso filósofo griego. Lo que sabemos de Sócrates es que, al igual que Kant muchos años después, creía que era muy importante que las personas no admitieran como verdad lo que se les había enseñado, y que se esforzaran por comprender la verdad a partir del diálogo con otras personas, sobre todo respecto de lo que era justo, bueno, bello, y verdadero. Sócrates salía a las calles a interrogar a las personas que en teoría deberían de ser expertas en estos temas, por ejemplo, sobre la justicia a los jueces o sobre la belleza a los artistas, y después de mucho interrogarlos, llegaba con ellos a la conclusión de que en realidad no sabían lo que era la justicia, la belleza, el bien, o la verdad.
Lo políticos de la época decidieron sentenciar a muerte a Sócrates, por poner en tela de juicio la tradición y los valores de su sociedad. Se sabe que una noche antes de su muerte, amigos suyos fueron a rescatar a Sócrates con un plan de escape. Sócrates, sin embargo, no quiso escapar, todo lo que hacía, las preguntas que le hacía a la gente tenían la intención de ayudar a la sociedad en la que vivía, y si esa sociedad había determinado que lo mejor para ella era que Sócrates muriera como consecuencia de sus actos, entonces él mismo tomaría la cicuta que acabaría con su vida.
Pensar críticamente no es fácil, hacernos cargo de las consecuencias de nuestros actos lo es aún menos, pero en una sociedad en la que todo se ha vuelto una mercancía, en la que cualquiera puede difundir información, y en la que muy pocos se hacen cargo de las consecuencias de sus actos, pensar críticamente se ha vuelto urgente. Más que nunca, ¡critica!
Bibliografia
Hadot, P., (1998). ¿Qué es la filosofía antigua? México: FCE.
Kant, I., (1994). ¿Qué es la ilustración? Filosofía de la historia. Trad. Eugenio Imaz. México: FCE.