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viernes, abril 26, 2024

Maternar durante el Confinamiento… la neta, estoy cansada

Declaro no tener conflicto de intereses.

El virus del Covid19, además de la enfermedad SARS-CoV-2, ha generado una Pandemia más… el agotamiento generalizado de las madres…

El confinamiento solicitado para evitar la transmisión comunitaria del virus mandó a los estudiantes a casa y se invitó a que todas las personas en actividades “no esenciales” se quedaran o trabajaran desde casa. De pronto, las actividades habituales en el hogar y los frentes a los que hay que atender, se multiplicaron en cantidad e intensidad.

Si en estos días ‘covidianos’ le preguntas a una mamá: “¿cómo estás?”, la respuesta más sincera es: “¿la neta? Estoy cansada”.

No, no es fácil. Si tú te sientes rebasada, agotada… lo que espero que sepas es que es comprensible. Que no eres la única que se siente así. Que, en estos momentos, las redes de apoyo tienen una importancia mayúscula para proteger tu salud física, mental y emocional. Que los sentimientos y exabruptos que tienes en estos momentos NO te hacen mala madre, sólo una persona real viviendo una situación de vida extraordinaria y que cada una hacemos lo mejor que podemos para transitarla.

Por ejemplo, Cris nos platica:
“Elisa tiene 2 años y casi 6 meses, con ella llevo 30 meses de lactancia, gracias a la información y una oportuna asesoría, desde el primer día fue LME. Pasamos las crisis de los 3, 6 y 12 meses, la de los 8 meses por angustia de separación y demás. Va a la guardería desde los 16 meses y desde ese momento dejé de extraerme leche y nos quedamos con las tomas de las tardes, noches y madrugadas.

Desde que acude a la guardería, en cuanto llegamos a casa lo primero que pide es “leche”. A diferencia de su hermano mayor, el cual lo desteté de forma respetuosa pero dirigida (por el embarazo de Elisa), a ella no he pensado en destetarla.

Soy docente y en período de vacaciones, siempre incrementa un poco las tomas. Pero creo que ahora, con la pandemia y al tenerme todo el día disponible, pide cada hora y media si no es que en lapsos más cortos. Puede estar jugando muy entretenida cuando de repente interrumpe su juego, se acerca mientras estoy trabajando en la computadora y con su carita hermosa de niña chiqueada me pregunta “mami, ¿me das un poquito de leche?” (ya habla bien), incluso toma parada (eso sí, siempre las dos, se quita de un lado y me dice “la otra”), toma pronto y se va a seguir jugando. Si ve que no estoy trabajando me dice “en el sillón” para acunarse conmigo.

Las escenas anteriores se repiten muchas, muchas veces al día, ni siquiera podría llevar la cuenta, desconozco la causa, no creo que sea por hambre o sed porque come muy bien y toma bastante agua, supongo que es su forma de sentirse apapachada, porque necesita mis brazos.

A veces me resulta cansado y le tengo que pedir que se retire, pero no imagino un destete, sigo pensando que no hay nada que le dé más protección y anticuerpos que mi leche. Hasta he llegado a pensar que, si alguno de nosotros nos llegamos a enfermar de coronavirus, me empezaría a extraer para dársela también a su hermano.

Así que aquí seguimos y seguiremos, hasta que ella decida y sinceramente, no me gustaría que fuera pronto.”

Pero sí, es cansado… Karina, con tres hijos varones de 8, 5 y 3 años, llenos de energía y ocurrencias, nos confiesa:

“¿La neta? ¡Estoy cansada! Tengo a estos chiquitines hermosos sin escuela… a veces parecen unos engendros que han salido del mismísimo infierno, jajajajaja. Todos los días les pongo actividades pero la verdad es que ya se me están acabando las ideas. Los he puesto a limpiar la casa (vidrios, baños, cocina). Para poder utilizar cualquier aparato electrónico tienen que leer. Y la verdad si me ha funcionado, pero a veces, permito que abuso del uso de aparatos electrónicos. Aunque no trabajaba fuera de casa, ahora me siento verdaderamente absorbida por la maternidad”.

O como nos cuenta Judith: “Me siento en la locura con las tareas escolares durante este confinamiento. Las mamis nos estamos multiplicando para hacerla de todo morocho, cumpliendo con el trabajo, atendiendo casa, alimentando familia, haciéndola de maestros y encima de todo – y añade con sarcasmo -, con cierta culpabilidad por no aprender un nuevo idioma o a tocar un instrumento durante este ‘tiempo libre’….”

Aderecen estos testimonios con la situación que muchas familias están atravesando del estrés natural del abrumador cambio de ritmo y convivencia, a la crisis económica que está tocando la puerta.

Aclaro, no pretendo “trivializar” la situación del Covid 19, los enfermos y las muertes, pero sí visibilizar la situación de muchas mujeres y familias en las últimas semanas y cómo está afectando a su salud mental, emocional y espiritual.

Les mando muchos abrazos, esperando pueda servir de algo estas palabras, pues sé que el peso de la culpa agregado a todo lo demás de este encierro necesario, es demasiada carga para cualquiera. Por lo pronto, recurramos a la sabia premisa: “solo por hoy”.

#QuedateenCasa #VamosaSalirJuntas #MujeresAyudandoMujeres #Covid19 #pandemia

Miriam del Toral
Miriam del Toral
WhatsApp para asesoría de lactancia: 477 674 9021. Asesora especializada en Lactancia y Múltiples, Lactivista, columnista, comunicóloga, especialista en Desarrollo Humano y en Facilitación de Grupos. Acompañante Tanatológica. Es fundadora de Maternidad Sustentable, donde se difunde información sobre lactancia materna y crianza respetuosa. Docente en PILU. Colabora en Fuente de Vida, Grupo de Apoyo a la Lactancia y en UPA Tribu.

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