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jueves, marzo 28, 2024

¡Menos tolerancia y más respeto!

Justin Trudeau, Primer Ministro de Canadá -con seguridad una de las naciones modelo en temas de no marginación, acceso a vida libre de violencia, respeto a nuestro entorno, etc.- y quien tiene uno de los gabinetes más plurales y representativos de cualquier gobierno, ha dicho en reiteradas ocasiones: “Canadá no es grande a pesar de las diferencias sino gracias a ellas”.

Hoy en muchos países, pero en el caso particular nuestro país, tendemos como comunidad a estigmatizar a personas o sectores.

La palabra “estigma” se originó en Grecia y así se les llamaban a las marcas en el cuerpo de los esclavos. Por ello, un estigma socialmente hablando provoca que esa persona sea vista como inferior o como inaceptable, lo que a su vez “legitima” los actos discriminatorios o la violencia que puede llegar a padecer.

El tema de la diversidad sexual genera estigmas y señalamientos, que provocan como dije, la no aceptación de un sector o una persona.

Es increíble que no seamos capaces de entender que el respeto es la base de las relaciones y del crecimiento de una nación.

Es paradójico que la gente que rechaza y hasta criminaliza la homosexualidad se base principalmente en que es contraria a los valores y que daña la estructura familiar que es la célula base de una sociedad. Es decir, el discurso que encierra odio está sustentado en que la homosexualidad atenta contra la familia y por ende la sociedad. Lo verdaderamente paradójico es que hablamos de derechos humanos y las naciones que más respetan y fomentan estos derechos -incluido por supuesto el derecho a formar una familia homoparental o lesboparental, así como buscar la realización personal-son las naciones con mayor índice de felicidad y de acceso a servicios y satisfactores, e igualmente son las naciones con los números más bajos de marginación y de violencia. Entonces, ¿no que estamos destruyendo a la sociedad por aceptar y respetar la diversidad sexual? Pareciera más bien que los comportamientos retrógrados y el no respeto a la individualidad y los derechos que la tutelan, son lo que terminan dañando muy seriamente a la sociedad.

Hace unos días, el 17 de Mayo pasado, se conmemoró el Día Internacional contra la homofobia. Es una fecha para visibilizar la violencia y la discriminación de las que son victimas este sector.

Se conmemora ese día, pues un 17 de mayo de 1990 la Organización Mundial de la Salud -OMS- retiró la homosexualidad de la lista de las enfermedades mentales.

Pese a que se ha avanzado mucho en el tema, incluyendo temas de supraderecho como los Tratados Internacionales donde se prohíbe la discriminación en cualquiera de sus formas y manifestaciones, existan algunos datos a considerar: Existen actualmente 123 países miembros de la ONU donde las relaciones entre personas del mismo sexo son legales, pero por otra parte existen 70 donde son criminalizadas. En 6 países incluso, se castiga con pena de muerte.

¿Cómo estamos en México? Pues si tuviera que describirlo con una palabra esta sería intolerancia. Sólo después de Brasil, México es país en AL con más asesinatos y muestras de violencia contra la comunidad LGBT+.

Como nación debemos privilegiar el dialogo, la constricción y el entendimiento. Crear espacios donde quepamos todos con todo y nuestras diferencias y entender como dice Justin Trudea que la grandeza de un pueblo está en las diferencias y la forma en la que les damos espacios.

No existen cifras reales -seguramente por la violencia y persecución que sufren- pero INEGI en su estudio sobre la Discriminación señala que 2.7 millones de mexicanos aceptaron no ser heterosexuales. Sin embargo, la propia OMS estima que cerca del 10% de la población mundial tiene algún tipo de tendencia homosexual. Eso significa 12 millones de mexicanos, entre los cuales podrían estar mis hijos o los de mis hermanos, o los de la gente que quiero mucho.

¿Qué pasa con nuestra empatía? O ¿debo entender que como comunidad somos empáticos sólo cuando es algo que nos afecta a nosotros?

Por lo mientras Marcelo Ebrard, Canciller Mexicano, acaba de firmar un documento donde se instruye a las Embajadas y Consulados de México en el extranjero a celebrar matrimonios con parejas del mismo sexo. Gran avance en el tema y establecer que los derechos humanos no son demagogia ni proselitismo electoral.

 

Eric Bolivar
Eric Bolivar
Abogado especialista en Derechos Humanos, activista en apoyo a migrantes centroamericanos, colaborador voluntario de la Fundación TELETÓN, columnista, fotógrafo; actualmente dirige Donadores Compulsivos Guanajuato A.C., dedicada a promover la donación altruista de sangre y plaquetas. Correo electrónico: Ebolivar1975@gmail.com. Twitter: @eric_bolivar

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