Esta semana México presentó su candidatura al Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas -es casi seguro la integración de nuestro país al Consejo ya que fue apoyada por los 33 países de Latinoamérica y que pertenecen a la ONU-. Se votará en 2020 por la Asamblea General y será para el periodo 2021-2022. Si no hay cambios en la representación diplomática, será Juan Ramón de la Fuente a quien le toque el honor de ser parte de ese Consejo.
El Consejo de Seguridad es el brazo de la ONU que busca mantener la paz y seguridad en el mundo. Cualquier otra Institución que dependa de las Naciones Unidas sólo puede emitir recomendaciones y sus resoluciones no son vinculatorias. Sin embargo, particularmente el Consejo de Seguridad puede resolver y obligar a los miembros de las Naciones Unidas a cumplir sus determinaciones.
Normalmente invitan a las naciones involucradas a llegar a un acuerdo pacífico, pero si el dialogo no funciona pueden llegar a imponer embargos, sanciones económicas o incluso autorizar el uso de la fuerza militar para hacer cumplir las resoluciones -recordemos que existen los llamados cascos azules y que es una fuerza multinacional militar y policial compuesta por los países miembros de las Naciones Unidas y que están a las órdenes del propio Consejo de Seguridad)
El Consejo está conformado por 15 naciones. 5 son miembros permanentes -EEUU, Rusia, Francia, Inglaterra y China- y otros 10 miembros no permanentes elegidos de 5 en 5 cada año por la Asamblea General de la ONU y para un período de 2 años.
México ha sido miembro en 4 ocasiones.
Han sido Embajadores ante las Naciones Unidas hasta este momento Luis Padilla Nervo y Rafael de la Colina en 1946. Porfirio Muñoz Ledo en 1980 y quien incluso llegó a ser presidente del Consejo. Adolfo Aguilar Zinser en 2002 y Claude Heller en 2009.
La pertenencia no es ornamental. Basta voltear a la historia para darnos cuenta que a México le han tocado momentos importantes durante sus periodos dentro del Consejo. Con los embajadores Padilla Nervo y Rafael de la Colina a México le tocó recién concluida la Segunda Guerra Mundial la firma de los acuerdos de paz con Japón, así como el inicio de la Guerra Fría entre EEUU y la exURSS. Aquí fueron 2 embajadores pues el titular Luis Padilla dejó el cargo pues fue candidato a Secretario General de la ONU.
Posteriormente en 1980 a Muñoz Ledo -38 años después sigue vigente ya que ahora es Presidente de la Cámara de Diputados-, le tocó siendo Presidente del Consejo una parte medular del conflicto Israel/Palestina y el conflicto Grecia-Turquía.
A Adolfo Aguilar Zínser en 2002 le tocó la ocupación de Estados Unidos a Irak, igualmente un periodo difícil de la relación México/Cuba, ya que nuestro país votó a favor del embargo económico a Cuba en razón a los Derechos Humanos. Ello, fue durante el mandato de Vicente Fox y fue uno de los tantos desencuentros entre Fox y Fidel Castro, recordaremos el famoso: “comes y te vas” o también cuando Castro “Chamaqueó” a Fox y lo grabó y lo balconeó.
El último representante de México en el Consejo de Seguridad fue Claude Heller, en 2009. En ese momento al Consejo le tocó resolver sobre la decisión de Corea del Norte de retirarse del tratado sobre la no proliferación de las armas nucleares. También temas como el genocidio en Ruanda o la crisis humanitaria de Haití.
Es importante para la política exterior de México el obtener un lugar en dicho Consejo. Para la campaña México utilizó la frase de Benito Juárez: “Entre los individuos como entre las naciones el respeto al derecho ajeno es la paz”. México apoya como elementos torales de su política exterior la no intervención, la autodeterminación de los pueblos, el apoyo al desarrollo, la solución pacífica de las controversias y el respeto a los derechos humanos”.
Confío plenamente en el Embajador Juan Ramón de la Fuente. El Dr. De la Fuente es con certeza de los políticos más preparados, sensibles y más competentes que tiene nuestro país.
Siempre será una buena noticia la irrupción de nuestro país en temas internacionales.
