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sábado, abril 27, 2024

Nada de final regional: Tigres se corona con todo derecho ante Monterrey

La final de la Liga MX se jugó el pasado jueves 7 y domingo 10 de diciembre entre los Tigres de la Universidad Autónoma de Nuevo León y los Rayados de Monterrey. Una final ES-PEC-TA-CU-LAR que además tuvo el atractivo de ser la primera final regiomontana.

Aunque ya me han tocado ver y analizar varias finales, en esta ocasión no puedo sino reconocer que los jugadores de ambos equipos se brindaron en la cancha.

El partido de ida fue muy parejo: Tigres y Monterrey no se dejaban uno del otro. André-Pierre Gignac es un jugadorazo: aunque no metió gol, estuvo distribuyendo las jugadas, organizando a los jugadores, estuvo diseñando la estrategia para impulsar al portero Nahuel Guzmán, a Torres Nilo, a Juninho y al resto de sus compañeros a presionar a los Rayados, a Pavón, a Cardona, para brindar un gran espectáculo.

Las dos escuadras tuvieron un primer encuentro muy emocionante que concluyó con el empate a un gol en el estadio Universitario de Nuevo León. Los goles fueron obra de Nico Sánchez en el minuto 9 y el empate por parte de Tigres, fue del ecuatoriano Enner Valencia por la vía penal al minuto 27.

Partido de ida. Fotos: Cuartoscuro

Fue un empate “salomónico”, por lo que todo tenía que definirse en la vuelta, en el estadio BBVA, donde el ambiente no podía ser mejor: todos estaban emocionados por esta final inédita.

Monterrey tuvo un arranque muy brillante:  en cinco o diez minutos demostró por qué fue el líder durante todo el torneo, tan así que apenas al minuto dos, cayó el primer tanto, obra de Dorlan Pabón.

Minutos después, cerca del 5’, el mismo Dorlan se vio envuelto en una jugada polémica: le hicieron doble marcación y como no pudo hacer el servicio, se desesperó y optó por “echarse un clavado”, que Fernando Guerrero, el árbitro, dijo que “nanai” y lo dejó pasar.

Otro error garrafal de Pabón fue cuando Monterrey armó la jugada a cuatro toques y el jugador, en lugar de pasar el servicio o aventar la bola directo hacia la portería, la “voló”.

La afición del Monterrey esperaba que su equipo tuviera un desempeño tal como fue en el torneo regular: una máquina de goles. Sin embargo, eso no ocurrió. A partir de ahí los Rayados se desinflaron, desaparecieron.

Lo que Tigres, el equipo campeón, aprovechó. Al minuto 30 vino el gol del empate, cortesía de Edu Vargas: aventó carrera hasta la portería, enfrentó y venció a Hugo González.

Cinco minutos después, en tiro de esquina, vino el “gol de cabecita”, obra de Francisco Meza.

Regresando del medio tiempo, Rayados se fue con todo para buscar el gol del empate, pero nada pudo conseguir: Nahuel Guzmán es un portazo, cerró la cortina: le tiraron por los lados, por el centro, por arriba, le mandaron servicios y paró todo.

Al minuto 82 hubo una jugada que podría haber mandado a tiempos extras el encuentro: parece que Gignac se cruza para intentar quitarle el balón a Benítez y le pega, lo que lleva al árbitro a marcar la máxima de penal que le daba a Monterrey la oportunidad del empate. Sin embargo, a la hora de ejecutar el tiro, Avilés Hurtado se pone tan nervioso y es tanta la presión de la tribuna, que la vuela.

Luego, casi al final, al 90+5′, por fin se faja los pantalones el árbitro y saca la tarjeta roja, que  nadie quería ver, que cae en Neri Cardozo, quien por desesperación le dio una patada a Javier Aquino, acción que le costará al de Rayados el inicio del próximo torneo, con un partido de suspensión.

Con el silbatazo final, la afición de Monterrey, lógico, estaba muy triste porque el equipo de sus amores perdió la gran final, pero la mayoría felicitó a los Tigres por lograr el campeonato. Y si bien, los aficionados de ambos equipos salieron satisfechos del estadio, aún así hubo algunos incidentes menores de “maldades” por parte de aficionados de los Rayados, adoloridos por la derrota. Sin embargo, fueron los menos.

El marcador quedó de la siguiente manera: Tigres 2 – Monterrey 1, global 3-2.

Durante la premiación, el encargado de levantar el trofeo fue Damián Álvarez “La Chilindrina”, argentino que con este resultado se retiró del futbol profesional.

Mis felicitaciones para el equipo campeón y a la gran afición de Tigres.

 

Y para finalizar, van mis agradecimientos a mis lectores por leer mis comentarios durante estos dos años que he colaborado ya en Zona Franca. Les deseo a todos ustedes una Feliz Navidad y que todos sus deseos y sus proyectos que tengan por realizar en este 2018, Dios los bendiga. ¡Felicidades a mis amigos lectores!

 

* Juan Pablo García Gollaz es fanático de la música, escritor de vivencias, participante y medallista en las Olimpiadas Especiales en el deporte adaptado de “bochas” y de carrera en silla de ruedas.
Juan Pablo García Gollaz
Juan Pablo García Gollaz
Fanático de la música, escritor de vivencias, participante y medallista en las Olimpiadas Especiales en el deporte adaptado de “bochas” y de carreras en silla de ruedas.

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