El pasado día 2 de junio se realizaron elecciones en el Estado de Baja California. Se disputaban la Gubernatura, las 5 alcaldías del estado y 17 diputaciones locales de mayoría relativa.
En la Constitución Política de aquel estado en sus transitorios se especificaba claramente que el periodo de ejercicio de los cargos en disputa electoral sería de 2 años.
El ganador de la contienda electoral fue el Morenista Jaime Bonilla, (antes priista de toda la vida, amigo de Jorge Hank y amigo también del compadre del “Mayo” Zamabada, Jesús Vizcarra).
Dos años de gobierno le parecieron pocos a este señor Bonilla, quien movió todo para que el actual Congreso del Estado con 11 diputados del PAN y 5 del PRI, aprobara -mediante una maniobra legaloide- modificar la duración del periodo y pasarlo de 2 a 5 años.
Lo anterior además de desvergonzado, es un atentado contra el Federalismo y un desafío frontal contra las leyes que impiden la reelección. Imaginen si este tipo operó para logar eso, igualmente podría operar la reelección o incluso en la federación algún presidente con mayoría en el Congreso podría perpetuarse en el poder. ¿Gravísimo no?
Resulta relevante las voces al interior del propio MORENA. Las hay en todos los sentidos. Porfirio Muñoz Ledo señala tajante “que rompe el pacto constitucional” y pide sanciones mayores, como la “desaparición de poderes” en el Estado, pues dejaron de ser confiables para los ciudadanos. Por el otro lado la dirigente nacional de ese partido Yeidckol Polevnsky señala con argumentos lejanos a una estadista que “no se puede hacer elecciones cada dos años y la gente no quiere estar votando a cada rato”.
En medio de esas dos posiciones totalmente polarizadas, está un segmento Morenista encabezado por el Senador Ricardo Monreal, quien Preside el Senado y en donde de manera Institucional debería comenzar -si fuera el caso- el proceso de desaparición de los poderes en el Estado, ya que recordemos que los Senadores cumplen el papel de representar a Estados y no a los ciudadanos como sí lo hacen los diputados.
Monreal acepta la gravedad de lo que hizo el Congreso de Baja California, pero rechaza que la “desaparición de poderes esté sobre la mesa del Senado”.
El rechazo es creciente en sectores políticos, sociales y académicos. Ahora este señor Bonilla tratando de disfrazar su desmedida ambición de poder propone dos salidas: la primera turnar a la Suprema Corte de Justicia de la Nación el asunto de forma tal que se resuelva por la vía jurisdiccional. La otra que propone y que los diputados del PAN apoyan es una consulta popular.
Un principio elemental del derecho es la no retroactividad de la ley. El Gobernador es elegido por el periodo establecido en el momento en que se convoca a elecciones.
Lo sucedido es a todas luces ilegal en un plano jurídico, pero el plano social es vergonzoso. Es atentar contra la democracia.
Es lamentable que en México sigamos conformándonos con este nivel de ejercicio político. Nuestros gobiernos entán llenos de gente con ambiciones desmedidas e irracionales, egoístas y a los que no les importamos, pues utilizan el poder que les da la disposición de los recursos públicos -ya en dinero, ya en relaciones- para su propio beneficio.
Pero siempre he dicho y sostengo que a nuestros políticos nos los trajeron de otra parte. Son parte de nuestra comunidad. Son nuestros amigos, vecinos, familiares, etc. Así que el cambio debe comenzar en nosotros mismos. Tengamos políticos y gobiernos que verdaderamente representen y enaltezcan nuestros valores.
De la gente como este señor Bonilla, no necesitamos más.
