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viernes, mayo 9, 2025

Lealtad y posicionamiento político: El affidamiento, más que un pacto sororal

Nunca es fácil irnos desprendiendo de las complejas cargas del machismo que nos han enfrentado unas a otras y en estas fechas justamente se busca visibilizar e incluso demeritar el poder del expresarnos debido a comentarios que pocas están exentas de haber realizado en algún punto, pero no se olviden de que no es que las mujeres sean la primera enemiga de otra mujer si no que todas hemos sido criadas por el patriarcado solo que algunas somos hijas desobedientes y día a día aprendemos a podar y cortar raíces donde ya no hay más que aportar.

Ser o no ser sorora he ahí la cuestión. No es fácil autodenominarse sorora por que se trata de un ejercicio constante de deconstrucción. El siempre mantenerte alerta a no resbalar en el machismo, misoginia o la misandria. Entenderse como sorora y hermanarnos puede volverse una labor titánica sobre todo cuando los golpes más duros vienen de nuestras madres, hermanas, tías e incluso las abuelas o de cuando en nuestros empleos ya en si marcan las competencias desde los roles de género. Es por eso queridas hermanas que hoy he venido a hablarles de esta nueva secta llamada “el affidamiento” quiero aclarar que es un chiste y que solo les quiero hablar de un concepto, no nuevo pero si que buscar innovar.

Si no meterle el pie a otra mujer te parece poco, o si de pronto sientes una confianza inexplicable por otra mujer tal vez estés bajo el encanto de este místico concepto: el affidamiento. Como muchas de las cosas que nos ha regalado la dolce vita italiana nos dota de una añoranza entrañable; nuestras hermanas italianas feministas por allá de los años 60 decidieron englobar en un concepto ese anhelo de confiar, dejarse guiar y ser fiel entre mujeres en una palabra sin traducción textual que pareciera ser ese extra que termina de cerrar con el concepto de fraternizar entre nosotras. Si bien el ser sororas no nos obliga ser amigas si no que nos invita a dejarnos neutras de cargas machistas, el affidamiento propone darnos la oportunidad de amar, de amistarnos y encontrar en las semejanzas puntos de refuerzo para seguir no solo creciendo si no fortaleciendo la red de género que muchas trabajan día a día.

Durante años cientos de mujeres feministas no se han cansado de luchar personal y colectivamente, cuántas palabras han dedicado a demostrar lo poderosas y gentiles que podemos ser, parece mentira que sigan creyendo que todo esto se trata de un discurso de odio y no de una carta de amor y respeto para cada una de nosotras que podemos hablar en público, trabajar en lo que queremos o elegir nuestra maternidad y que si bien aún es poco, seguimos haciendo por un intrínseco sentimiento de afecto entre el género que gustosa podría señalar dentro del affidamiento.

Si tú que me estás leyendo dices “ya no saben ni que inventarse” puede ser, pero permíteme recordarte que ponerle nombre a las cosas ha ayudado por ejemplo a quitarle el micro a machismo y darle la proporción real que tiene el decir cosas como “juntas ni difuntas”, ahora bien si el concepto sigue siendo poco tangible para ti te lo planteo de la siguiente forma: muchas mujeres, las colectivas, organizaciones no gubernamentales y proyectos que tal vez solo vislumbras en la marcha del 8 de marzo dedican su tiempo, trabajo y recursos durante todo el año para apoyar ciegamente a otra mujeres con un sigiloso amor. El affidamiento lo ves en todas aquellas que prestan sus servicios profesionales o en las empresarias que deciden no solo tener mujeres por ser números de equidad si no que eligen confiar en la dedicación y empeño de una madre, por ejemplo. Affidarnos nos ha permitido visualizar que la distancia de las diferencias pueden de a poco irse acortando si ponemos primero la fascinante idea de querer ciegamente.

Y sí tienen razón “juntas ni difuntas”, mejor juntas, vivas, sororas y affidadas.

Pamela Aldrete
Pamela Aldrete
Se dedica al activismo de la atención a las cardiopatías congénitas, temas sobre duelo infantil y la atención médica pediátrica digna y respetuosa colaborando en la Semana de Juego Intrahospitalario.

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