Como seres sociales buscamos constantemente un entorno donde podamos sentirnos pertenecientes, acogidos, bien recibidos, aceptados, y sabemos que esos lugares están en donde se encuentran las personas que nos conocen, aman y quieren, pero ¿qué pensarías si te dijera que un club de lectura puede ser una red de apoyo más allá de solo un espacio de lectura?
Soy una persona que gusta de la lectura, que disfruta el olor de un libro nuevo, que siente ésa pequeña emoción de entrar a una librería y traer un libro nuevo a casa, y que, sin planearlo, soy ahora una persona que coordina un club de lectura, ¿cómo llegué a esto? Déjame contarte brevemente…
A pesar de disfrutar de la lectura, me descubrí leyendo poco, porque, “tenía poco o nada de tiempo” y mis actividades diarias “no me dejaban tiempo para ello”, por lo que quise buscar un motivante, comencé preguntando quién deseaba unirse a un chat donde la consigna era leer un libro por mes y reportar ahí mismo si lo habíamos logrado. Conforme se fueron uniendo, en un inicio, solo mujeres, todas mamás, fuimos dándole forma a ser un club de lectura. Comenzamos siendo pocas en número, y actualmente, hemos llegado a sumar 50 miembros en una lectura conjunta. Desde que este chat comenzó han pasado 2 años, actualmente puedo decir de manera orgullosa que hemos conformado y construido un club de lectura llamado: Tribu Literaria.
Me detengo a encontrar las palabras correctas que describan a nuestra tribu porque quiero que logres sentir lo que esto ha traído a nuestras vidas y para ser objetiva, pedí a algunas integrantes, me compartieran sus experiencias, las cuales te comparto a continuación:
Como su nombre lo dice, somos una tribu que por supuesto, comparte el gusto por la lectura, donde hemos crecido de manera intelectual y personal, porque parafraseando a Irene Vallejo: “los libros transforman a las personas”. Somos una tribu donde existe la sororidad, la hermandad, aunque no nos hayamos conocido todas de manera física, sabemos que hay alguien ahí, acompañándonos, sosteniéndonos. Hemos aprendido a valorar el esfuerzo de cada una por lograr una meta (como puede ser el terminar un libro en un mes) y a celebrarlo con ella, porque sabes que, sobretodo si es mamá, esa meta le sabe a triunfo, a saberse capaz, invencible.
Comprendes que la suma de pequeñas acciones diarias, te llevan a obtener un logro y celebras, celebras con ella, y compartes ese sentimiento: ¡lo lograste!, ¡lo logramos!, y entiendes que esas páginas leídas las consiguió a veces postergando 20 minutos más su sueño (o incluso más), leyendo en la fila del banco, en la espera de la cita médica, esperando a sus hijos en las clases extra o haciendo uso de un audiolibro mientras cocina, hace el aseo de la casa o maneja en el trayecto al trabajo o en su hora de comida; porque las ganas están y además, existe una red de acompañamiento que te motiva, te impulsa a lograr tu meta lectora porque quiere verte crecer. Por otro lado, sabes también que, si no lograste tu meta de lectura, tu misma red te dice: no pasa nada, tu esfuerzo es lo valioso, sigue a tu ritmo, pero sigue, aquí estamos para acompañarte y celebrar a tus tiempos.
Te mencioné antes que en un inicio las integrantes éramos mamás, actualmente, hemos crecido en número y ésto nos ha llevado a estar conformadas por mujeres de distintas edades, profesiones y lugares de residencia (ya que incorporamos también la modalidad virtual), y ahora incluyendo a hombres que deseen unirse a leer con nosotras desde un espacio inclusivo, lo que nos ha traído como resultado el disfrute de conocer a gente maravillosa con el mismo amor por la lectura.
Recientemente, una mamá me compartió cómo hace poco su vida cambió de manera inesperada para ella y sus hijos, con su historia, admiré su esfuerzo diario por lograr todas sus actividades de mamá, de mujer trabajadora, y por supuesto, de mujer lectora; algo que me conmovió aún más, fue cuando agradecía la existencia de la tribu porque le ayudaba en su proceso, a ella y a sus hijos; estas palabras fueron directo a mi corazón. Nunca sabes, si algo de lo que estás haciendo, esté ayudando a alguien más y quién diría que un club de lectura, podría ser una red que sin tener esta intención, se convirtió en un apoyo y contención para mujeres, sin duda, uno más uno da como resultado una tribu.
Citando nuevamente a Irene Vallejo: “los clubes de lectura tienen una función intelectual muy importante, pero también, una función terapéutica esencial”. Qué dicha más grande compartir un gusto y combinarlo con amistad, sororidad, apoyo, comprensión, empatía, respeto, gratitud, motivación y acompañamiento traducido en tribu.
Si gustas de la lectura, y deseas encontrar un espacio donde puedas compartir tus puntos de vista, opiniones, ampliar tus conocimientos, lecturas, conocer a autores, compartir con ellos tus impresiones del libro, y sobretodo desees hacer amistad, te invitamos a ser parte de esta fraternal tribu lectora, nos puedes encontrar en Instagram como: @tribu_literaria_club. Nos dará gusto recibirte.
¡Gracias Julieta, Alma, Miriam M., Angie, Miriam, Adri, Yola y Mayra por su contribución a este texto!