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sábado, abril 20, 2024

Nuestro desmadre

Ya hace tiempo que los mexicanos no tenemos orden político, económico ni social.

Somos caso 130 millones de personas que nos las arreglamos como podemos para vivir. Hacemos de todo para humillar al prójimo: discriminaciones, odios al diferente, machismo que esconde su feminidad, envidias e individualismos nada virtuosos. Nos queremos burlones de la vida y de la muerte pero tenemos los peores miedos no bien somos abandonados.

Tenemos que sobrevivir en un capitalismo de cuates donde solo avanza el que nos tranza legal o ilegalmente; no por nada contamos con los ricos más ricos y, por eso, los trabajos peor pagados. Para comer, tener casa y movernos hay que dedicar muchas horas del día, quitándoselas a la dicha de vivir.

Ahora, cuando se nos obliga a quedarnos en casa, nuestra radiografía se hace nítida: se pueden quedar los que la tienen y tienen con qué; pero los demás, la enorme mayoría, son una mancha oscura y sin esperanza, sin dinero, ese vil fetiche capitalista que todo lo domina.

Esas brechas crecientes debieran ser entendidas y atendidas por las instituciones públicas, esas que se integran para resolver nuestra seguridad, nuestra salud, nuestra educación, nuestro orden para convivir. Pero tampoco tenemos un Estado funcional.

Hemos visto cómo la pedacera política maneja a discreción las cosas públicas: cada loco con su tema. Ahora que la pandemia nos enferma y empobrece aún más, los gobernantes quedan evidenciados en su pequeñez de miras, de sensibilidad y de inteligencia. Apenas hoy un tímido Consejo de Salubridad General tratará de poner algo de orden. Pero a nosotros toca encauzar de fondo estas aguas de la historia.

Arturo Miranda Montero
Arturo Miranda Montero
Profesor y gestor asiduo de la política como celebración de la vida juntos.

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