Declaro ser parte de Fuente de Vida, Grupo de Apoyo a la Lactancia.
El confinamiento por la contingencia sanitaria puso en el ojo de la lupa otro aspecto poco visibilizado en la ajetreada vida pre-covid. El paternaje.
Aunque la Real Academia de la Lengua aún no incluye este término en el vocabulario, la realidad es que diversos autores ya la manejan. Como Natalia Ligouri que distingue: “Diferenciamos paternidad y paternaje, porque es sabido que la mera posibilidad de la fecundación no inaugura ‘per se’ al desarrollo de este proceso. Se trata de una CONSTRUCCIÓN, que se apoya en las sucesivas interacciones vinculares. En la participación activa en las tareas de cuidado del bebé, de los hijos”.
Es decir, no basta ser el padre biológico o el proveedor, situaciones a las que hace sólo unas décadas se les atribuía gran peso y autoridad en una familia. Incluso, se consideraban como los únicos roles del varón en una familia. Sin embargo, la sociedad ha cambiado y con ello, también la dinámica de muchas las parejas.
Este cambio de dinámica, demanda de padre y madre, un involucramiento en la crianza de los hijos, lo cual implica contemplar no sólo la proveeduría, sino también el juego, la comunicación, la atención al desarrollo emocional y la repartición de las tareas domésticas, anteriormente, sólo atribuidas a la mujer.
Con todo lo positivo que puede aportar este contexto a la crianza de una personita, este nuevo paradigma también ha generado una crisis en las parejas. Pues pareciera que no todos los varones llegan a la paternidad con esta actualización de su rol. No obstante, cada vez son más las mujeres que esperan esas actitudes y acciones concretas del padre.
La necesidad de explicitar esas expectativas es cada vez más necesaria, pues si bien representan un reto, también es una gran oportunidad de criar hijos en un entorno más colaborativo e integrador.
Y para los varones, tener la dicha de convivir, compartir y disfrutar el desarrollo de sus hijos sin la armadura del rol del “macho”.
¿Y el rol del padre en la lactancia?
Chimamanda Ngozi Adichie afirma: “UN PADRE ES TAN VERBO COMO UNA MADRE: Puede hacerlo todo, menos amamantar”… Sin embargo, su participación activa puede hacer toda la diferencia.
Y a esta reflexión nos invita Nieves Serret Sánchez, asesora de lactancia en formación: “es cierto que como madres damos el pecho, pero la crianza de nuestro bebé es compartida y por tanto ambos hemos de informarnos para así hacer equipo y entendernos. Un padre ha de conocer todo lo referente a la lactancia para entender el papel tan importante que juega y entender, a su vez, que quizá el rol que él llevaba a cabo y el día a día de la vida en pareja, cambiará radicalmente al igual que lo hace el de la madre. Y se tendría que preguntar ¿estoy preparado para ello? ¿Voy a ser un apoyo emocional y logístico?
Para que un padre acabe de ser consciente de la importancia de su apoyo en toda esta realidad ha de ser consciente, a su vez, de todo lo que está pasando y creer en sus posibilidades y con esto me refiero a que ha de creer en su poder de gestión de: las tareas del hogar (lo hará mejor o peor, pero lo hará), las visitas que vienen y el tiempo que están”.
A todos esos padres que están ejerciendo y disfrutando su paternaje (sin importar su edad y el paradigma en el que se formaron), ¡reciban un fuerte abrazo!
¡Feliz Día del Padre!
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