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miércoles, abril 24, 2024

Teoría y Práctica

Hace un par de semanas, una nota en el periódico Correo me llamó poderosamente la atención.  Según esto el director de Servicios Públicos Municipales de Guanajuato advierte que el tiradero municipal está por reventar, aunque le augura unos “10 años mas”, nos invita a dejar de producir basura y a reciclar en lo posible lo que no se pueda evitar producir.

Para empezar la información sobre el lamentable estado del tiradero municipal no es ni remotamente nueva.  En el trienio anterior ya se discutió mucho y se hizo poco sobre el tema.  El Instituto Municipal de Planeación (IMPLAN) realizó un estudio sobre los posibles lugares donde podría ponerse un nuevo sitio de disposición final de los residuos sólidos que cumpliera con las normas. Este estudio quedó prácticamente terminado y no costó un centavo dado que se hizo dentro del marco de las actividades del IMPLAN y por parte de su personal.  Con la abrupta cancelación, por motivos políticos, de las actividades de este instituto posiblemente el estudio se relegó al olvido y el nuevo gobierno ignora que existe.

Por otra parte, a semanas de terminar su gestión, el anterior gobierno municipal aprobó un millón y medio de pesos, en la Sesión Extraordinaria 24 del 14 de septiembre de 2018, para el “Programa Municipal para la Prevención y Gestión Integral de los Residuos Sólidos y de Manejo Especial”.  El acta puede consultarse en la página del gobierno municipal, el punto es el 8k.  La idea, dado que nadie creía que en tres semanas se resolviera algo, era dotar al siguiente gobierno de fondos para que pudiera resolver el inminente problema o, al menos, así se manejó.

¿Qué fue de ese millón y medio de pesos o de los estudios del IMPLAN?  Sería interesante saberlo.

En cuanto a producir menos basura es bastante obvio que es una necesidad que no puede postergarse; pero, como ya alegué en otra ocasión, si se le da un valor comercial a la basura por la vía de convertir la recolección en el negocio de alguna concesionaria difícilmente vamos a lograr que se disminuya su volumen. Este tema lo toqué en un artículo anterior, pero por lo visto tal vez haya que volver sobre él en un futuro.

Sobre la cuestión del reciclado,  la reutilización o la separación de la basura siento que la postura del funcionario es, por decir lo menos, irónica.  Cuando llegué a Guanajuato hace ya 25 años venía de una cultura de separación y reciclado de la basura.  Durante años intenté encontrar la forma de aplicar esos principios, esas ideas en mi nuevo medio y terminé por abandonar los intentos.  Esa cultura, en nuestro medio, simplemente no existía.  En opinión de mucha gente eso se conseguía “a la mexicana” dejando que los basureros la pepenaran para completar sus magros sueldos y mejorar sus tristes condiciones.  Hoy hay un esfuerzo notable, por parte del Movimiento Colibríes, de organizar la basura (detalles en esta página web https://cerobasuraguanajuato.com/) pero son ciudadanos los que están organizándolo; los gobiernos municipales, presente y pasados, han sido mas bien omisos en el tema.

Así, este problema se une a otros de los que estamos conscientes, sabemos mas o menos por donde va la solución, pero no se hace gran cosa, por ejemplo con la movilidad. Como ya discutí en otra ocasión hay estudios que indican qué hacer y cómo resolverlo, pero se ignoran.  No solo no sirve de nada acotar el tiempo de estacionamiento en la subterránea o implementar parquímetros, sino que con esto posiblemente se empeora la situación.  Lo que sí podría ayudarnos, para seguir en el tema anterior, es que los camiones de la basura la recogieran fuera de las horas pico, por ejemplo en las noches, que no se estacionaran en doble fila, que no circularan a vuelta de rueda mientras alguien va arrojando las bolsas de basura que se encuentra por la banqueta dentro del camión.  También ayudaría que las pipas del ayuntamiento no rieguen en las horas pico del tráfico.  Es curioso que las juntas de agua del estado recomiendan regar en la mañana temprano o ya en la noche para reducir la evaporación y mejorar el uso del agua y sin embargo no es extraño encontrarse a las pipas del municipio regando en los parques a medio día, circulando a vuelta de rueda y estorbando el tráfico.

Los problemas existen, nadie lo niega, han sido analizados y hay estudios bastante completos y detallados en muchos casos.  A veces ni siquiera se requieren muchos recursos para implementar soluciones o paliar sus efectos, pero gobiernos van, gobiernos vienen y nos quedamos mayormente en la fase declarativa de los asuntos.  Podría decirse que la Teoría y la Práctica, en el municipio de Guanajuato, están divorciadas.

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