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jueves, abril 18, 2024

A mitad de la nada

«Y ya lo decía S. Huntington “se debe tener cuidado cuando se usa la causa cultural para explicar un hecho (…) Es la variable de la pobreza intelectual»; Aquí nuestro gobernador Miguel Márquez haciendo gala de su pobre/raquítico análisis sobre una problema social… (uno más)
¿Qué pasaría si la fuente de reflexión del Gober fuera Molotov y no José Alfredo (Jiménez)?
No vengan al Cervantino, con eso de que es un festival cultural, no los valgamos a matars. (sic)

Comentarios de amigas que reaccionaron en las redes sociales ante la opinión de Miguel Márquez por la explicación que dio sobre el incremento de los homicidios dolosos en Guanajuato.

 

Estamos a mitad del mandato del gobierno de Miguel Márquez, tres años que podrán ser una oportunidad para impulsar el desarrollo del estado de Guanajuato. Esto si el gobernador y su equipo, al menos el más inmediato, se da a la tarea de hacer una real autocrítica a lo que han hecho hasta ahora y logran poner su gestión como gobierno panista, a ser observada y valorada en el tiempo, a la vez a reconocer que mucho de lo que pasa en Guanajuato no es sólo cultural.

Pareciera que los males que padece el gobierno federal, fácilmente se contagian. Ya Peña Nieto había argumentado que el problema de la corrupción era un asunto cultural en México. La afirmación ahora del Señor Gobernador de Guanajuato al expresarse en relación al incremento de homicidios dolosos en el estado, que esto es producto de rencillas entre familias, los pleitos en fiestas patronales y riñas que ya forman parte de la cultura de los guanajuatenses y afirmó que cuando revisan las estadísticas los mismos gobernadores me dicen que en Guanajuato le hacen honor a la canción de José Alfredo (Jiménez) de “La vida no Vale Nada”, como le reseñó Zona Franca el pasado 2 de octubre.

Se está a mitad del camino. El gobierno estatal puede si realmente quiere, ofrecer buenas cuentas a los ciudadanos en lo que resta del sexenio. Por ahora todo apunta a que habrá más de lo mismo.

El gobierno estatal tiene que aprovechar el cambio, tanto en el Congreso Local, como en cada una de las 46 presidencias municipales. El Congreso Local deberá ser contra peso real, esto dependerá de las y los legisladores, aunque empezaron con el pie izquierdo, al aceptar a Christian Cruz como Secretario del Congreso, quien había sido candidato plurinominal del PAN, en el lugar número 1 de la lista, para poder integrar la propia cámara, cosa que no sucedió por los criterios de representación proporcional que se tienen en la ley electoral del estado. Cruz Villegas quien venía siendo el Secretario Particular del Gobernador ahora es el Secretario del Congreso Local. Cabe señalar algunos legisladores que aprobaron la designación de Cruz Villegas, señalaron que será un reto el mantener la autonomía del poder legislativo en alusión a los compromisos y visión que seguramente tiene Christian Cruz desde la función que desarrolló para Miguel Márquez.

Es claro que tendrá que revisar la forma en que opera el gobierno estatal con cada uno de los municipios. La Constitución del Estado, como la de la Nación, faculta a los municipios a una serie de tareas y funciones en el ámbito de esa unidad territorial y de gobierno. Sin embargo, muchos municipios no cumplen con sus responsabilidades, no hay reales procesos de colaboración y las planeaciones municipales que por ley tienen que hacer y ofrecer a través de sus Planes de Gobierno, están desarticulados y responden a lógicas todavía caciquiles en algunos casos, en otros a los intereses de los grupos económicos, en especial de los desarrolladores urbanos y de vivienda. Otros más a las visiones del poder de familias que se han apoderado del gobierno municipal. En todos los casos, hay un problema de relación y operación política, en la forma en que se acuerdan las políticas estatales y la manera en que se implantan planes y programas, es decir en la forma en que las políticas públicas son puestas en la práctica.

Tendrá Miguel Márquez, si realmente quiere proteger y hacer valer la ley en favor de la vida y los bienes y necesidades de los guanajuatenses, pedir a su equipo de gobierno que deje de lado la complacencia y que diga no a la corrupción en los hechos. Acabamos de ver las fallas en la construcción de la autopista Salamanca-León recién inaugurada, en dónde alguien dejo de hacer su trabajo en la materia de supervisión, en dónde alguien no exigió que se aplicaran los criterios, normas y requisitos en su construcción y todo apunta que no habrá consecuencias, y con ello impunidad, que avala la corrupción.

En el caso de la violencia contra las mujeres, la insistente negativa ver la realidad por parte del gobierno y sus colaboradores, al no querer reconocer y aceptar que los feminicidios y la violencia contra niñas y mujeres no son un asunto sólo cultural, sino que responden a un complejo andamiaje estructural de naturalización de la violencia hacia las mujeres, que pasa por la discriminación, por la humillación institucional a la que se ven expuestas la mujeres en Guanajuato cuando se acercan a las instancias de protección y procuración de justicia, junto con la falta de políticas sociales con perspectiva de género que permitan que la igualdad entre hombres y mujeres se pueda concretar en los hechos.

Hay acciones de gobierno que responden a las recomendaciones que le han hecho, en el contexto de no declarar la Alerta de Género, estas son aisladas, desarticuladas, con una visión familiarista, en dónde queda claro que las y los funcionarios públicos anteponen sus convecciones y creencias al ejercer sus funciones y que no se apegan y ciñen a las normas, a los protocolos existentes, a las leyes que permitirían prevenir, atender, sancionar y erradicar la violencia en contra de las mujeres.

Hay un campo de oportunidad si el gobernador Márquez se propone, desde una autocrítica honesta, el pedir a su equipo en cargado de la seguridad y de administración y procuración de justicia, que haga una verdadera integración de todo el sistema, que baje a los municipios, que llegue a cada una de las oficinas de las dependencias que tiene responsabilidades para lograr en Guanajuato una oportunidad social para una vida libre de violencia y una vida con dignidad. Podría por ejemplo, como Gobernador el pedir que se diseñe e integre un Política Criminal con Perspectiva de Género y que la transversalidad de género sea evaluada por instancias ciudadanas y las propias de auditoria y evaluación que el gobierno dispone, a la vez de hacer transparentes sus resultados.

Un periódico local reseñó que el gobernador Márquez se quedó a la mitad del recorrido de la tirolesa en el parque Irekua que inauguraba. La foto que acompaña la nota muestra al mandatario estatal con su arnés, guantes y casco varado a la mitad del camino. No es más oportuno el evento, para hacer la analogía del momento en que se encuentra. Tiene toda la protección posible, todo mundo lo puede ver colgado del cable, tiene los pies en el aire y no en el piso, se puede mover solo para salir del atorradero. Pero si no acepta que las acciones y estructuras de la tirolesa se tienen que revisar, -como sería revisar el aparato de estado y de gobierno- para que pueda pisar tierra firme, o él y su equipo se quedaran a la mitad del trayecto y colgando de un hilo.

Se está a la mitad del camino. El gobierno de Guanajuato, puede seguir haciendo más de lo mismo o puede repensarse éticamente desde la función y responsabilidad pública, o simplemente estaremos a la mitad de la nada los próximos tres años.

Arturo Mora Alva
Arturo Mora Alva
Biólogo por la UNAM, Mtro. en Educación por la UIA León, Doctor en Estudios Científico Sociales por el ITESO con especialidad en Política. Profesor Universitario en todos los grados. Investigador Social, Consultor y Analista.

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