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jueves, marzo 28, 2024

¿En dónde estamos parados?

“El turno ha tocado a las Naciones Unidas y su comisionado para asuntos de derechos humanos, el jordano Zeid Ra’ad Al Hussein, quien ha hecho saber que México está en la lista de 38 países con graves violaciones a los mencionados derechos (en esa nómina de infamia sólo se incluyó a dos naciones latinoamericanas, Venezuela y México). El alto funcionario, quien es el primer asiático, musulmán y árabe en ocupar tan honroso puesto, ha dicho que México es un cruel ejemplo de cómo la violencia criminal puede amenazar ganancias democráticas logradas con esfuerzo”

Astillero Julio Castillo. La Jornada 6 /3/2015

Ignominia es una palabra que viene del latín ignominĭa y hace referencia a la afrenta pública. La etimología del término está relacionada a in-nomen (“sin nombre”) ya que ese es el efecto que causan las acciones deshonrosas que se conocen como ignominias.

 

Ignominia es lo que define la situación del país, en especial al gobierno de la república en estos tiempos que corren. La situación crítica por la que atraviesa la imagen y confianza de la institución presidencial se prolonga una vez más. El viaje familiar de tintes monárquicos vuelve a poner al presidente y a su familia en una situación por demás incómoda y por demás vergonzosa.

Las protestas sucedidas en las calles de Londres, durante la estancia oficial en la visita de estado, volvieron aponer en el escrutinio público el actuar del gobierno y volvieron a poner entre dicho al México que anuncia su arribo al desarrollo económico como posible potencia emergente y que por otra parte, ese mismo México queda reprobado en materia de vigencia y respeto a los derechos humanos, Tlataya y Ayotzinapa lo vuelven a demostrar, esto junto con el fracaso de la estrategia contra los cárteles del narcotráfico y del crimen organizado.

El efecto mediático tras el anuncio de la captura de La Tuta y del Z-42, quedo opacado ante la reacción de molestia en las redes sociales y en la cobertura algunos medios de comunicación hicieron y que sirvió para que se cuestionaron el viaje a Gran Bretaña, sobre todo por los excesos y fastuosidad de la familia del presidente.

Las capturas de estas “cabezas” del crimen organizado, que son logros, se vieron también empañados por la jugada de tres bandas que hizo el ejecutivo y el PRI para nombrar a la exsenadora Arely Gómez Procuradora de Justicia de la Nación en sustitución de Murillo Karam, “que se cansó” y que decretó “la verdad histórica” de lo que le sucedió a los jóvenes normalistas en Iguala. Todo esto, esto dentro del contexto la puesta en marcha de la Fiscalía Nacional, y con pleno apoyo de las bancadas de todos los partidos políticos, con algunos cuantos votos en contra, -sólo cinco-. Y también quedó muy mal parado el presidente Peña Nieto y por supuesto el propio Senado de la República, al proponer a Eduardo Medina Mora, dentro de la terna del proceso para nombrar al nuevo magistrado de la Suprema Corte de Justicia, tanto por la 20 mil firmas que reunieron grupos de derechos humanos para pedir que no lo consideraran como candidato y que entregaron al Senado de la Nación, como por la información que se difundió en México y Estados Unidos sobre su papel como Procurador, en la puesta en marcha de los programas norteamericanos de trasiego de armas, que dicho sea de paso fue un fracaso, y que su expresión más triste pocos años después fue el operativo Rápido y Furioso que permitió armar con rifles y armas automáticas a diversos cárteles de las drogas en México.

Al final de la semana que pasó, fueron detenidos 14 policías federales, que secuestraron en Tamaulipas a un empresario y por el cuál pidieron un rescate de 2 millones de dólares. Lo que pone entre dicho una vez más la estrategia de seguridad pública implementada en ese estado.

Por otra parte, estamos viendo los anuncios con relación a los recortes del gasto que el gobierno federal hará, no sólo en materia de infraestructura y desarrollo, sino que también, los que se avizoran en cuanto al recorte de trabajadores de diversas dependencias del estado. La situación no pinta nada bien.

En materia económica, estamos entrado en una situación por demás complicada, no sólo en términos de recorte al gasto, y a los ingreso que ya no tenemos ante la caída del precio del petróleo, sino también, ante la falta de confianza que los grupos de empresarios del país tiene y que hace unas semanas le exigieron al gobierno a través de un desplegado aparecido en periódicos de circulación nacional, el “garantizar a la sociedad, a las empresas, a sus trabajadores y a los organismos que las representan, las condiciones necesarias para cumplir sus objetivos y transitar con plena seguridad en todo el territorio” y al pedirle expresamente a las autoridades, incluido el propio presidente Enrique Peña Nieto que “honren su juramento de cumplir y hacer cumplir la Constitución”. Los resultados que ha mostrado todo el gabinete económico son muy críticos, pese a los esfuerzos del Banco de México de bajar las expectativas de crecimiento para este año y de estar subastando 200 millones de dólares por día para controlar la caída del peso frente al dólar. El viernes pasado se vendió a 15.82 pesos por dólar.

Al parecer el cambio la oficina de Comunicación Social de la Presidencia es un elemento más que habrá que interpretar como un signo de las facturas y favores políticos que le debe Peña Nieto a David López Gutiérrez en su carrera política y que se va como candidato a diputado federal plurinominal. El nombramiento del que fuera el vocero presidencial, ahora encargado de la relación con los medios de comunicación, sí con esos, “que no aplauden” de Eduardo Sánchez Hernández, que dicho sea de paso, fue invitado por Peña Nieto a tener un carcajada amplia como la su antecesor, en la ceremonia de toma de protesta del nuevo responsable de informar desde Los Pinos, pone un cereza más en la creciente desconfianza en el gobierno actual.

El apapacho populista que le organizó Javier Duarte en Veracruz antes de su viaje al Reino Unido y el apapacho de bienvenida por el regreso del viaje que Eruviel Ávila gobernador del estado natal de Enrique Peña Nieto le ofreció, es un mal presagio, ahora se ensalza la figura presidencial sin ninguna reserva y con todo el cinismo del uso del poder local priista.

¿En dónde estamos parado? ¿En un polvorín? ¿Estamos junto a cientos de pipas de gas Nieto sin mantenimiento? ¿Frente a la pasarela de modas de la familia presidencial? ¿Frente a la televisión viendo el remake de una telenovela de Televisa? ¿Estamos siendo testigos de la transición hacia un estilo de gobierno monárquico, que no ve, no escucha a su pueblo? ¿Estamos viendo que el autoritarismo propio del presidencialismo a ultranza ya regresó? ¿O es que lo que hacen ya no tiene nombre? ¿O sí? ¿Es la ignominia?

Arturo Mora Alva
Arturo Mora Alva
Biólogo por la UNAM, Mtro. en Educación por la UIA León, Doctor en Estudios Científico Sociales por el ITESO con especialidad en Política. Profesor Universitario en todos los grados. Investigador Social, Consultor y Analista.

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