“Estás en la Tierra. No hay cura para eso.”
Samuel Beckett
Amar es tropezar.
¿Cómo qué no?
No existe el amor lineal,
el amor seguro, envuelto
y cerrado sobre sí mismo.
El amor es una especie
de desequilibrio cósmico.
Slavoj Žižek
“Puedo creer lo imposible pero no lo improbable”.
- K. Chesterton
“Dónde se ríe y se llora,
dónde se abraza y se besa,
dónde se pierde y se estresa,
porque la vida es esa:
Un licuado de alegría con un toque de tristeza.”
Eduardo Galeano
“La vida sólo puede ser comprendida mirando hacia atrás,
pero ha de ser vivida mirando hacia adelante”
Soren Kierkegaard
Para John N. por su amistad
Estos días he tenido la oportunidad de vivir una experiencia de amistad y de cercanía en un lugar hermoso por lo que estoy profundamente conmovido y agradecido. Tuve la oportunidad de estar oyendo el reventar de las olas en una playa libre de personas y de escuchar el mayor tiempo los sonidos de la naturaleza, un lugar de la costa del Océano Pacifico que permite ponerse de frente al mar y su fuerza, pude sentir y crear unos momentos en y desde mi realidad en la que finitud y el infinito se conjugaron y crearon una ventana para ver con detenimiento algunas de las experiencias vividas hasta ahora.
Pensar así la vida, de golpe, abrir los ojos y dejar que las lágrimas hicieran lo suyo, intentando modestamente imitar al agua salada del mar es por demás un ejercicio de interiorización personal. Las cosas suceden a su tiempo y en determinadas situaciones la vida se vuelca sobre uno mismo, para mostrar aun lo que no hemos vivido y para entender como escribió Eduardo Galeano que “Cada promesa es una amenaza; cada pérdida, un encuentro. De los miedos nacen los corajes; y de las dudas, las certezas. Los sueños anuncian otra realidad posible y los delirios, otra razón. Al fin y al cabo, somos lo que hacemos para cambiar lo que somos. La identidad no es una pieza de museo, quietecita en la vitrina, sino la siempre asombrosa síntesis de las contradicciones nuestras de cada día”.
Lo único constante es el cambio. Soy producto de la transición de dos siglos, un siglo con su final que anunciaba la hecatombe y del principio de otro siglo, que augura la catástrofe civilizatoria. Un siglo que termino con la ingenuidad de la política y del inicio de otro que se hizo experto en la manipulación y en la explotación humana y de la naturaleza, encontrado nuevas formas del control social y del ejercicio del poder.
Habrá que asimilar reflexivamente lo Paul Auster plasmó: “Nuestras vidas realmente no nos pertenecen, pertenecen al mundo, y a pesar de nuestros esfuerzos por darle un sentido a éste, el mundo es un lugar que va más allá de nuestro entendimiento.” Dejarnos ir, dejar que la razón busque sus respuestas a la par de sentir la vida en uno mismo, reconstruir lo que hemos sido en la maraña de una existencia que por demás es incompresible y absurda, al modo de Albert Camus, y poder crear intersticios, pequeños espacios para la alegría e ilusamente para la justicia social y para soñar en una moral política que se acerque más a la ética que la ganancia y al poder.
La inmensidad es contraria a la inmediatez. La constancia es contraria a la prisa. El deseo es contrario a la recompensa insustancial. La violencia es contraria al diálogo y al consenso. La vida no es la antítesis de la muerte ya que la vida es la esencia del existir en la que está incluida la certeza de la muerte. Conocernos es la posibilidad de habitarnos a nosotros mismos con la necesaria honestidad de aceptar nuestras debilidades y duelos, de nuestras carencias y de nuestros deseos conscientes e inconscientes, junto con la posibilidad de crear y reinventar nuestros sueños.
Estos días fueron más que un regalo compartido. El poder encontrar las palabras para nombrar lo inconmensurable, a la vez de reconocer que hay cosas que no son asequibles a la razón, la poesía surge con antídoto y respuesta ante el insignificante lugar que ocupamos en la existencia “La poesía es la terapia del alma; nos permite ver más allá de la superficie y encontrar significado en lo aparentemente insignificante.” Tomando prestadas las palabras hechas poesía de Wislawa Szymborska, tal vez por eso, observar la espuma del mar crearse al tiempo del sonido de las olas que explotan sobre el agua misma y sobre la playa, hacen que retumbe su espuma y el ruido blanco, ondisonante altere los sentidos para ponernos en un éxtasis que juega con las burbujas sinfín de un mar nos habla y explora nuestras emociones y sentimientos.
Estar frente al océano es estar de cara a la vida. Saber que la vida que no vemos está ahí contenida y es metáfora de nuestro ser, es comprender la necesidad del viaje hacia el interior, es aceptar que “La vida sólo puede ser comprendida mirando hacia atrás, pero ha de ser vivida mirando hacia adelante.” Como escribió Soren Kierkegaard.
La experiencia vivida fue y es intensa y es a la vez simple -humana-, pero de una profunda gratitud para poder seguir viviendo hacia adelante desde nuestra historia. Gracias John.