“Los votos deberían pesarse, no contarse”.
Friedrich von Schiller
“El elector goza del sagrado privilegio de votar por un candidato que eligieron otros”.
Ambrose Bierce
“Oposición es el arte de prometer aquello que el gobierno no puede asegurar”.
Sir Harold Nicolson
Ya se han estado entregando las constancias de mayoría a los y las candidatas electos el domingo pasado en los 12 estados en donde hubo elecciones. Si bien hay cambios importantes desde la alternancia en cuanto a la nomenclatura de los partidos hay cambios en los 4 estados donde el PRI había gobernado desde hace más de 86 años. El PRI perdió: Tamaulipas, Durango, Veracruz y Quintana Roo.
En estos tres últimos estados se ganó en la alianza PAN-PRD con candidatos provenientes del PRI y que no fueron seleccionados por el PRI para contender en estos estados por la gubernatura y ganó la oposición por así decirlo. El triunfo electoral es más que complicado comprender, pero como sabemos los alebrijes y las quimeras se pueden crear en estos tiempos políticos desde los acuerdos que hacen los dirigentes de los partidos políticos, partiendo de sus intereses.
El PAN ganó en Aguascalientes, Chihuahua y Tamaulipas la gubernatura con candidatos propios. El PRI en alianza con el Verde y Nueva Alianza ganó Oaxaca, Zacatecas y Tlaxcala, aunque en el primer caso el porcentaje de votos apenas alcanzó el 29% de los electores. Con esa misma alianza el PRI recupera Sinaloa que era gobernada por la alianza PAN-PRD. En Hidalgo el PRI gana nuevamente, que es el estado del actual Secretario de Gobernación Miguel Ángel Osorio Chong. Puebla gana la alianza PAN-PT-NA, siendo un gobierno que había triunfado en la alianza PAN-PRD en la elección pasada.
Entre todo, Morena se ubica en segundo lugar en el porcentaje de votos en Zacatecas y en tercer lugar en Oaxaca, Puebla, Quintana Roo, Tamaulipas y Veracruz, además de que ganó en la ciudad de México en la elección de la Asamblea Constituyente en dónde pudo colocar a 22 personas, de las 100 que serán las encardadas de redactar la constitución de la Ciudad de México.
Con estos resultados Ricardo Anaya, presidente del PAN y Agustín Basave, presidente del PRD, se ven fortalecidos en el sentido de que la alianza acordada les funcionó. El PAN sale victorioso en tres estados. El PRD funcionó exclusivamente como apoyo al PAN en otros 4 estados. El PRI ganó en cinco estados, pero su dirigente nacional Manlio Fabio Beltrones, quedó en entre dicho ante los resultados y sobre los procesos que siguió el PRI para la elección interna de sus candidatos y por lo pronto sus declaraciones muestran una nula autocrítica.
Más allá de los resultados en sí mismos, -cambios de partido- lo cierto es que las políticas públicas y la estrategia de desarrollo social y económico no cambiaran en el país. Si bien el 52% de los mexicanos y mexicanas será gobernado por la oposición en los próximos meses, eso no significará mayor cambio. ¿O cómo le van a hacer los nuevos gobernadores ex-priistas convertidos al PAN-PRD para gobernar con los principios y programas de sus nuevos partidos?
El problema para el PAN es que ya le empezó a llegar muy rápido un aire de triunfalismo adelantado y se empiezan alborotar muchos de sus militantes dentro de sus filas. La especulación y la presión de grupos ya iniciaron. Se apuntan varios actores, uno de ellos el gobernador de Guanajuato, al que ya le prenden veladoras y le dan atributos y cualidades que no tiene. Con ello se crea una tensión política innecesaria en el estado, y el gobernador sin oficio político de grandes ligas, se ve tentado a imaginarse como futuro candidato para el 2018.
Las declaraciones que hizo Miguel Márquez para que sea investigado por la CIA y el FBI ante el presunto acto de corrupción en la compra de terrenos en Apaseo el Grande para la empresa Toyota, dan el aviso, preocupante, de que quiere mantener su imagen impecable y pulcra a como dé lugar, ante la posible aspiración presidencial que le quieren vender y no se toma la molestia o la responsabilidad que tiene, de ver y atender lo que pasa dentro de su gabinete, ante las denuncias y los hechos presentados. Al parecer nadie le ha dicho lo que están haciendo sus colaboradores o él no está revisando las prácticas y los resultados de su gabinete.
Los resultados electorales hacen que el PAN se maree instantáneamente con la copa del brindis que tomó por el triunfo en las urnas. El PRI sigue borracho de poder. Morena se va tomando las bebidas que quedaron de la fiesta. Los mini partidos cuidan a todos los que se dejen y esperan sólo sus propinas. La resaca llegará pronto, se darán cuenta que ahora tienen más problemas y conflictos para gobernar, y esto pasa cuando todos los partidos políticos solamente quieren ganar como sea, dejando de lado la realidad de un país que se desmorona cada día y sin tomar en serio unos electores que quieren soluciones reales ante la injusticia, la pobreza, la impunidad y la corrupción.
