“Si no hay justicia para el pueblo que no haya paz para el gobierno”
Emiliano Zapata Salazar (1879-1919)
El 10 de abril de 1919 fue asesinado en la Hacienda de Chinameca el Caudillo de Sur, Emiliano Zapata, fue muerto a traición por Jesús Guajardo y Pablo González en contubernio con Venustiano Carranza. John Womack escribió una biografía contextualizada históricamente, una de las más completas, “Zapata y la revolución mexicana”. (1979) México. Siglo XXI (1979). Ahí se registra la siguiente cita que Eduardo Galeano recupera en la Memoria del Fuego III, “La nueva burguesía nace mintiendo”
“-Luchamos por la tierra -dice Zapata- y no por ilusiones que no dan que comer…Con elecciones o sin elecciones, anda el pueblo rumiando amarguras.”
“Mientras arranca la tierra a los campesinos de Morelos y les arrasa las aldeas, el presidente Carranza habla de reforma agraria. Mientras aplica el terror de Estado contra los pobres, les otorga el derecho a votar a los ricos y brinda a los analfabetos la libertad de imprenta.
La nueva burguesía mexicana, hija voraz de la guerra y del saqueo, entona himnos de alabanza a la Revolución mientras la engulle con cuchillo y tenedor en mesa de mantel bordado”. (Galeano, 1986:57)
La embestida que ha dado el gobierno de Peña Nieto en contra de la Comisión interamericana de Derechos Humanos y de su secretario Emilio Álvarez Icaza ponen a la vista que la traición sigue siendo la práctica que el estado ocupa cuando no puede con la verdad, y cuando se quiere forzar a que sea creíble su “única verdad histórica” en el caso de Ayotzinapa.
La fatal conferencia de prensa en donde el gobierno se aferró a la versión de la incineración de los jóvenes normalistas y en donde los grupos de expertos de la CIDH y los médicos forenses argentinos no suscribieron los resultados que dio a conocer la PGR de forma unilateral y por fuera de los acuerdos suscritos se suman a la campaña por desprestigiar el trabajo realizado por el Grupo Interdisciplinario de Expertas y Expertos Independientes. Por otra parte, la Universidad de Innsbruck presentó los resultados -el 8 de abril pasado- donde se informó no se corroboró que las muestras y estudios de ADN mitocondrial correspondieran a alguno de 41 normalistas, -dos de ellos ya habían sido identificados- con lo que la versión del gobierno federal sigue cayendo al vacío de la incredibilidad y de la torpeza política oficializada.
Producto del periodismo de investigación, una parte la burguesía nacional se ha visto expuesta en los “Papeles de Panamá”, esta filtración periodística pone a la vista las prácticas –legales o no- de la clase económica del país, que busca proteger, esconder o lograr dar invisibilidad de la riqueza que posee. Esto junto con una clase política que se ha nutrido de la relaciones de poder entre los dueños del capital y que también han sido expuestas algunas de las familias que han usado o querido usar la empresas offshore y que ven como opción la contratación de despachos que facilitan la creación de empresas offshore para trasladar recursos financieros a los llamados paraísos fiscales.
El despacho Mossack Fonseca en Panamá, ocupa el cuarto lugar de importancia haciendo estas prácticas de negocios, habrá que pensar en los otros despachos que le llevan la delantera y pensar en quienes son los usuarios de estás “ventanas de oportunidad” para mover dinero a discreción, contando con el con el apoyo de la banca y de la ingenua omisión del gobierno, como lo han hecho ver la autoridades fiscales mexicanas.
Es un hecho que una casta política que nació producto de la institucionalización de la Revolución Mexicana se apropió de recursos naturales y de nichos de negocios a la sombra del aparato del estado, y que favoreció a algunas familias y empresas, no es casual que nombres de familias que se dedican a negocios con el gobierno mexicano (obra pública o abasto de medicamentos por ejemplo) estén en los primero reportes de los Papeles de Panamá. También es un hecho que las familias de la revolución que se instalaron como gobierno se fueron reacomodando como parte del aparato de estado o del poder local en estados en regiones y en municipios al amparo de la naciente democracia de estado cooptada especialmente por el PRI, y ha logrado a través del tiempo pasar de ser los herederos de la revolución, como discurso de legitimidad, a que los herederos de ese poder se conviertan en los administradores de la corrupción.
La figura de Zapata representa el ejemplo de convicción y lucha por transformar la realidad social de los desposeídos, de los dominados, de los oprimidos. Habrá que apelar a la memoria histórica y habrá que convocar a la dignidad personal y humana de cada uno, de cada una de nosotros para imaginar otro país posible, otro gobierno posible, otra realidad posible. John Womack escribe en relación a la historia de Zapata: “Pero la guerra sigue. La guerra seguirá mientras siga el maíz brotando en rincones secretos de las montañas y mientras sigan centellando los ojos del jefe Zapata”.
