“Los terremotos del 85 mostraron que el pueblo es más que el gobierno y que la ciudadanía tiene principios y prioridades, también confirmó que el gobierno sólo tiene intereses y que estos no son los del pueblo”
Los acontecimientos en Egipto han puesto a México nuevamente en la palestra internacional. Hoy los reclamos por una investigación exhaustiva y que se apegue a los acuerdos y protocolos internacionales para la reparación del daño y las indemnizaciones correspondientes es la exigencia de Peña Nieto. La ahora recién nombrada Secretaria de Relaciones Exteriores viajó a El Cairo y se entrevistó con el Presidente de Egipto, viajo con el respaldo de la Fuerza Aérea Mexicana y fue acompañada por médicos y enfermeras para transportar a los heridos mexicanos. En un despliegue mediático sin precedente en tiempos recientes.
Sin duda es un hecho lamentable, más allá de las explicaciones que pueda ofrecer el gobierno de aquel país del norte de África. El que turistas de cualquier país mueran de forma violenta a manos de un ejército es reprobable. Lo es también, que policías ejecuten a mexicanos, como es el caso de Antonio Zambrano Montes de 35 años, quien recibió 17 balazos por parte de tres policías del estado de Washington, estando desarmando, ejecución que fue videograbada. El pasado 10 de septiembre los tres policías responsables fueron absueltos, la respuesta del gobierno de México de una “profunda decepción”. ¿Qué es lo que hace que un gobierno que ahora de la cara por unos mexicanos no la de por otros?
Cabe señalar que en los últimos 10 años se tiene un registro de al menos 75 mexicanos asesinados por alguna agencia policiaca de los Estados Unidos, en la mayoría de los casos está demostrado el abuso y uso excesivo de la fuerza. De los 75 casos se han resuelto 56 y sólo en nueve casos se ha resarcido el daño, en 48 de estos casos la Patrulla Fronteriza, la Oficina del Sheriff y policías de caminos y policías locales han sido los responsables. ¿Qué actitud toma el gobierno del presidente Peña Nieto ante estos hechos? ¿Saldrá el Presidente ante los medios de comunicación a exigir una expedita y exhaustiva investigación? ¿Pedirá que se castigue a los culpables? ¿Pondrá todo el aparato jurídico y diplomático del gobierno para que se repare el daño de las familias que han visto como asesinan a sus familiares?
Es claro que la política internacional es hoy un gran ausente en la forma de ser y hacer gobierno. Ya desde Vicente Fox, quedo claro que el gobierno de México se pone feliz si le dan encargos desde la Casa Blanca, la de Washington. Durante los últimos tres lustros la política exterior mexicana ha dejado su tradición y su visión, una política internacional, desde la “Doctrina Estrada” que era un baluarte en el conjunto de las naciones. Las posturas de solidaridad con los refugiados españoles, el asilo a miles de chilenos, uruguayos, argentinos, paraguayos, en los tiempos de las dictaduras en América Latina, las posiciones de defensa de la soberanía de Cuba, de Nicaragua, de El Salvador y Guatemala durante sus guerras civiles son muestra de una visión de Estado-Nación que ya no existe más.
Hoy se nombra al embajador de México en los Estados Unidos, porque el señor es amigo del presidente. La reseña hecha por diversos medios de comunicación, en relación a las entrevistas que sostuvo Miguel Basáñez Ebergenyi con Senadores, mostró su incomprensión e incapacidad con relación a la dinámica, los problemas y la realidad que se vive con el vecino del norte y aun así fue aprobado por el propio Senado, esperando facturar seguramente el favor al primer mandatario.
Por otra parte, el que el presidente Peña Nieto haya propuesto a Eduardo Medina Mora, que era hasta hace unos meses el representante oficial en Estados Unidos, para el puesto de primer ministro de la Suprema Corte de la Nación, -que cabe señalar, este representa las posturas más que conservadoras en los debates jurídicos recientes-, y que dejo sin cabeza a la embajada durante seis meses, es una muestra más de que los intereses de México y los derechos de las y los mexicanos que viven, viajan, estudian y trabajan allá no son de interés público, ni del gobierno actual. La relación es compleja históricamente con los gobiernos norteamericanos, pero también es cierto que México había desarrollado una visión propia y con autodeterminación y soberanía, muchas veces en contra de la voluntad y del poder de los Estados Unidos cosa que no era algo menor o intrascendente.
En las redes sociales de Internet se ha circulado la siguiente sentencia: “El primer acto de corrupción que comete un funcionario público es aceptar un cargo para el cual no tiene las competencias necesarias”, habrá que acuñar una más, “también es un acto de corrupción, proponer y nombrar para desarrollar una responsabilidad pública a quien no cuenta con las competencias necesarias para hacerlo.”
Hoy están como evidencia los casos asociados las tareas y responsabilidades en el Servicio Exterior Mexicano, con el nombramiento de Miguel Basañez y de la ahora nueva Secretaria de Relaciones Exteriores, Claudia Ruiz Massieu, sobrina del expresidente Carlos Salinas y que su única experiencia es haber participado en las Comisiones Mixtas, México- USA y México- Unión Europea en la Cámara de Diputado de las LXI legislatura.
La designación de Arturo Escobedo y Vega dirigente del Partido Verde, como subsecretario de Prevención del Delito y Participación Ciudadana de la Secretaria de Gobernación, es parte, de lo que la corrupción ya logrado hacer dentro del gobierno. Jorge Zepeda Patterson escribía hace unos días con relación a la corrupción en el caso OHL y de la siembra de una arma de fuego al abogado, Paulo Díez, que ha denunciado las prácticas de corrupción de esa empresa del gobierno federal y del gobierno del Estado de México, si esa manera de hacer ese trabajo sucio es “¿Una provocación? ¿Una burla? ¿Un mensaje? O quizá obedezca a que están tan inmersos en la corrupción que simplemente han dejado de verla; respiran en ella, se nutren de ella; y como el aire, se ha vuelto invisible. Salvo para el resto de los mexicanos, claro.”
El gobierno de Peña Nieto no ve que México está siendo observado, que la confianza internacional se mantiene con alfileres. No logran ver, él y su equipo, que desde afuera sí ve la corrupción y la impunidad, ahí están los reportajes del New York Times, está el reportaje de la Casa Blanca de aquí, está Ayotzinapa a un año de los 43 desaparecidos, esta Tlatlaya y el ejército, esta Tanhuato y la Policía Federal, está la fuga del Chapo Guzmán, esta OHL, esta HIGA, está el gobierno de Veracruz…
